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La DGT pinta líneas rojas en "la carretera de la muerte" de Málaga para disminuir la siniestralidad

  • Seis meses después, los accidentes graves han bajado en un 30%
  • La DGT estudia establecer estas líneas disuasorias en los puntos negros de toda España

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La DGT pinta líneas rojas en "la carretera de la muerte" de Málaga para disminuir la siniestralidad

Una línea roja pintada ha conseguido mantener a raya una siniestralidad que estaba disparada en los 4 kilómetros de la A-355 en Málaga, a su paso por Coín. Conocida como la "carretera de la muerte", en 2023 murieron en este tramo 10 personas, y en lo que va de año, han fallecido tres. Solo seis meses después, los resultados han sido todo un éxito. Los accidentes graves han bajado en un 30%

La iniciativa la ha llevado a cabo la Junta de Andalucía, en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT), que también ha instalado cuatro radares pedagógicos para medir la velocidad de los conductores, pero sin llegar a multarles.

Desde el Ayuntamiento de Coín celebran la medida, pero insisten en ir más allá. La vía se abrió en el 2014 con una previsión de 7.000 vehículos diarios, rondando actualmente los 20.000 al día. "Es una vía que necesita un aumento de la capacidad que ahora mismo tenemos con un desdoblamiento de los carriles", señala el alcalde de Coín, Francisco Santos. Los expertos en seguridad vial también aplauden esa línea roja, la primera de España. También señalan que es barata y que se podría poner en marcha en tramos de carreteras de todo el país con problemas similares de adelantamientos indebidos y alta velocidad.

Debido al éxito de su implementación, la DGT estudia establecer estas líneas disuasorias en los puntos negros de toda España

Un recurso cada vez más común 

Ensayos similares a este centraron un informe de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera (AEC) presentado hace unos meses y que llegaba a una conclusión alentadora: con una inversión asumible para el Estado y las comunidades autónomas podrían evitarse hasta 300 muertes al año por siniestros de tráfico. Revertir las cifras supondría un coste de unos 1.800 millones de euros sin necesidad de grandes obras de reparación ni de construir nuevas vías. 

El uso de estas marcas viales disuasorias es cada vez más común, con casos de éxito desde hace años. En agosto de 2009, se utilizó un nuevo firme antideslizante rojo en varios tramos de la red autonómica de Murcia, en concreto en las carreteras RM-422, RM-19, RM-602, Y RM-620. Seis meses más tarde, se detectó una disminución del 42,8% de la siniestralidad, respecto la media de los cuatro años anteriores. El rojo es un color que activa nuestros instintos primarios y pasionales, tanto positivos como negativos, y de manera inconsciente nos evoca prohibición, fuerza, fuego, peligro o dolor. En definitiva, nos agita y nos llama a la acción.

No obstante, casi 15 años más tarde, el asfalto ya no mantiene su color ni su capacidad de agarre originales. La conservación constante es otro de los retos en este tipo de medidas.

Observar el impacto para no perder efectividad

"Como cualquier medida tiene un tiempo caduco. Tenemos que ver cuáles son sus primeros impactos y continuar trabajando para que esta medida no pierda su efectividad", subraya el vicepresidente de la Fundación para la Seguridad Vial Fesvial, Ignacio Lijarcio.

Asimismo, este experto insiste en poner el foco en la educación vial. Mantener la distancia de seguridad, realizar adelantamientos solo cuando sea posible o tener un buen mantenimiento del vehículo son algunas de las recomendaciones más importantes. En lo que va de año, 914 personas han muerto en la carretera, un 3% que en el mismo periodo de 2023.