Día Mundial de la Salud Mental: mitos y falsedades sobre trastornos mentales
Un tercio de la población española reconoce que tiene algún problema de salud mental, según este estudio internacional sobre Salud y Bienestar Mental de 2024. Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una iniciativa impulsada en 1992 por la Federación Mundial de la Salud Mental con el objetivo de equiparar la salud mental con la salud física y visibilizar y concienciar a la sociedad sobre esta materia. Con motivo de esta efeméride en VerificaRTVE recopilamos y desmontamos con la ayuda de expertos los mitos más extendidos sobre cinco trastornos mentales que contribuyen a la estigmatización de las personas que los padecen.
1| Tener esquizofrenia no implica ser una persona violenta
Una de las falsas creencias más extendidas sobre los problemas de salud mental es el mito de que las personas con esquizofrenia son violentas. Pero es falso. Así nos lo indican desde el Consejo General de la Psicología de España (COP). Desde esta institución aseguran que es "una idea errónea bastante común en la población" pensar que las "personas con problemas de salud mental como la esquizofrenia, son de alguna manera 'peligrosas' o 'capaces de cometer violencia'". Según explican, "la investigación muestra que sólo un pequeño número de personas con esquizofrenia pueden volverse violentas, de la misma manera que una pequeña minoría de la población general" puede serlo. De hecho, destacan que "las personas con un diagnóstico de esquizofrenia son más propensas a ser un peligro para sí mismas que para los demás".
La Sociedad Española de Psicología Clínica (ANPIR) coincide al afirmar que "la inmensa mayoría de las personas con esquizofrenia no cometen agresiones" y que, "de hecho, generalmente son víctimas de violencia". Según nos indica la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP), "la mayoría de estas personas son pacíficas y las acciones violentas son perpetradas por un pequeño grupo que probablemente no sean más que el 10 o el 15 por ciento". Luis Gutiérrez Rojas, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Granada y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) señala que "en el contexto de una descompensación psicótica", el paciente con esquizofrenia sí "puede tener alguna conducta de agresividad o de violencia verbal". Pero, subraya: "Si lo comparamos con las personas que no tienen esas enfermedades, estas tienen más probabilidades de poder cometer actos violentos" que las personas con este diagnóstico psiquiátrico.
2 | La depresión no tiene por qué durar toda la vida
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es "un trastorno mental común", afecta a aproximadamente 280 millones de personas en el mundo, y el 5% de los adultos la padecen. Un mensaje de la red social X asegura que "la depresión es para toda la vida" y que "no hay rachas buenas ni malas, hay periodos de estabilidad y recaídas". Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que la depresión no siempre es crónica. El psiquiatra Luis Gutiérrez Rojas (SEPSM) nos explica que "hay algunos subtipos [de depresión] que no son los más frecuentes, que sí pueden cronificarse, pero la mayoría de las personas tienen episodios aislados de los cuales se recuperan" y que lo más habitual es la depresión "episódica". Según indica, "hay gente que puede tener un episodio depresivo en su vida y no se repite" mientras que "otras personas lo tienen de repetición".
Gutiérrez subraya que "hay depresiones que son más endógenas y otras más exógenas". Las exógenas son "las que se deben más a causas externas" como la de "alguien que tiene una ruptura sentimental, pierde su trabajo o le diagnostican un cáncer, puede tener un cuadro depresivo asociado, pero luego se recupera", argumenta este experto. Por otro lado, están las personas "que tienen depresiones más endógenas", con "un mayor correlato biológico, porque empiezan en una edad joven o tiene muchos antecedentes familiares de esa enfermedad". "Ese tipo de depresiones sí que son más repetitivas, más recurrentes", concluye Gutiérrez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también señala que "hay tratamientos eficaces para la depresión, ya sea leve, moderada o grave".
3 | Superar un trastorno de ansiedad no solo está en manos de quien lo sufre
Otra de las falsas creencias en torno a la salud psicológica es que superar un trastorno de ansiedad depende de quien lo padece. En X encontramos un mensaje que asegura: "No arreglas tu ansiedad, arreglas tus finanzas, tu dieta, tus hábitos, tus relaciones, tu sentido de propósito y la ansiedad desaparece. La ansiedad es un efecto". Para tratar un trastorno de ansiedad es necesaria la ayuda de un especialista. La Asociación Augusta de Enfermos Mentales Calatayud (ASAEME) sostiene que "la ansiedad es una respuesta normal del cuerpo ante el estrés", mientras que el trastorno de ansiedad "es un diagnóstico clínico que implica la presencia de síntomas de ansiedad persistentes, excesivos y afectan la vida diaria". Según la Asociación Española de Ayuda Mutua contra Fobia Social y Trastornos de Ansiedad (AMTAES), la "principal falsa creencia" en torno a este trastorno mental es creer que "son problemas leves que si uno quiere y se lo propone puede superar por sí mismo". Desde AMTAES explican que "desde luego que cada persona afectada debe poner de su parte" pero, subrayan que "casi siempre se requiere ayuda psicológica por parte de expertos de la sanidad pública, así como ayuda de la sociedad y de asociaciones de personas afectadas". También existe la creencia de que "si comes bien, haces ejercicio, evitas la cafeína y llevas un estilo de vida saludable, tu ansiedad desaparecerá". Pero, según nos indican desde el Consejo General de la Psicología de España (COP), esto es "falso". Explican que, "aunque son factores que pueden contribuir a disminuir la ansiedad, el trastorno no se curará por sí mismo siguiendo estos consejos", sino que "necesita más ayuda que simplemente reducir estos factores de estrés".
