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El mosquito japonés se expande por España: ¿qué enfermedades puede transmitir?

  • El Aedes japonicus es una especie invasora que ahora aparece en el norte de España
  • Su capacidad para sobrevivir en climas fríos le otorga una ventaja sobre otras especies

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mosquito japonés
Un mosquito japonés sobre la piel de un humano GETTY

El mosquito japonés, Aedes japonicus, una especie invasora originaria de Japón y Corea, vuelve a verse en España. Esta vez, se ha detectado en Navarra. Aunque sus riesgos para los humanos son menores que los de otras especies como el mosquito tigre o el de la fiebre amarilla, puede ser portador de virus. En España, el primer avistamiento de mosquito japonés se produjo en 2018 en la localidad de Siero, Asturias. Ahora, el investigador Enrique Baquero, del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente (BIOMA) de la Universidad de Navarra, ha identificado un ejemplar en un edificio de Pamplona.

Mosquito Alert, un proyecto de ciencia ciudadana dedicado a estudiar, vigilar y luchar contra la expansión de mosquitos invasores, ha sido clave para monitorizar la expansión de la especie. Roger Eritja, biólogo y responsable de entomología de la iniciativa, explica que el primer avistamiento ocurrió gracias a una fotografía enviada por un ciudadano de Asturias, que verificaron los expertos en el área. Hasta ese momento no se había detectado al mosquito japonés a menos de mil kilómetros de distancia.

A partir de entonces, lanzaron campañas de monitoreo de la mano de la población y las instituciones, lo que permitió confirmar su presencia en varias regiones del norte de España, como Asturias, Cantabria, Euskadi y Navarra. El experto aclara que la progresión del conocimiento "no significa necesariamente una expansión de la especie, que probablemente ya llevaba unos años en el país sin ser detectada".

Esta especie prefiere hábitats rurales y zonas boscosas con climas frescos, que faciliten la proliferación de espacios acuáticos como charcos o abrevaderos para el ganado. A diferencia del mosquito tigre, que tiende a ubicarse en entornos urbanos, el Aedes japonicus encuentra su nicho en áreas rurales, donde las temperaturas más bajas y los cuerpos de agua estancada, tanto naturales como artificiales, le permiten desarrollarse.

¿Cómo identificar a mosquito japonés?

Es un mosquito algo más grande que sus parientes, el mosquito tigre y el de la fiebre amarilla. Se distingue por las líneas doradas en su tórax, aunque puede generar confusión con el Aedes koreicus, otro mosquito invasor de características similares. Al igual que otros mosquitos, sólo las hembras de esta especie pican para obtener las proteínas necesarias para el desarrollo de sus huevos.

Japonicus vs Koreicus

Infografía de Mosquito Alert de las características del mosquito japonés / J.L. Ordóñez

Su actividad es principalmente diurna y crepuscular, lo que significa que sus picaduras ocurren durante las primeras horas del día y al caer la tarde. Aunque no se tiene certeza absoluta de su ciclo de actividad en España, se sabe que en Europa comienza en mayo y puede prolongarse hasta octubre. Se da un cierto descenso en los meses más calurosos del verano, ya que las temperaturas excesivas no son favorables para su reproducción.

Un vector de enfermedades

La alerta sanitaria por el mosquito japonés no tiene la relevancia del mosquito tigre o el de la fiebre amarilla, pero su capacidad de transmitir enfermedades también es motivo de preocupación. Es un vector del virus del Nilo Occidental y el virus La Crosse y, en condiciones de laboratorio, se ha demostrado que también puede infectarse con otros, como el de la encefalitis japonesa, el dengue o el chikungunya, aunque no se ha comprobado su capacidad para transmitirlos en la naturaleza. Navarra, con su alto número de aves rapaces y su ubicación en un "embudo migratorio de aves", podría estar en alto riesgo de transmisión del virus del Nilo Occidental, especialmente ahora que este nuevo vector se ha sumado a la especie local Culex pipiens, que ya es un transmisor habitual, explica Baquero.

La expansión de esta especie en Europa y España está directamente relacionada con la actividad humana, particularmente con el comercio internacional de neumáticos usados. El mosquito japonés apareció por primera vez en Europa en el año 2000, en Normandía (Francia), y desde entonces ha visitado varios países europeos, como Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Eslovenia, Hungría, Italia y Suiza. Eritja insiste en que "la globalización es el principal motivo de la expansión de mosquitos invasores, aunque el cambio climático actúa como facilitador".

Su capacidad para sobrevivir en climas fríos y soportar temperaturas invernales le otorga una ventaja sobre otras especies de mosquitos. Sus huevos pueden resistir la congelación y la desecación. Se mantienen inactivos durante largos períodos hasta que las condiciones sean favorables para su eclosión. Además, esta especie muestra una tolerancia significativa a la contaminación en sus lugares de cría, lo que aumenta su potencial de propagación.

Los expertos subrayan la necesidad de implementar medidas de control y vigilancia para evitar su expansión descontrolada. Mosquito Alert ha publicado guías detalladas para que la población pueda identificarlo correctamente. Eritja destaca la importancia de dirigirse al origen del problema: las aguas estancadas. Si se detecta presencia de estos mosquitos invasores lo principal es, por tanto, vigilar estos puntos y eliminarlos para evitar que críen. Cuando no sea posible, explica el experto, es necesario implementar medidas de protección personales, aunque lo deseable es no llegar a ese punto.