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El Banco de España analiza el alza del alquiler: el 90% es de particulares, falta parque social y el turismo retiene oferta

  • Los más golpeados por el "sobreesfuerzo": jóvenes, extranjeros y hogares precarios en ciudades grandes o turísticas

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Informe Banco de España: el mercado del alquiler de vivienda residencial
Un cartel de 'Alquila' de una inmobiliaria, en un portal de Madrid. Carlos Luján / Europa Press

Cada vez más personas necesitan vivir en alquiler, pero el número de viviendas disponibles ha crecido a un "ritmo insuficiente". Es la conclusión de un informe del Banco de España, que analiza el alza de los precios en la última década y que aprieta especialmente jóvenes, población extranjera y hogares precarios. Así, observa que el número de caseros particulares, que no son grandes propietarios, ha aumentado "de manera sustancial" hasta poseer más del 90% de las viviendas arrendadas a precio de mercado, frente al 8% de las que pertenecen a sociedades, según datos de 2021. Cada año se suman unas 100.000 viviendas al mercado, pero este incremento se ha visto limitado por el auge de los alquileres turísticos, por habitaciones y de temporada, y por la falta de un parque de alquiler social y de inversión del sector privado.

Según El mercado del alquiler de vivienda residencial en España: evolución reciente, determinantes e indicadores de esfuerzo, publicado este miércoles, el "auge de la demanda" se debe a cuestiones sociales, como el hecho de que la población se concentre en las grandes áreas urbanas para estudiar o trabajar, porque hay más actividad económica. También a que, tras la crisis, los bancos han optado por la "prudencia" a la hora de conceder hipotecas.

Así, desde 2007, el número de personas que viven en alquiler ha aumentado en 3,3 millones, hasta los nueve millones, según los datos del Instituto Nacional de Estadística de finales de 2023. Jóvenes y extranjeros de ciudades y zonas turísticas son el perfil más habitual, junto a trabajadores temporales y desempleados, según el Banco de España, que alerta que una "significativa proporción" de estos hogares se enfrenta a un "sobreesfuerzo para hacer frente" al gasto, lo que considera que justifica la intervención pública en el mercado.

Jóvenes, extranjeros, trabajadores temporales y desempleados

El alquiler no es un problema solo de jóvenes, pero afecta a este grupo de forma mayoritaria. El porcentaje de hogares arrendados cuya persona de referencia no supera los 30 años ha alcanzado el 56,6% en 2023, cuando en 2007 era el 32,2%. Para los hogares entre los 30 y los 44 años ha aumentado igualmente hasta el 34,3% el año pasado, desde el 18,1% de 2007.

Además, entre los jóvenes emancipados, la ratio de propiedad es en 2023 del 29%, esto es, 30 puntos porcentuales menos que en 2007, "cuando el número de hogares jóvenes emancipados era significativamente más elevado".

El otro gran colectivo afectado, las personas con nacionalidad extranjera que reside en España, también ha aumentado su concentración en el alquiler, aunque de forma menos relevante que en el caso de los jóvenes. En 2023, vivían de alquiler el 61,3% ciudadanos de la Unión Europea y el 71,6% de los extranjeros del resto del mundo, con incrementos de 3,5 y 4,1 puntos respectivamente desde 2007.

Según su situación laboral, es más habitual que vivan en alquiler los asalariados temporales (35,8%) y desempleados (32,9%), situaciones que precisamente afectan en mayor medida a los jóvenes.

Con todo, el Banco de España observa un "progresivo incremento" de la vivienda en alquiler también entre los trabajadores indefinidos (23,3%, frente al 13% en 2008) y los autónomos (17,9%, frente al 12,5% en 2008).

Las personas inactivas, por lo general, jubilados, de mayor edad, son los que más residen en viviendas propias.