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Le Pen se defiende en el juicio por malversación tras pagar a algunos asistentes con dinero del Parlamento Europeo

  • La líder ultraderechista y 26 de miembros de su partido están acusados de uso indebido de sus asistentes en la Eurocámara
  • Las penas podrían alcanzar hasta 10 años de cárcel e inhabilitación, lo que la dejaría fuera de las presidenciales de 2027

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Le Pen se defiende en el juicio por malversación tras pagar algunos asistentes con dinero del Parlamento Europeo
La líder de extrema derecha francesa, Marine Le Pen, y la diputada europea de Agrupación Nacional, Catherine Griset, llegan para asistir al juicio en París SARAH MEYSSONNIER

La líder del partido de ultraderecha francés Agrupación Nacional, Marile Le Pen, ha admitido en un juicio en el Tribunal correccional de París que no realizó el cambio contractual de su asistente en el Parlamento Europeo cuando le anunció que quería dejar trabajar para esa institución. La acción, por la que también están acusados otros 26 miembros, enfrenta cargos por malversación de fondos dado el uso indebido de los asistentes parlamentarios que tenían contratados.

A cada uno de los acusados se les reprocha haber utilizado a dichos empleados para labores dentro del partido y no para la actividad de eurodiputados, lo que contraviene las normas de la Cámara. Al respecto, Le Pen ha aclarado que "no ve la diferencia" entre la tarea de un diputado nacional y la de un diputado europeo. La política señala que, en ambos casos, "estamos haciendo política".

"Catherine Griset [asistente de Le Pen en el Parlamento Europeo entre 2010 y 2016] me comunicó en 2015 que no quería figurar más como acreditada permanente porque tenía una relación sentimental que evolucionaba. Le dije que sí, pero, por una cosa y otra y ante la falta de presupuesto, fui dejando pasar su transferencia a asistente local", ha afirmado Le Pen desde el banquillo.

El delito de malversación por el que está encausada está penado con hasta 10 años de cárcel, un millón de euros de multa y 10 años de inhabilitación, lo que la dejaría fuera de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2027.

Le Pen niega las acusaciones de malversación

La dirigente ha defendido que Griset, hoy europarlamentaria de Agrupación Nacional, ha trabajado efectivamente para ella y le recogía la correspondencia, miraba el email y le organizaba los desplazamientos.

"Yo no pongo un dedo en mi email del Parlamento [Europeo]; tampoco el profesional. El único que veo es el personal", ha expuesto Le Pen. Sin embargo, para justificar la ausencia de trabajo físico de Griset en el PE, algo a lo que estaba comprometida por contrato, Le Pen tuvo que admitir que obvió el cambio de estatuto de colaboradora europea a local.

La investigación interna del organismo europeo apuntó, sobre todo, al periodo entre octubre de 2014 y agosto de 2015, cuando Griset habría pasado apenas 740 minutos en el Parlamento, equivalente a 12 horas de trabajo. Entretanto, la asistente cobró mensualmente en ese mismo período y del organismo europeo unos 3.206 euros.

Le Pen y sus coacusados niegan las acusaciones, afirmando que el dinero se utilizó legítimamente y que las alegaciones se basan en una definición demasiado estrecha de lo que hace un asistente parlamentario. Por lo general, los eurodiputados tienen fondos asignados para cubrir gastos, incluidos los de sus asistentes, pero no deben utilizarlos para financiar actividades del partido. El Parlamento Europeo ha estimado los daños de los presuntos delitos en 3.5 millones de euros (3.92 millones de dólares).

Si fuera absuelta, ganaría credibilidad tanto ella como su partido político, que busca dejar atrás una reputación de racismo y antisemitismo que existía cuando su padre, Jean-Marie Le Pen, dirigía el Frente Nacional.