El presidente de Túnez es reelegido con más del 90% de los votos y el 28,8% de participación
- Kais Saied ha anunciado una "nueva" fase en la historia del país y ha pedido revisar varias leyes
- El exdiputado encarcelado Ayachi Zammel ha obtenido el 7,35% de los apoyos en unos comicios denunciados por la oposición
El presidente de Túnez, Kais Saied, ha ganado las elecciones de este domingo con el 90,96% de los votos y un 28,8% de participación, por debajo de la obtenida en 2019, según ha informado este lunes la instancia electoral (ISIE).
En segundo lugar ha quedado el exdiputado encarcelado Ayachi Zammel, con el 7,35% de los apoyos, y en tercera posición se encuentra el líder panarabista del Movimiento del Pueblo, Zuhair Magzhaui, con el 1,97% de los votos, por lo que no se celebrará segunda vuelta.
Más de 9,7 millones de personas, de una población de 12 millones, estaban llamadas a las urnas en las terceras elecciones presidenciales que celebra Túnez desde la llamada Primavera Árabe, cuando se inició un proceso de transición democrática que hoy la oposición ve peligrar.
La última cifra similar a la obtenida por Saied este domingo se observó en 2004, cuando el dictador Zine El Abidine Ben Ali, derrocado en la revolución de 2011, llegó al 94,49%.
El voto de los jóvenes, entre 18 y 35 años, apenas ha alcanzado el 6%, mientras que en las elecciones de 2019, cuando ganó por primera vez, uno de cada diez votó por él.
En 2019, Saied fue elegido en segunda vuelta con el 70% de apoyo y un 56% de participación y dos años más tarde, en 2021, se arrogó plenos poderes para "rectificar" el proceso revolucionario y poner fin a lo que califica de "década negra", el inicio de la transición que, según él, fue desviada por la élite económica y política.
Saied anuncia una "nueva" fase en Túnez tras su reelección
Tras su reelección, el presidente tunecito ha anunciado una "nueva" fase en la historia del país. "Las expectativas del pueblo son grandes y es imperativo trabajar para alcanzarlas, en particular restableciendo el papel social del Estado", ha declarado el mandatario.
En una reunión con el primer ministro Kamel Madouri pocas horas después de conocer los resultados preliminares del sufragio, Saied ha pedido revisar varias leyes "con una nueva mentalidad y una voluntad inquebrantable", aunque sin desvelar de cuáles se trata.
Un día antes, el presidente aseguró que Túnez "está viviendo la culminación de la revolución" de 2011, que puso fin a dos décadas de dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y prometió "limpiar el país de corruptos, escépticos y conspiradores".
Según Human Rights Watch, al menos 170 personas han sido detenidas por motivos políticos o por ejercer sus derechos fundamentales, un centenar de ellas miembros y militantes del partido islamista Ennahda, principal partido desde la revolución de 2011.
La instancia electoral- cuya directiva fue nombrada unilateralmente por el mandatario en 2022- deberá anunciar los resultados definitivos antes del próximo 9 de noviembre tras el plazo de apelaciones.
La oposición denuncia falta de transparencia y legitimidad
El mandatario ha competido en estas elecciones contra dos desconocidos adversarios después de que la Justicia detuviera, procesara o inhabilitara a destacados aspirantes que le podían hacer frente.
La campaña electoral se desarrolló con bajo perfil, sin mítines ni debates televisivos, con la presencia de Said en la mayoría de los carteles desplegados en los muros de los colegios, y con Zammel en prisión por "falsificación" de firmar y condenado a 14 años de prisión en tres sentencias diferentes.
La oposición, que se ha manifestado hasta en cuatro ocasiones en el último mes, se abstuvo de pedir el boicot como en anteriores sufragios pese a denunciar la falta de transparencia y legitimidad de los comicios.
Durante los días previos, la disidencia, principalmente familias de los llamados prisioneros políticos, apostaron por el voto a Zammel, quien prometió su liberación así como nueva Constitución para sustituir la actual, calificada de ultrapresidencialista y aprobada en 2022 en referendo popular con una abstención del 70%.
La semana previa a los comicios, el Parlamento enmendó por mayoría la ley electoral despojar al Tribunal Administrativo de la potestad de dirimir disputas electorales después de fallar a favor de tres candidatos, aunque finalmente la instancia rechazó aplicar dichas decisiones tras la impresión de las papeletas.