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Antonio López: "El arte malo es como la mala política, ensucia"

  • El pintor manchego afincado en Madrid vuelve a impartir un taller tras la pandemia 
  • RTVE habla con López sobre su vuelta, sobre cómo ve el arte en la actualidad y cómo enfoca ahora la vida

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Antonio López vuelve a los talleres magistrales en Medina de Rioseco

A orillas del Canal de Castilla, en Medina de Rioseco, Antonio López observa cómo Berta, una pintora aficionada de Valladolid, recrea en un lienzo la dársena junto a la Fábrica de Harinas San Antonio. Le hace algún comentario sobre la técnica y le felicita por la obra. 

Poco antes, en el interior de la Fábrica de Harinas levantada a los pies del Canal, López se acerca al cuadro de una joven pintora y le pregunta: "¿A tí qué te parece? ¿Puedes decir algo?” La joven dice que le da la impresión de que se está desviando del tema que quería pintar, a lo que el manchego responde: "Es que te lo estás inventando, pero eso es bueno, lo que hacemos es una invención. ¿La Gioconda no es una invención?”

Durante toda la semana 55 pintores de toda España se han enfrentado a las preguntas del maestro del hiperrealismo. Todos ellos tenían muchas ganas de estar con él en lo que ha supuesto su vuelta al mundo del taller. Lleva desde antes de la pandemia sin realizar uno, sin compartir sus ideas con pintores que se inician en el mundo del arte o con los que simplemente quieren mejorar su visión sobre lo que pintan.

 Este taller en la Ciudad de los Almirantes de Castilla, como se conoce popularmente a Medina de Rioseco, está enmarcado dentro del programa 'Agua, Arte y Vida. Canal de Castilla', que ha organizado la Asociación España Creativa. Ha coincidido además con el 175 aniversario de la llegada del proyecto fluvial a la localidad castellana.

 Algunos de los asistentes al taller nos contaban la ilusión y el entusiasmo con el que han viajado hasta allí para coincidir con Antonio López, José María Mezquita y Jorge Abad. Estos dos últimos también han compartido sus reflexiones en la formación junto con el de Tomelloso.

"Parece mentira que en cuatro días uno pueda aprender tanto, pero es que claro, son muy grandes", nos cuenta Blanca. "Un privilegio charlar con ellos y que nos corrijan", apunta Isidro. "No deja de ser para mí una experiencia única", comenta Jesús, el único pintor que además era del mismo Medina de Rioseco.

Taller de Antonio López en Medina de Rioseco

El pinto Antonio López charla con algunos de sus alumnos. Óscar Nieto (RTVE)

"Lo importante son las personas"

Todas las obras de los pintores, con la mirada y las preguntas de los maestros que han impartido el taller, se han juntado y han creado una exposición temporal en el Centro de Recepción de viajeros de la Dársena del Canal de Castilla. Allí lucen como colofón las más de 70 obras que los asistentes han llegado a producir en cinco días.

Con el agua de fondo y los pájaros de la mañana del parque de La Concha, Antonio López atiende a RTVE y responde de pie, tranquilo y como dijo varias veces durante la entrevista, "no tengo ninguna prisa”. Respondió a todo lo que le preguntamos.

P.- Muchas gracias Antonio por atendernos aquí en Medina de Rioseco. La primera pregunta es sencilla, ¿por qué ha elegido usted Medina de Rioseco para volver al mundo del taller?

R.- Me lo pidieron. A mí ni se me habría ocurrido si quiera. Primero te lo tienen que pedir, en Rioseco o donde sea y después tú si quieres o si puedes pues vienes. A mí me ha parecido muy bien. Me ha alegrado estar aquí, no conocía Medina de Rioseco. España es muy grande.

P - Por el espacio, por el interior, por el exterior… ¿Usted cree que este sitio donde nos encontramos ha tenido potencial para el taller?

 R - Y por las personas. Lo importante aquí son las personas. El escenario también, pero las personas son lo más importante.  

P - ¿Qué ha visto en las personas que han venido hasta aquí? 

R - Que les gusta la pintura y algunas, que valen para pintar, y que han querido estar aquí.

En nuestros tiempos lo que nos puede salvar es la ciencia, no el arte. Pero el arte mejora la vida.

P- ¿Qué significa que alguien valga para pintar en estos tiempos?

 R - Lo importante es la ciencia. En nuestros tiempos lo que nos puede salvar es la ciencia, no el arte. Pero el arte mejora la vida. A los que estamos metidos en este trabajo, en esta actividad, nos gusta juntarnos de vez en cuando, lo hacen también los científicos. Charlan de sus dudas, de sus incertidumbres y es necesario hacer todo esto.

"La pintura me ha hecho buena la vida"

P - Es curioso, le hemos escuchado en varias ocasiones decir que a usted la pintura le salvó, ¿sigue teniendo esa percepción?

 R - No sé si me salvo, pero me ha hecho buena la vida. Yo empecé muy joven a los 13 años, y hasta ahora. Han sido muchísimos años dónde he conocido a través de la pintura a la mejor gente que podía haber. El arte sirve, le sirve al hombre. Es una creación del hombre desde que existe el hombre y junto con la ciencia…, pues es lo que nos hace manejarnos en el mundo mejor. Nos ayuda a vivir. La vida es dura, la vida es áspera. Se cometen en otros espacios muchísimos errores. El arte nos ayuda, verdaderamente nos ayuda.

P - En la tercera planta de esta Fábrica de Harinas San Antonio había elementos como bodegones, panes, pimientos, ¿en algún momento ha recordado usted aquellos primeros trazos en los que pintaba ese tipo de objetos y alimentos con su tío?

 R - Hay tanta distancia que no pensaba en eso. Además, aquí hay gente que lleva ya muchos años pintando. Yo cuando pintaba el pan con mi tío era un absoluto ignorante, aquí hay gente que lleva mucho pintado ya, que ha hecho bellas artes. Es verdad que hay otras personas que comienzan, sí… pero abunda la gente que tiene experiencia. Se habla de un nivel más alto del que yo tenía en aquella época, pero el mundo del arte es el mismo.

P - ¿Usted cree que el mundo del arte no ha cambiado?

R - En lo esencial no. Se trata de materializar los sentimientos, siempre se ha tratado de eso. Han cambiado las formas de hacerlo. El arte en sí nace de una manera natural desde sus comienzos y ahí no ha cambiado. Es como el amor, es como el hambre, como la sed… es como la muerte, es como la vida…

 P - ¿Qué pasa ahora por la cabeza de Antonio López? ¿Hacia dónde caminan sus sueños?

R - Pues mira, por lo pronto esta noche sé que dormiré en Madrid. Mañana me pondré con la dificultad de mi trabajo en este momento. Este curso ha sido un margen bonito, corto.

P - ¿Tiene mucho trabajo ahora?

 R - Mucho. Me cuesta más que de joven, pero está muy bien. Yo vivo una vida que está hecha a mi gusto. Madrid es una ciudad difícil, complicada. La vida es complicada y difícil y la edad pues te va conformando, te va entregando y te va quitando también. En conjunto yo estoy muy contento con mi vida, estoy contento con la gente que he conocido y estoy muy contento con lo que ha pasado aquí.

Antonio López imparte un taller de pintura

El pintor y escultor Antonio López EFE/Nacho Gallego

"Soy de pueblo, es una cosa buena"

P - ¿Usted se considera más de pueblo o más de ciudad?

R - Yo soy de un pueblo, yo nací en Tomelloso. Eso es algo que está en mi vida y no es una cosa mala, es una cosa buena. Y ese sitio me ha dado muchas cosas, había cosas buenas, había cosas malas… pero yo he recogido las cosas buenas de mi pueblo: la gente que trabajaba, las calles y las casas hechas a la medida de las personas. He estado enamorado de mi pueblo. Sigo enamorado de mi pueblo.

P - ¿En Rioseco ha sentido algo similar a cuando usted volvía verano tras verano después de estudiar en Madrid, aquí dónde no hay edificios de ocho y nueve plantas?

