Enlaces accesibilidad

Los auditores europeos advierten del impacto en el presupuesto de la UE de una deuda "sin precedentes"

  • Según el Tribunal de Cuentas Europeo, la tasa de errores e irregularidades se ha duplicado desde 2020 hasta alcanzar el 5,6%
  • La Comisión Europea ha rechazado muchas de las advertencias, pero ha reconocido que se necesitan mejoras

Por
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen Philippe BUISSIN/European Parliament/dpa

Los auditores europeos han advertido este jueves de la presión que ejerce sobre el presupuesto de la Unión Europea (UE) el nivel "sin precedentes" de deuda que tiene el bloque para financiar el fondo de recuperación, así como la inflación y el impacto económico de la guerra de Rusia en Ucrania.

En su informe sobre el presupuesto de la UE para 2023, el Tribunal de Cuentas Europeo ha subrayado que la deuda del bloque "aumentó significativamente" el pasado año para alcanzar los 458.500 millones de euros, una cifra que se podría duplicar próximamente porque la Comisión Europea podrá emitir otros 443.000 millones hasta 2026 para financiar los pagos del fondo de recuperación.

De hecho, la mayor parte del pasivo actual (un 60%) proviene de operaciones relacionadas con este plan anticrisis y los auditores han señalado la posibilidad de que Bruselas tenga que refinanciar la deuda que expire "para lograr una reducción constante y previsible" de la misma.

Además, el informe ha avisado de que "posibles cambios en las condiciones del mercado podrían dar lugar a un aumento de los costos de endeudamiento", que en el caso de aquellos relacionados con el fondo de recuperación "tendrán que correr a cargo del presupuesto de la UE".

Dado que la mayoría de emisiones de deuda de la UE se realizan con el respaldo del presupuesto comunitario, incluidas las del fondo de recuperación, la exposición ante posibles pérdidas aumentó el año pasado hasta los 298.000 millones de euros y, en particular, la exposición a Ucrania se duplicó hasta los 33.700 millones.

A todo esto se suma la "elevada inflación" registrada tanto en 2022 como en 2023, que "sigue afectando" a las cuentas comunitarias. En particular, las auditores estiman que el presupuesto de la UE podría perder alrededor de un 13 % de poder adquisitivo al cierre de 2025.

La tasa de errores e irregularidades se ha duplicado

Más allá de estos tres "crecientes riesgos financieros" para la salud financiera del bloque, el informe de evaluación sobre el presupuesto de la UE para 2023 del Tribunal de Cuentas europeo da una opinión "desfavorable" por el aumento de errores de gasto por tercer año consecutivo.

En concreto, la tasa de estos errores e irregularidades se ha duplicado desde 2020, cuando se situó en un 2,7%, hasta alcanzar la cota del 5,6% en las cuentas del pasado ejercicio.

Esto supone que, por cuarto año consecutivo, el presupuesto tuvo un nivel "significativo y generalizado" de irregularidades y errores, a los que hay que sumar veinte casos de posible fraude que fueron remitidos a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).

El presidente del organismo, Tony Murphy, ha explicado que el aumento en el nivel de errores puede deberse a una serie de factores, entre los que citó la "presión" que tienen los Estados para gastar los fondos pendientes asignados al periodo 2014-2020 o la "competencia" entre programas europeos de gasto.

"La capacidad administrativa de muchos Estados miembros no es capaz de gestionar esta cantidad" de recursos, enfatizó el presidente del Tribunal de Cuentas Europeos, para después apuntar que esto puede derivar en "mayor probabilidad de errores e irregularidades".

En esa línea, el informe recoge que los errores afectan también a "una parte" de los 48.000 millones de euros que fueron desembolsados por la Comisión Europea a los distintos Gobiernos en el marco del fondo de recuperación postpandemia.

En 2023 se efectuaron 23 pagos en ayudas directas a 17 Estados miembros y los auditores identificaron que alrededor de un tercio de ellos "no cumplían con las normas y condiciones" del fondo, un diseño "deficiente" de algunos hitos y objetivos y problemas "persistentes" en cuanto a la fiabilidad de la información que los Estados miembros en sus declaraciones de gestión.

Bruselas rechaza las advertencias

Por su parte, la Comisión Europea ha respondido al dictamen negativo del TCE sobre la regularidad de la ejecución del presupuesto de la Unión Europea para 2023, que ha atribuido a diferentes metodologías para evaluar si se ha producido un error y para estimar el impacto financiero del mismo.

Aunque ha tomado nota de las observaciones contenidas, el Ejecutivo comunitario ha rechazado en un detallado comunicado muchas de las advertencias y ha acogido con satisfacción que hayan dado su visto bueno a las cuentas anuales de la UE por decimosexto año consecutivo.

El primer mandato de la Comisión, capitaneada por Ursula von der Leyen, estuvo marcado, según ha recordado Bruselas, por una serie de crisis sin precedentes que han exigido "soluciones rápidas y eficaces para proteger las vidas y los medios de subsistencia en la UE", ha dicho el comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, en alusión a la pandemia y al impacto de la guerra de Moscú contra Kiev.

Y el periodo analizado, 2023, fue otro año "importante en el que la UE siguió haciendo frente a los desafíos a medida que surgían", ha añadido Hahn.

Sobre la duplicación de los errores e irregularidades, la Comisión ha recordado que el nivel estimado de error notificado por los auditores "no es una medida de fraude, ineficiencia o despilfarro, sino más bien irregularidades administrativas que no afectan al resultado final de un proyecto y que normalmente se recuperan o corrigen".

"Es importante señalar que la mayoría de los errores identificados por el Tribunal de Cuentas Europeo son errores o irregularidades, no fraude", ha subrayado.

Al mismo tiempo, Bruselas ha dicho que está de acuerdo en que son necesarias mejoras y que está actuando en consecuencia.

Bruselas, además, ha destacado que, como en años anteriores, la sección de ingresos del presupuesto de la UE sigue estando libre de errores materiales, lo que demuestra la "sólida" gestión financiera de los fondos de la UE.