Ángela Molina: "Ya que tenemos que despedirnos de la vida, hagámoslo con amor"
- La actriz y Alfredo Castro protagonizan ‘Polvo serán’, la película que inaugura Valladolid
- Carlos Marqués-Marcet dirige esta cinta, sobre el derecho a una muerte digna, que se estrena el 15 de noviembre
La película Polvo serán, dirigida por Carlos Marqués-Marcet (10.000 km, Los días que vendrán) y protagonizada por unos impresionantes Ángela de Molina y Alfredo Castro, inaugura este viernes, 18 de octubre, la 69 edición de la Seminci de Valladolid. Una cinta sobre el derecho a elegir nuestra propia muerte, que mezcla drama, musical y comedia. Una de las mejores películas españolas de este 2024, que fue premiada en el Festival de Cine de Toronto, que cuenta con la participación de RTVE y que llegará a los cines el próximo 15 de noviembre.
Polvo serán cuenta la historia de Claudia (Ángela Molina), que sufre una enfermedad terminal y decide emprender su último viaje a Suiza. Su esposo Flavio (Alfredo Castro), que no se ha apartado de su lado desde hace más de cuarenta años, decide acompañarla en ese viaje sin retorno.
"Son dos seres que aman sus vidas" –nos comenta Ángela—. "Aman a sus familias. Se aman a sí mismos. Se adoran entre ellos. Han pasado juntos por las crisis que les ha brindado la vida y se entienden y se desentienden según les abocan sus sentimientos hasta el final. Un final que no es otra cosa que saberse despedir de la vida".
"Creo –añade la actriz—, que Claudia afronta ese final con alegría, porque es cabezota. Quería irse con su gran amor al lado y lo ha logrado. Que él la acompañe en ese salto a lo eterno le da mucha paz y mucha alegría. Porque al final ha vivido su vida como la ha deseado y al lado del hombre que ha amado. Sus hijos ya lo entenderán porque saben el amor que se tienen".
Pero… ¿qué lleva a Flavio a decidir morir junto a su amada? "Para mí es un valiente -asegura Alfredo-. Porque está sano y tiene un futuro por delante. Pero decide irse junto a esta mujer porque es puro amor. Creo que yo haría lo mismo por una mujer así".
"Creo –añade el actor—, que la película toca temas éticos fundamentales que ahora mismo debatimos como sociedad, como el derecho a un final digno. Pero sobre todo es una película sobre el amor. Yo la veo como una película sobre la muerte, es una película sobre el amor".
"Ya que tenemos que despedirnos de la vida hagámoslo con amor, como en esta película", concluye Ángela Molina.
Una película inspirada en un caso real
La película se inspira en un caso real, como nos comenta su director, Carlos Marqués-Marcet. "Yo hacía tiempo que venía dando vueltas a poder hablar sobre el fin de la vida, porque me ayuda a prepararme para lo que viene y esto nos viene seguro. Y unos amigos me comentaron que eran parte de una asociación suiza de muerte asistida (Dignitas) y lo querían hacer los dos juntos. Y les propuse a ellos dos, junto con su hija, sus amigos… hacer un taller de investigación. Fue como decir: 'Vamos a ver qué pasa aquí, que sucede'. Y a partir de todo ese trabajo, de lo que fue surgiendo y la investigación que hice, se construyó esta locura".
"En cuanto a esa posibilidad de muerte asistida" –añade Carlos—, "la gente de Dignitas trabaja porque tengamos la posibilidad de escoger nuestro final. Es absurdo que podamos escoger tantas cosas de la vida, pero no podamos elegir como queremos acabarla".
"Y, sobre todo -añade el director- me gustaría establecer un debate sobre el tema. Porque creo que se evitarían muchas muertes trágicas si pudiésemos hablarlo, concebirlo, establecer canales seguros para que eso, si llega el caso, y en ciertos casos, pueda ser posible. Yo creo que es un debate fundamental, precisamente, para defender la vida. Defender el cómo uno quiere acabar, puede ser una manera también de salvar muchas vidas".
Un musical lleno de vitalidad
En cuanto a la parte musical de la película, Carlos nos confiesa que: "No pensábamos en hacer un musical, pero la idea nació durante el proceso. Al principio pensamos: 'No, como vamos a hacer un musical con este tema'. Pero, de repente, poníamos la música y acabábamos bailando. Y al final, esas escenas dramáticas acaban cobrando sentido con la música. Es algo que se fue imponiendo".
"Yo tuve mis dudas sobre que fuera un musical –confiesa Alfredo— pero Carlos me mostró el trabajo de La Veronal. Y como son unos genios terminaron por convencerme. Y en las escenas que las palabras no bastaban, no eran suficientes, surgía entonces la danza, el canto. Creo que el resultado es maravilloso".
Además, la película tiene situaciones realmente divertidas. "Es que no es una película sobre el duelo, que es algo muy jodido -asegura Carlos—. Habla sobre la muerte de uno mismo. Y eso no es triste. Es extraño, es raro, es divertido, es grotesco… Y más si lo estás decidiendo, porque se producen estas situaciones tan cómicas como: 'Oye, ¿lo hacemos este martes 23 o el jueves 28? No, que ese día tengo fisioterapia'. De repente te surgen esas situaciones absurdas. Por eso creo que la película es muy vitalista, que quiere ser alegre y que, de alguna manera, la muerte también nos enseña a vivir".
Escrita por el propio Carlos Marques-Marcet, junto a Clara Roquet y Coral Cruz, la película también está interpretada por Mónica Almirall, Patricia Bargalló, Alván Prado y Manuela Biedermann. La banda sonora original corre a cargo de la cantante y compositora Maria Arnal y las coreografías son de la compañía de danza La Veronal. El vestuario es obra de Pau Aulí y la dirección artística de Laia Ateca.
Una película emocionante, dramática, divertida (y con dos actores realmente inolvidables) que ya es una de nuestras favoritas del año. Se estrenará en cines el 15 de noviembre.