Juicio por el asesinato de Samuel Luiz: la acusación habla de "manada" y las defensas de responsabilidad individual
- Samuel Luiz murió de una brutal paliza al grito de "maricón de mierda"
- Las defensas han alegado falta de pruebas para un delito de asesinato con agravante de alevosía y ensañamiento
Tres años después de la brutal paliza que acabó de manera violenta con la vida de Samuel Luiz en la ciudad de A Coruña, este miércoles comienza el juicio que sienta en el banquillo a cinco jóvenes que se enfrentan a penas de hasta 27 años de prisión.
En esta jornada ha tenido lugar la sesión de informes y cuestiones previas. Durante este proceso, la acusación popular ha vinculado la muerte de Samuel con una "manada". Para el abogado del colectivo LGTBI Alas Coruña, se trató de "una agresión en grupo: es una manada lo que ha habido".
Mientras que las defensas han pedido que se les juzgue individualmente a los cinco presuntos culpables y han alegado que no hay suficientes pruebas para imputar a sus clientes un delito de asesinato con agravante de alevosía y ensañamiento, como piden las acusaciones.
A la entrada de la Audiencia Provincial de A Coruña, dos abogados defensores han expresado que van a pedir la absolución de sus clientes, según ha informado TVE. "Consta que había discutido previamente con su novia, lo habían echado del local en el que había estado bebiendo desde las 21.30 horas de manera injustificada. Los hechos que se le atribuyen no son constitutivos de un delito de asesinato como configuran las acusaciones", ha explicado el letrado de uno de los acusados, Luis Salgado.
Tres de los acusados habían consumido alcohol
Además, este abogado ha añadido que aquel día su defendido, Diego Montaña, estaba "en estado de embriaguez" y al haber peleado con su pareja, Catherine Silva, estaba alterado.
"Cuando confunde la llamada de Samuel como una interpretación de que le está grabando comienza a agredirlo, esa actuación no tiene justificación alguna pero la participación de Diego en todo esto finaliza ahí", ha apuntado. A pesar, de que su defendido iniciase la paliza, ha incidido en que no tuvo "una mayor contribución al estado indeseado de fallecimiento" de la víctima.
Por tanto, entiende que no se produjo un "delito de asesinato", por lo que pedirá la libre absolución, mientras que la Fiscalía solicita 25 años de cárcel. Siguiendo la misma línea, el resto de letrados defensores, David Freire, José Ramón Sierra y Manuel Ferreiro, van a demandar el indulto de sus clientes.
Cabe recordar que para Alejandro Freire 'Yumba' y Alejandro Míguez piden 22 años de prisión y para Kaio Amaral Silva ―quien también está acusado de robar el móvil de la víctima― solicitan 27 años de cárcel.
El abogado de Diego Montaña, principal acusado, no es el único que ha expresado que su cliente había consumido alcohol la noche del suceso. Tanto los letrados de Alejandro Freire 'Yumba' como de Alejandro Míguez han alegado que sus clientes estaban bajo los efectos del alcohol y drogas, por lo que tenían "alteradas las capacidades cognitivas y volitivas".
Ante esto, la fiscal, Olga Serrano, ha solicitado incorporar un informe forense sobre la afectación de las capacidades cognitivas y volitivas de los cuatro hombres encausados, pero las defensas lo han rechazado al sostener que se ha utilizado "todo el aparato del Estado" para realizarlo y la sala ha decidido no sumarlo.
Por su parte, Luciano Prado, defensor de Catherine Silva, para la que piden 25 años de cárcel, ha entrado acompañado por su defendida, con capucha, y ninguno de los dos ha hecho declaraciones a los medios.
Los acusados "eran conscientes" de la gravedad
Durante la sesión de hoy, la fiscal ha calificado de "cacería brutal e inhumana" el asesinato de Samuel. Así como, ha indicado que el "grupo de personas eran conscientes" de que le podían provocar la muerte.
Siguiendo la misma línea, la abogada de la familia de Samuel Luiz, Esther Martínez ha expresado que los acusados sabían lo que hacían. "Se nos dice que no querían matarle y entonces qué querían, mandarle a la UCI, dejarle en silla de ruedas y romperle todos los huesos", se ha preguntado ante el Tribunal.
"A lo largo de estos 170 metros, cuando Samuel huía, cuando no tenía fuerzas y se quejaba, no detuvieron el ataque hasta que cayó al suelo", ha dicho la letrada. Martínez ha rechazado que Catherine Silva tratase de evitar los golpes, ya que asegura que fue quien "priva a Samuel de que sea auxiliado" por una de sus amigas.
