Desarticulada una importante red de narcotráfico en Murcia, Alicante y Castellón con 71 detenidos

• La operación ‘Detalka-Aspid’ ha desmantelado una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de cocaína

Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil realizan un registro de la operación POLICÍA NACIONAL

La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido 71 personas vinculadas a una red de tráfico de drogas que operaba en las provincias de Murcia, Alicante y Castellón. La operación, bautizada como Detalka-Aspid, ha logrado desmantelar una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de cocaína, con epicentro en el municipio murciano de Bullas y ramificaciones en otras localidades.

Los detenidos están acusados de delitos graves, entre ellos pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y defraudación de fluido eléctrico. La investigación se inició el pasado año, cuando las fuerzas de seguridad detectaron que un conocido delincuente, con antecedentes por tráfico de drogas, se había instalado en Bullas. Desde esta localidad, supuestamente dirigía una estructura delictiva jerarquizada que tenía como actividad principal el suministro de cocaína a municipios de la Región de Murcia y Alicante.

Un operativo a gran escala

Según ha revelado la investigación, el cabecilla de la organización, desde su nueva residencia en Bullas, coordinaba un amplio grupo de colaboradores dedicados al tráfico de cocaína. El líder utilizaba una segunda vivienda dentro del casco urbano de Bullas como almacén y punto de distribución mayorista de droga, algo poco habitual en estas tramas. Desde allí, organizaba las transacciones de cocaína que posteriormente se distribuían en pequeños puntos de venta, los ‘garitos’ ubicados en varias localidades de la región.

La vigilancia de esta segunda vivienda ha permitido a los agentes observar un patrón: el cabecilla acordaba las citas con sus clientes y, en cuestión de minutos, se realizaban las entregas de grandes cantidades de cocaína. Según las autoridades, esta estructura permitía que la droga se distribuyera de forma rápida y eficaz, para su suministro en puntos de venta al por menor en varias localidades, lo que ampliaba considerablemente el alcance de la red.

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Colaboradores en Alicante y Castellón

Además de la trama principal radicada en Bullas, la operación ha identificado dos clanes colaboradores, ubicados en Castellón y Aspe (Alicante). Estos grupos desempeñaban un papel clave en la logística del narcotráfico. Eran los responsables del transporte de la droga hasta el almacén de Bullas. Para ello, utilizaban vehículos preparados con dobles fondos, diseñados para ocultar la droga y evitar su detección durante los controles. La colaboración entre los clanes de estas provincias y la organización principal en Murcia permitía un flujo constante de estupefacientes, lo que sitúa a la red como una de las más activas en la distribución de cocaína en la zona levantina.

La primera fase de la operación se llevó a cabo el pasado mes de mayo, cuando se procedió a la detención de los principales líderes de la organización y algunos de sus colaboradores más cercanos. Sin embargo, la operación no ha concluido hasta la reciente detención del resto de los miembros implicados. El total de arrestos asciende a 71 personas.

Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil encuentran dinero en efectivo

En el marco de la operación, los agentes han inspeccionado cerca de 30 viviendas y otras propiedades relacionadas con los detenidos. En estos registros se han incautado de más de cinco kilogramos de cocaína de alta pureza, mil plantas de marihuana, la mayoría de ellas ya empaquetadas en bolsas al vacío listas para su venta, y diversas sustancias de corte para la cocaína, utilizadas para adulterar la droga antes de su distribución. Además de las drogas, los agentes han hallado 200.000 euros en efectivo y una amplia gama de material relacionado con el narcotráfico, entre los que destacan vehículos preparados con dobles fondos, un centenar de teléfonos, básculas electrónicas para pesar la droga y otros utensilios. También se ha incautado de una docena de vehículos, la mayoría de ellos de alta gama.

El valor conjunto de todo el material supera los dos millones de euros.