Luis Gutiérrez, psiquiatra y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), destaca que "hay dos cuadros de ansiedad fundamentales: la ansiedad generalizada y las crisis de ansiedad o crisis de pánico". Según explica, la ansiedad generalizada, "es estar todo el día muy nervioso y una crisis de pánico es estar bien y en un momento puntual tener una crisis de ansiedad". Estos "dos cuadros", dice, "hay que diagnosticarlos bien" porque "no te vas a curar por tu esfuerzo", sino que "tendrías que hacer un tratamiento psicológico". Y, "a veces, también necesitas psicofármacos que estén bien prescritos" con "la mínima dosis eficaz y que no se mantengan crónicamente". Eso, dice, "es muy eficaz y hace que la gente mejore mucho" pero, "si no lo haces puedes ir arrastrando un cuadro de ansiedad que se cronifica y esa es la puerta de entrada de que la ansiedad se convierta en un cuadro depresivo".
4 | Las personas con trastornos de la conducta alimentaria no siempre están delgadas
Uno de los mitos en torno a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) es asociarlos con el peso de una persona. Un ejemplo son los mensajes de redes sociales que describen como "anoréxicas" a personas delgadas. Los expertos consultados también nos alertan de la falsa creencia de que "si una persona no está delgada, no tiene un TCA". La Sociedad Española de Psicología Clínica (ANPIR) nos explica que "algunos TCA cursan con peso bajo, pero las personas con un trastorno de alimentación pueden estar en normopeso o en sobrepeso también". El Consejo General de la Psicología de España coincide en esta idea y argumenta que "los trastornos alimentarios incluyen, por ejemplo, la bulimia, la anorexia o los trastornos por atracón" y "muchas personas que los sufren pueden tener un aspecto saludable".
Luis Gutiérrez, psiquiatra y vocal de la SEPSM, recuerda que la bulimia es un "cuadro de conducta alimentaria todavía más frecuente que la anorexia". Según explica Gutiérrez, las personas que la sufren "se dan atracones" y "después hacen una conducta purgativa". La "más frecuente es provocarse el vómito" tras el atracón, pero, dice, hay otras, "como por ejemplo hacer un deporte extremo, tomar pastillas laxantes para hacer de vientre o pasarse un día entero sin comer, después de sentirse culpables". En ocasiones, estas conductas no afectan al peso de las personas y "sin embargo son un cuadro muy severo que solo veríamos si viéramos a esa persona dándose esos atracones que normalmente son nocturnos y en solitario", advierte este psiquiatra. De ahí que "mucha gente que pueda tener ese cuadro pida ayuda cuando lleva muchos años o meses teniendo esa conducta patológica que nadie se ha dado cuenta de que la tiene". Desde la web de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña (ACAB) alertan de que "creer erróneamente que todo el mundo que sufre un TCA está delgado puede dificultar la detección" de este trastorno.
5 | El origen de un trastorno bipolar no es tener un carácter "débil"
Otro de los mitos que detectamos es que el trastorno bipolar se debe a "una debilidad en el carácter o voluntad de la persona". En X encontramos el siguiente mensaje: "La gente es experta creando monólogos para sufrir por estupideces, en las redes, en el trabajo, en sus mismos hogares, estamos en una época donde vemos a las personas débiles tener temperamentos con ciertas características bipolares y lo demuestran a primeras". Según indica la Asociación Augusta de Enfermos Mentales Calatayud (ASAEME) en el apartado de '"mitos'" de esta guía, considerar que "el trastorno bipolar es el resultado de una debilidad en el carácter o voluntad de la persona" es una "creencia que no tiene en cuenta el carácter multicausal de este tipo de problemática" (pág.7). En declaraciones a VerificaRTVE, ASAEME expone que "cambiar de humor o encontrarse en momentos en los que se experimentan diversas emociones no es una respuesta problemática" y que "el trastorno bipolar incluye episodios maníacos o hipomaniacos y depresivos, con frecuencia prolongada, intensidad extrema y disfuncionalidad en las relaciones y la vida diaria". Según nos explican, "los episodios maníacos se caracterizan por un estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritable" y "son a menudo seguidos por episodios depresivos, generando un ciclo de altibajos emocionales".