También la abogada de la familia ha insistido que se trató de una "pelea desproporcionada", puesto que Samuel es "agredido a la vez por seis personas".
Por esta "superioridad numérica", la "intensidad" de los golpes y el "área a la que dirigieron", la letrada considera que los hechos "no pueden ser considerados como un homicidio". "Es un asesinato", ha aseverado.
Agravante: orientación sexual de Samuel
A su vez, la Fiscalía ve como agravante la motivación por la orientación sexual de la víctima, además del asesinato con enseñamiento, en los casos de Diego Montaña y Catherine Silva. La Fiscalía has sostenido que Diego Montaña, el que, según las acusaciones inició la agresión, mostró "animadversión" y "rechazo" ante su orientación sexual.
Sin embargo, el abogado de Silva ha asegurado que no hubo esa motivación por parte de su clienta, a pesar de que la investigación concluyó con la existencia de insultos homófobos hacia la víctima.
Al mismo tiempo, ha declarado que Catherine "no participó en modo alguno en el forcejeo y posterior agresión" y que intentó "contener al señor Montaña" y "calmar la situación para evitar un altercado". Otra de las cuestiones que agrega es que la joven tras esos hechos puso fin a la relación que tenía con Diego Montaña.
Junto con las penas de prisión, la Fiscalía el pago de 263.284,27 euros para los padres y la hermana de la víctima, cantidad que procede de la sentencia de los dos menores ya condenados. También exigen 40.000 euros para el padre por la incapacidad, al margen de lo que determine el Servicio Gallego de Salud como gastos de aquella noche, y a Kaio Amaral Silva piden 859 euros por el robo del móvil.
"No estamos en la época de las cavernas"
El abogado de la acusación popular, ejercida por el colectivo LGTBI Alas Coruña, ha sentenciado que "se trata de una agresión en grupo: es una manada lo que ha habido".
"No hay lugar a retrocesos en el tiempo, a involuciones", ha remarcado el letrado, Mario Pozzo, para insistir en que "el mundo ha cambiado, es diverso, justo e igualitario".
Además, el abogado ha argumentado que "entender que una persona es inferior", por su forma de hablar o de vestir no puede ser motivo de "una agresión brutal" que termina quitándole la vida. "No estamos en una dictadura ni en la época de las cavernas", ha señalado.
"A Coruña es una ciudad donde se puede vivir tranquilo, donde no hay manadas", ha asegurado este profesional. Así como, cree que el veredicto de este juicio debe "marcar un antes y un después" en la sociedad.
Como las demás partes de la acusación personadas, Fiscalía y acusación particular, pide la condena por un delito de asesinato con alevosía y ensañamient
Por su parte, los abogados defensores han solicitado que se juzguen individualmente a sus clientes dependiendo del grado de implicación.
No hay pruebas suficientes, según las defensas
Tanto la Fiscalía como la acusación particular y popular piden la condena por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento para los cinco acusados, todos ellos como coautores, con penas de entre 22 y 27 años de cárcel.
Sin embargo, las defensas han alegado falta de pruebas para imputar a sus clientes por ese tipo de delito y agravantes. "Una denuncia no es una condena", ha aseverado Manuel Ferreiro, abogado de Alejandro M.R. Mientras que el abogado de Diego Montaña ha afirmado que "no puede haber ningún tipo de cacería, ni tampoco la judicial".
Este mismo profesional ha expresado que su cliente ese día "quería gresca" y "la tomo con Samuel como podía ser con cualquiera", ya que no "lo golpeó porque fuese homosexual". "Defiendo la absolución de Diego porque considero que en ningún momento tiene la intención de golpear de manera continua durante 170 metros y durante más de cinco minutos a Samuel con la voluntad de causarle la muerte", ha remarcado.
Por otra parte, el letrado de Kaio ha manifestado que su cliente solo acudió "a separar". "Nunca tocó ni golpeó a Samuel. Se verá en la prueba que las cuestiones no son tan claras", ha asegurado.
A su vez, el defensor de Alejandro M.R. ha indicado que "no hay pruebas, no hay una sola persona que señale a mi cliente". "Será un cobarde, un imbécil, pero no es un asesino", ha sentenciado en otra parte de su intervención. Siguiendo la misma línea, el defensor de Alejandro F.G. ha apuntado que "no toda agresión con resultado de muerte tiene la misma consecuencia jurídica".