El esperpento vuelve a deformar la realidad en una exposición en el Museo Reina Sofía
- Esperpento. Arte popular y revolución estética se inaugura este miércoles en Madrid
- Instalaciones sonoras, zarzuela, cuadros, fotos, marionetas y documentos se despliegan por las salas
"Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato". (Max Estrella en Luces de Bohemia de Ramón María del Valle-Inclán)
El Museo Reina Sofía eleva el esperpento, formulado por Ramón María del Valle-Inclán, a una corriente estética comparable al futurismo o al ultraísmo, pese a carecer de un manifiesto fundacional y despliega sus hallazgos en la exposición Esperpento. Arte popular y revolución estética que se inaugura este miércoles en Madrid.
El esperpento se convierte en un núcleo de pensamiento estético que ofrece una nueva perspectiva para comprender la realidad y permite entender el siglo XXI a la luz del siglo XX. La muestra se abre con un espejo con la cabeza de dos burros pintados y la leyenda "¡Ya somos tres!", una obra de 1900 de Joaquín Xaudaró y Echau, perfectamente contemporánea, que incita de forma provocativa a hacerse un selfie con el móvil.
La primera sala explora sus antecedentes con caricaturas satíricas que animalizaban a políticos y a la monarquía, cuadros en la tradición goyesca o dispositivos ópticos previos al cinematógrafo. El comisario, Germán Labrador, explica que la muestra quiere "sacar al esperpento del rincón de la curiosidad literaria, el cachivache extraño o la tradición casticista dónde pretendió arrinconarlo el franquismo", darle su "categoría crítica, estética, profunda" y recuerda que Valle-Inclán fue el primer catedrático de estética de España.
El escritor y dramaturgo concebía el esperpento como herramienta de cuestionamiento crítico, en reacción al atraso y la desesperanza moral que asolaba España en el primer tercio del siglo XX. El esperpento confrontó el encorsetamiento social, político y cultural, con el distanciamiento de la mirada y una serie de estrategias estéticas que desplegaron su máxima eficiencia en la deformación.
Marionetas
Un tablado de marionetas a escala real ocupa una sala entera de la exposición, con marionetas originales de 1940. El propio Valle-Inclán decía en 1921: "Estoy haciendo algo nuevo, distinto a mis obras anteriores. Ahora escribo para muñecos. Es algo que he creado y que yo titulo Esperpentos. Este teatro no es representable para actores, sino para muñecos, a la manera del Teatro dei Piccoli en Italia".
El teatro de marionetas, con titiriteros que mueven los hilos, suponían para el dramaturgo una metáfora clara de individuos convertidos en peleles por élites ocultas. Además entroncaban con la tendencia de la "reteatralización del teatro" en la que la escenografía, los gestos y el vestuario modifican la figura humana.
En la sección del carnaval, unos guiñoles portugueses dan una idea de las historias representadas en las fiestas populares: el diablo, el cura, un toro, un muerto en un ataúd y un barco.
"Los héroes clásicos reflejados en espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada." (Max Estrella en Luces de Bohemia)
Una paradoja del esperpento es que su potente crítica social impidió su representación en España cuando vio la luz de la imprenta, no de las candilejas. En concreto, Luces de Bohemia se estrenó en Francia en los años 60 y no subió a los escenarios patrios hasta 1970.
Los cuernos de don Friolera y Martes de Carnaval se sitúan en el centro de la exposición. Valle-Inclán usa formatos populares como el entremés, el folletín, la farsa o los romances de ciego para representar una realidad marcada por la violencia, el feminicidio y el militarismo. Además de los cuadros, fotografías de la guerra del Rif dan testimonio de la política colonial española.
Una obra como Tirano Banderas (1926) se puede leer como crítica a la dictadura de Primo de Rivera, pero alcanza la categoría de universal y sirve para escarnio de todos los tiranos que en el mundo han sido y serán. Como ejemplo, una versión del texto de Valle-Inclán se iba a representar en los Juegos Olímpicos de México 1968 y fue censurada, en la sala puede verse el cartel.
A modo de justicia poética, la compañía mexicana Lagartijas tiradas al sol pone en escena una versión de Tirano Banderas en bululú (género teatral en el que un solo comediante representa toda la obra), a partir de una reinterpretación de Rivas Cherif con el título No tengo que seguir soñando con los cadáveres que he visto.
La muestra está planteada en siete grandes secciones y concluye con El ruedo ibérico, esperpento inacabado del dramaturgo gallego y metáfora terrible en la que la tauromaquia se imbrica con la trágica historia de la piel de toro y la Guerra Civil.
Entre los artistas seleccionados, destacan María Blanchard, Eugenio Lucas, Rosario de Velasco, José Guillermo Solana, Antonio Fillol Granell, Alfonso Rodríguez Castelao, Laxeiro y nombres de la modernidad internacional como José Clemente Orozco, André Masson, Casper Neher o Umberto Boccioni.
A diferencia de otras manifestaciones culturales de lo grotesco que emergieron en Europa, en las que la distorsión monstruosa encarnó lo absurdo de la vida, tras las matanzas de la Gran Guerra, el esperpento propuso una nueva estética que conllevó un compromiso de renovación de las estructuras sociales, una estética que ha sobrevivido al tiempo y al pensamiento de Valle-Inclán.
Ciclo de cine
Como actividad relacionada, el Museo organiza con la Filmoteca Española el ciclo Ruedo ibérico. Cine y esperpento y propone el género del esperpento, la parodia y deformación como crítica al poder, para construir una historia alternativa del cine español, con clásicos como Edgar Neville, Luis García Berlanga, Francisco Regueiro y también directores contemporáneos como María Cañas, Chema García Ybarra o Albert Serra.
El MNCARS va a editar un catálogo ilustrado con el texto curatorial apoyado por imágenes de cada sección de la exposición y otros textos diversos escritos por Santiago Alba Rico, Mario Bellatin, Esther F. Carrodeguas y Gloria G. Durán.
Esperpento. Arte popular y revolución estética puede verse del 9 de octubre al 10 de marzo de 2025 en la primera planta del Edificio Sabatini del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Detalles de la exposición
La muestra Esperpento. Arte popular y revolución estética puede verse en el Museo Reina Sofía
Comisarios: Pablo Allepuz, Rafael García, Germán Labrador, Beatriz Martínez-Hijazo, José Antonio Sánchez y Teresa Velázquez
Coordinador: Rafael García
Fechas: Del 9 de octubre al 10 de marzo de 2025
Lugar: Sala 1A del Edificio Sabatini