Sobre esta falsa creencia también le hemos preguntado al titular de Psicología de la Universidad de Granada Luis Gutiérrez Rojas. Este experto indica que "la principal causa del trastorno bipolar tiene un origen genético, o sea, biológico". Añade que esto "lo sabemos por algo muy sencillo y es que la prevalencia (el porcentaje de personas que tienen un trastorno bipolar), permanece súper constante en muchos países del mundo". Según los datos publicados en 2024 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que el trastorno bipolar "afecta a 40 millones de personas" en el mundo. Gutiérrez señala que "siempre hay el mismo porcentaje de personas con trastorno bipolar (en torno a un 2 o 2,5 por ciento de la población)". De manera que, "si fuera por causas externas como la depresión, la prevalencia cambiaría mucho y, sin embargo, no cambia". Gutiérrez explica que, aunque "es verdad que puede haber desencadenantes externos que desarrollen un episodio, tienes que tener esa predisposición". La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta a "varios factores biológicos (por ejemplo, genéticos), psicológicos, sociales y estructurales que pueden influir en su aparición, su evolución y su pronóstico".
Los mitos sobre problemas de salud mental ponen en riesgo a quienes los sufren
En VerificaRTVE hemos consultado a los expertos por el efecto que puede generar este tipo de desinformación en las personas con problemas de salud mental. El principal riesgo que identifican desde el Consejo General de la Psicología de España es que "los estereotipos pueden hacer que la persona no sea consciente de que tiene un problema, dado que no se identifica con el mito, y cuando lo es no busca la ayuda que necesita por miedo a ser juzgado y estigmatizado". El psiquiatra Luis Gutiérrez pone el ejemplo de cómo algunos pacientes con esquizofrenia han llegado a "asociar la violencia a la enfermedad" con "la dura frase" de "yo no tengo un cuadro psicótico porque yo nunca he intentado matar a nadie". Según este experto, el argumento de los pacientes es: "Si yo no soy violento es que no estoy enfermo" y eso, dice Gutiérrez, "es puro estigma". Para la Asociación Augusta de Enfermos Mentales Calatayud (ASAEME) "la creencia de que las personas con esquizofrenia son violentas tiene efectos devastadores" como "la alimentación del miedo" y el "rechazo social". Así como un "impacto en la búsqueda de tratamiento", porque "el miedo y la discriminación pueden disuadir a las personas que experimentan síntomas de esquizofrenia de buscar ayuda", y "dificultades en la recuperación", explican.
Luis Gutiérrez también advierte sobre los mensajes del tipo "‘pon de tu parte’, ‘esfuérzate’ o ‘no seas esclavo de tu pensamiento’" que, aunque se "lanzan en plan positivo’, son muy humillantes para la persona que tiene una enfermedad". Según explica, se traslada la idea de que "si yo tengo depresión o ansiedad es porque no me esfuerzo lo suficiente, porque no pongo de mi parte o porque soy una persona débil". Para Gutiérrez este es un ejemplo de cómo "en la enfermedad mental hay un doble estigma: primero porque estoy enfermo y segundo porque la culpa es mía". Para la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP) estos estigmas pueden aumentar "la carga de sufrimiento para la persona afectada", lo que "dificulta el afrontamiento y la recuperación", añaden.
Los mitos sobre problemas de salud mental ponen en riesgo a quienes los sufren
En VerificaRTVE hemos consultado a los expertos por el efecto que puede generar este tipo de desinformación en las personas con problemas de salud mental. El principal riesgo que identifican desde el Consejo General de la Psicología de España es que "los estereotipos pueden hacer que la persona no sea consciente de que tiene un problema, dado que no se identifica con el mito, y cuando lo es no busca la ayuda que necesita por miedo a ser juzgado y estigmatizado". El psiquiatra Luis Gutiérrez pone el ejemplo de cómo algunos pacientes con esquizofrenia han llegado a "asociar la violencia a la enfermedad" con "la dura frase" de "yo no tengo un cuadro psicótico porque yo nunca he intentado matar a nadie". Según este experto, el argumento de los pacientes es: "Si yo no soy violento es que no estoy enfermo" y eso, dice Gutiérrez, "es puro estigma". Para la Asociación Augusta de Enfermos Mentales Calatayud (ASAEME) "la creencia de que las personas con esquizofrenia son violentas tiene efectos devastadores" como "la alimentación del miedo" y el "rechazo social". Así como un "impacto en la búsqueda de tratamiento", porque "el miedo y la discriminación pueden disuadir a las personas que experimentan síntomas de esquizofrenia de buscar ayuda", y "dificultades en la recuperación", explican.
Luis Gutiérrez también advierte sobre los mensajes del tipo "‘pon de tu parte’, ‘esfuérzate’ o ‘no seas esclavo de tu pensamiento’" que, aunque se "lanzan en plan positivo’, son muy humillantes para la persona que tiene una enfermedad". Según explica, se traslada la idea de que "si yo tengo depresión o ansiedad es porque no me esfuerzo lo suficiente, porque no pongo de mi parte o porque soy una persona débil". Para Gutiérrez este es un ejemplo de cómo "en la enfermedad mental hay un doble estigma: primero porque estoy enfermo y segundo porque la culpa es mía". Para la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP) estos estigmas pueden aumentar "la carga de sufrimiento para la persona afectada", lo que "dificulta el afrontamiento y la recuperación", añaden.