Superviviente de cáncer de mama: "Se supera, pero la enfermedad deja secuelas, como el miedo"
- El 90% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama sobrevive a los cinco años de ser diagnosticadas
- Pero más de un tercio de las supervivientes sufren secuelas psíquicas, físicas, emocionales y sexuales
Ángeles Sánchez, de 72 años, una superviviente de cáncer de mama, reconoce que "la enfermedad se supera, pero te deja secuelas, la principal es el miedo". Según un informe del Observatorio del Cáncer, Necesidades y calidad de vida en supervivientes de cáncer de mama, más de un tercio de las encuestadas reconoce tener mala calidad de vida por síntomas y problemas físicos, emocionales, sociales y económicos derivados de la enfermedad y los tratamientos.
“Las mujeres que sobrevivimos tenemos miedo a la recaída. Lo peor es el miedo porque te dan información médica, pero tú no sabes lo que te está pasando“
María Ferrer es otra mujer que padeció cáncer hace 11 años y cuenta a RTVE.es que lo peor es el miedo porque "no sabes lo que te están diagnosticando. