El arte de lo salvaje de Cristóbal Serrano: en busca de la fotografía perfecta de naturaleza
- El fotógrafo alicantino acaba de lograr un nuevo reconocimiento en el certamen Wildlife Photographer of The Year
- Su trabajo se caracteriza por una composición muy delicada, en la que la estética se cuida hasta el último detalle
Su nombre científico es Merinthopodium neuranthum, y es nativa de bosques húmedos de Centroamérica, desde el sur de México hasta Panamá. Esta planta tropical posee una particularidad: únicamente florece después de la puesta de sol, lo que le convierte en un manjar muy codiciado por animales de hábitos nocturnos que se alimentan de néctar.
El fotógrafo Cristóbal Serrano (Alicante, 1969) acaba de lograr un nuevo reconocimiento en el certamen Wildlife Photographer of The Year -probablemente, el de mayor prestigio a nivel mundial en cuanto a fotografía de naturaleza-, dentro de la categoría de 'Comportamiento: Mamíferos', con una instantánea en la que aparecen dos pequeños murciélagos libando de una de estas plantas de floración nocturna, en la región costarricense de Sarapiquí.
'Solo por una noche'. Dos murciélagos de lengua larga liban de una flor de la planta 'Merinthopodium neuranthum', en un bosque de Costa Rica. C. SERRANO
"Me ha sorprendido que la imagen de dos murciélagos, en principio mamíferos insignificantes, y que incluso puede parecer complicado que inspiren belleza, haya sido seleccionada y premiada. Al fin y al cabo, estás compitiendo con leones, con osos polares, con ballenas… Con animales que transmiten grandiosidad", confesaba Serrano a RTVE.es justo antes de viajar a Londres para asistir a la ceremonia de entrega de los premios.
"Creo que esta fotografía tiene un mensaje muy potente que realza la importancia de animales como los murciélagos. Un mensaje de biodiversidad y de lo necesarios que son los polinizadores para nuestro planeta", valoraba.
60.000 propuestas, de 117 países
Aunque su instantánea no se ha alzado con el primer premio de la categoría, ha recibido una mención honorífica. El certamen está organizado por el Museo de Historia Natural de Londres, y en esta edición, la número 60, ha recibido casi 60.000 propuestas procedentes de 117 países y territorios de todo el mundo. De ellas, apenas un centenar ha obtenido algún tipo de distinción.
No es la primera vez que Cristóbal Serrano es reconocido por la institución británica. En 2018, recibió el máximo galardón simultáneamente en dos categorías: 'Animales y su entorno' y 'Visiones creativas', convirtiéndose en la segunda persona en conseguir una doble distinción en toda la historia del certamen.
La imagen que ganó en 'Animales y su entorno' es especialmente significativa para Serrano. En ella se puede contemplar un grupo de focas cangrejeras sobre un témpano de hielo, desde una perspectiva cenital. "Resume mucho el concepto de mi estilo. El espectador, cuando lo ve por primera vez, no sabe bien lo que ve", describe el autor.
'Cama de focas'. Focas cangrejeras descansan sobre un témpano de hielo en el canal Errera, en la península Antártica. Esta fotografía ganó el primer premio en la categoría de 'Animales en su entorno' de la edición de 2018 de Wildlife Photographer of the Year. C. SERRANO
Pero su trabajo atesora otros muchos galardones, que han reconocido esa manera tan íntima de reflejar el mundo. Sus fotografías también han sido distinguidas en prestigiosos concursos de carácter internacional, como el 'European Wildlife Photographer of the Year' de Alemania, el 'Montier' de Francia o el 'Memorial María Luisa' de España.
Formación en óptica
Aunque el destino le condujo primero por el camino de la música, y después por el empresarial, ha sido en la fotografía donde ha encontrado su mayor pasión, que ha compaginado durante los últimos años con el puesto de consejero en una gran compañía óptica. De hecho, cursó estudios universitarios de Óptica y Optometría; una formación que, según reconoce, le ha ayudado a comprender mejor la luz; esa mano invisible que moldea la imagen retratada, y que se convierte en la "principal herramienta del fotógrafo".
'Pasión roja'. Un colibrí se aproxima a una flor en el parque nacional Juan Castro Blanco, en Costa Rica. CRISTÓBAL SERRANO
El trabajo de Cristóbal Serrano se caracteriza por una composición muy delicada, en la que la estética se cuida hasta el último detalle. Como fotógrafo de naturaleza, no se considera más que un "mero transcriptor", un "traductor", y cree que su obra, antes que documental, es "artística". "El arte lo crea la naturaleza, no el fotógrafo", asegura.
"Yo siempre he estado buscando el arte en la naturaleza, conectar ambos conceptos, creando imágenes singulares, únicas, donde esa visión creativa predomine y dé lugar a un universo muy estético", declara, para apuntar que "el mayor reto está en cautivar al espectador y que descubra que la naturaleza es puro arte".
'Selkie'. Una foca gris descansa en una playa del sur de Islandia. CRISTÓBAL SERRANO
La fotografía le ha permitido aunar otras grandes pasiones en su vida, como la creatividad, el hambre de aventura o ese amor por la naturaleza que le inculcó su abuelo durante sus excursiones por la Sierra de Aitana de Alicante. Serrano se ha resistido a dejar escapar a ese niño fascinado por todo lo que veía, y casi cinco décadas después sigue recorriendo el planeta, con los mismos ojos extasiados, detrás del espejismo de la imagen perfecta. Algo que, como reconoce, "aún no ha alcanzado" y "seguramente nunca vaya a alcanzar", porque "la imagen perfecta es siempre la que no has podido fotografiar".
"Esa es la magia de la fotografía. Puedes tener una foto que triunfe y dé la vuelta al mundo, pero todo eso se olvida. Al final, siempre estás deseando hacer una nueva, y que sea diferente, y tener esa sensación de haberte superado. Es lo más parecido a una droga", compara.
'La ciudad del arco iris / La paleta del artista'. Reserva Nacional del Lago Bogoria, en Kenia. CRISTÓBAL SERRANO
Amor por la naturaleza
Cristóbal Serrano concibe la fotografía como un proceso continuo; una búsqueda permanente en la que asume de antemano que no habrá meta, aunque la recompensa estará en el propio recorrido. "La forma en la que yo entiendo la fotografía me obliga a estar siempre descubriendo cosas, que muchas veces encuentro en lugares remotos, donde la belleza natural se muestra de manera nueva y sorprendente, pero en otros casos encuentro esa sorpresa y esa novedad en lugares más cercanos", declara.
A pesar de que se resiste a considerarse a sí mismo como un "fotógrafo de naturaleza", cree que lo más importante de este trabajo es "amar la naturaleza y sentir curiosidad por ella". En su caso, además, "tratar de descubrir sus aspectos más artísticos, más sutiles".
Respecto a las habilidades necesarias, Serrano opina que "por supuesto, la técnica es importante", aunque admite que esta no ocupa el primer puesto dentro de sus prioridades. "Hay gente que dice que para ser fotógrafo lo primero que hay que tener es técnica, pero para mí hay que tener antes sensibilidad. La técnica está en los libros y se aprende, y cuando lo haces, ahí acaba todo", sostiene.
'Abrazando la Tierra'. Tortuga marina en la bahía de Kimbe, en Papúa Nueva Guinea.
En este proceso de evolución continua, que él define como "la curva invertida de la vida", ahora está experimentando con una nueva aproximación creativa a la imagen, en la que la fotografía fija cobra vida y adquiere movimiento. "He empezado a hacer pequeños cortos con cámaras de cine, con un estilo muy fotográfico, muy artístico, relacionados siempre con personas y conectados al mundo natural", adelanta a RTVE.es. "Creo que ahora es cuando están confluyendo todas esas inquietudes que he tenido desde pequeño: la música y la imagen, que se convierten en cine".
Fotografía multimedia
Igual que la adaptación es el principio básico de esa misma vida que retrata con su cámara, Cristóbal Serrano ha aprendido a reinventarse constantemente para mantenerse a flote en la tormenta de los nuevos tiempos. "El fotógrafo del futuro es un fotógrafo multimedia", mantiene, y cree que es necesario "contar historias con nuevas tecnologías", ya que "hoy el gran poder de la comunicación no solo está en la foto fija sino que también está en el contenido de las redes sociales, que impacta mucho más con imágenes en movimiento".
'Hálendid'. Tierras Altas de Islandia.
Pero hay algo que ha echado de menos durante los 35 años que lleva fotografiando el mundo y los seres que lo habitan: más tiempo para poder dedicarse en cuerpo y alma a lo que realmente le gusta, ya que hasta ahora ha tenido que compaginarlo con su actividad empresarial. "Dentro de un par de años espero tener todo el tiempo para mí y poder disfrutar más de esta gran pasión mía, y poner en valor lo que ya he hecho, para contar historias y que la gente reconozca mi trabajo, lo vea y lo disfrute".
"La fotografía no es solamente mi válvula de escape, es mi estilo de vida. No concibo pasar mucho tiempo sin estar conectado con la naturaleza. Esto es lo que me hace sentir vivo", confiesa con una emoción casi infantil.
'Emergiendo de la oscuridad'. Un pulpo manta hembra, retratado mientras abre su brillante capa en las aguas del océano Pacífico en Batangas (Filipinas). CRISTÓBAL SERRANO
Al mismo tiempo que una planta tropical de Costa Rica abría sus frágiles flores para atraer con su néctar a las criaturas de la noche, un fotógrafo permanecía oculto en la oscuridad, dispuesto a atrapar por fin el espejismo de la imagen perfecta. Pasó varias noches en vela, realizando cientos de disparos y variando la potencia de los flashes hasta dar con la iluminación exacta. No consiguió lo que buscaba, pero sí que obtuvo una instantánea de gran belleza, que acaba de ser reconocida en el certamen de fotografía de naturaleza más importante del mundo. Tal vez la próxima vez tenga más suerte.
Más fotografías de Cristóbal Serrano en:
-
Facebook
-
Twitter
-
WhatsApp
-
Copiar Enlace
-
Guardar en Mis Listas
-
Enviar e-mail