 R - A mí me llevaron a Madrid porque era donde se enseñaba la pintura, si no me hubieran llevado a Madrid no sería lo que soy. No me podía quedar en Tomelloso. Pero yo he vuelto a Tomelloso con mucha frecuencia, tengo una casa allí. Como motivo de mi pintura para mi tiene muchísima importancia. Las calles, las casas, los lugares y las gentes… y el carácter de la vida que hay allí. A mí eso me produce muchísima ilusión y me ha enseñado muchísimo.

 Pero mi vida transcurre en Madrid, allí están las galerías, en esos primeros años de la vida es lo que te enseñan, tenía que ir allí. Mi tío pintor me llevó allí, tenía que estar ahí aprendiendo. Tenía que ingresar en Bellas Artes, estar con jóvenes como yo que querían ser pintores o escultores y empezar la vida de pintor.

La vida podría ser mejor si los políticos fueran mejores. Creo que no se está haciendo bien

P - ¿Cómo ve usted hoy la vida?

 R - La vida podría ser mejor si los políticos fueran mejores. Creo que no se está haciendo bien y la culpa es de los responsables, de los que están gobernando, siempre es así.

P - ¿Y el arte salva?

R - El arte mejora: el arte bueno. El arte malo es como la mala política, ensucia.

 P - ¿Cómo ve el arte ahora?

 R - En esta época el arte se realiza como nunca se ha realizado y es en libertad. El arte antiguo hasta los impresionistas era dictado por la sociedad, por la Iglesia, por los poderosos. Ahora pues parece que lo que es nuestra obligación es expresar lo que somos realmente: somos libres. Esa libertad pues genera cosas muy buenas, fantásticas que han ocurrido en el arte maravillosas. El arte del siglo XX bueno es único, tiene mucha dimensión y es un retrato del hombre fenomenal. El hombre individual. Esa libertad genera también muchos trastornos.

Antonio López imparte un taller de pintura

El pintor y escultor Antonio López imparte un taller en Medina de Rioseco EFE/Nacho Gallego

"Ciudades imposibles"

P - ¿Sigue dejando caer membrillos de su árbol?

 R - ¿Que si dejo caer? Se caen solos en su momento sí. Es algo fundamental en mi pintura, a mí el árbol me parece algo maravilloso, el árbol habla. Está quieto, es hermoso, aguanta todo… si tiene que morir se muere. Para mí es un ejemplo y es una belleza y me gusta trabajar sobre lo que representa el árbol.

 P - ¿Para usted el tiempo sigue siendo igual que antes, sigue yendo a la misma velocidad?

R - Ahora las ciudades se han hecho agresivas. Esta sociedad ha creado unas ciudades imposibles, ha sido un error tremendo del capitalismo. No se han hecho bien las cosas y van a surgir muchos problemas. Quizás la labor nuestra es trabajar sobre esos espacios un poco monstruosos.

La vida del hombre ha sido muy complicada, muy difícil, con cosas que han ayudado y con cosas que nos han matado. Los hombres torpes, que son muchísimos, nos complican mucho la vida. Por eso el arte es muy importante y la ciencia… pues la mano de santo. Llega una epidemia y nos la solucionan y tienes próstata y te curan la próstata, y te curan las cataratas, es fantástica. Es la gran esperanza, pero el arte también. 

P - Esta dársena del Canal de Castilla en Medina de Rioseco, ¿le haría cambiar de planteamiento si decidiera pintarla en algún momento, teniendo en cuenta la diferencia con los edificios que acostumbra a pintar en Madrid?

 R - Esto surgió en su momento, ahora ya no funciona. ¿Qué era en su comienzo? ¿Qué se ha hecho ahora? Yo creo que hay que hacer las cosas porque se deben hacer y porque nos ayudan y encontrar ahí la belleza. Yo creo que no hay que jugar con las cosas. La verdad de esto es que funcionó en su momento y fue útil.  

En la Plaza de Castilla en Madrid hay cosas muy diferentes. Hay una escultura en el centro, hay otros elementos… A mí lo que me parece mejor es una obra de ingeniería, que es un depósito de agua. ¿Por qué?: porque es útil. Cuando se hace una cosa útil tiene la belleza de lo imprescindible, de lo que no puede ser de otra manera. Los caprichos tontos nos hacen mucho daño y surgen mucho en esta época, porque hay medios económicos y es una forma de embelesar a la gente y distraerla.