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Sanidad registró más de 15.000 casos de violencia de género en centros sanitarios en 2022

  • El número de casos recogidos mediante historia clínica fue de 15.301 en 2022, un 6% menos que en 2021 
  • En hospitales se detectaron 1.743 casos de violencia física; en atención primaria, 2.900 de violencia psicológica

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La atención primaria, clave para detectar los casos de violencia machista

El número de casos de violencia de género detectados por Sanidad, dentro de su programa de cribado de casos de violencia de género, fue de 15.301 casos a través historia clínica en 2022, un 6% menos que en 2021, según publica el Informe Anual de Violencia de Género 2023, del ministerio de Sanidad. Esta publicación presenta los datos de mujeres maltratadas registrados por los servicios sanitarios del Sistema Nacional de Salud, tanto los que se han detectado en historia clínica como los registrados en un parte de lesiones. 

En atención primaria (AP), los casos aumentaron un 13% con respecto al año anterior, con 11.630 mediante historia clínica; mientras que los registrados en hospitales (AH) descendieron un 42%, con 3.671 en 2022.

El número de casos notificados en 2022 mediante partes de lesiones fue de 11.569, lo que supone un 46% más casos que en el año anterior. De estos, 9.256 fueron en atención primaria y 2.313 en atención hospitalaria. El informe subraya que hay una vuelta a la tendencia prepandémica de casos detectados por historia clínica, tras la gran caída en las tasas en 2020 y el fuerte incremento por rebote en 2021. Esto se ha traducido en un aumento moderado en el número de casos y tasas en atención primaria y un descenso importante en los casos y tasas en atención hospitalaria en 2022.

La violencia psicológica, más común en atención primaria

El tipo de maltrato más frecuente es la violencia psicológica, contabilizando 2.900 casos en historiales clínicos de atención primaria, suponiendo el 25% de estos casos. Detrás, se sitúa la violencia física con 2.362 casos (20,3%), unas cifras que han descendido con respecto a 2021, que fueron del 31% y 26%.

No obstante, hubo 6.986 casos de violencia física (75,5%) recogidos mediante partes de lesiones en atención primaria y 5.445 casos de violencia psicológica (59%), frente al 60% y 51%, respectivamente, del año 2021.

En cuanto a los casos provenientes de atención hospitalaria, destaca la violencia física, con 1.743 registros, un 47,5%, por encima del 39,6% del año anterior. La violencia psicológica, con un 25%, se mantiene en el mismo rango que en 2021, un 27%, con 922 registros.

En los casos recogidos por parte de lesiones en atención hospitalaria, se observa una mayor frecuencia de violencia física con 1.604 casos (69%), que de violencia psicológica con 930 sucesos (40,2%). Mientras tanto, los casos y tasas en atención hospitalaria no han sufrido cambios relevantes. Estos datos suponen porcentajes similares a los del año anterior en cuanto a violencia psicológica (38,2%), y con cierta disminución en la física (75% en 2021).

417 casos de violaciones sexuales con partes de lesiones

La violencia sexual presenta una importante mejora en su detención tanto en atención primaria como hospitalaria y por ambas fuentes de registro. Los incrementos por historia clínica son del 86% en atención primaria y del 58% en atención hospitalaria, mientras que por parte de lesiones son del 96% en atención primaria y del 3% en hospitalaria. 

Más de la mitad de los casos detectados en atención primaria y uno de cada cinco en atención hospitalaria no informan del tipo de violencia sufrida por la mujer. En atención primaria se contabilizaron 417 casos de violaciones sexuales con partes de lesiones. En hospitales la cifra asciende hasta los 296 casos, un 11,6%.

La pareja, el agresor más frecuente

La pareja de la mujer es el agresor más frecuente, tanto en atención primaria (10,6%) como en hospitalaria (23%), seguido de la expareja (4,4% en AP y 11,2% en AH), según los casos recogidos mediante historia clínica. Los casos en los que no consta información de la relación con el agresor es muy alta, alcanzando el 79% (9.167) de los casos en atención primaria y el 62% (2.272) en la hospitalaria. 

En los sucesos detectados mediante parte de lesiones la distribución es similar, el agresor es la pareja en el 57,2% (5.296) de los casos en atención primaria y el 51,1% (1.181) en hospitalaria. En segundo lugar, en frecuencia, está la expareja, con un 20,6% (1.904) de los casos en primaria y un 17,2% (397) en hospitalaria.

Más casos en mujeres jóvenes

En los casos recogidos mediante historia clínica de atención primaria, el grupo de edad más frecuente corresponde al de mujeres adultas jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y los 44 años, presentando tasas que superan los 130 casos por cada 100.000 mujeres.

Llama la atención el grupo más joven de 14 a 19 años, cuya tasa se ha incrementado en casi el doble, con 100,5 casos/100.000 mujeres, frente a 58,6/100.000 del año 2021. La situación en atención hospitalaria es semejante, pero con tasas bastante menores, siendo la mayor la del grupo de 20 a 24 años, con 80 casos por 100.000 mujeres.

En los datos recogidos mediante partes de lesiones también se observan tasas más elevadas en las mujeres adultas jóvenes de 20 a 39 años, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria. Las tasas en atención primaria son mucho más elevadas que en atención hospitalaria, destacando en atención primaria el grupo de mujeres de 30 a 34 años, con tasas de 216,4/100.000, y en atención hospitalaria el grupo de 20 a 29, con tasas superiores a 50/100.000.

El informe de Sanidad sugiere la necesidad de seguir reforzando el programa de cribado y la recogida de información a través de la historia clínica (HC) para conocer la magnitud de la violencia contra las mujeres y su impacto en el Sistema Nacional de Salud, ya que se considera que es la mejor herramienta de trabajo para los profesionales en el ámbito sanitario y donde debe que quedar reflejada la situación de sospecha o de caso de violencia de género.

"El parte de lesiones es un complemento de información asociado a la HC, que aporta información sobre episodios determinados en la historia de maltrato, pero el seguimiento en salud debe hacerse a través de la historia clínica", concluye.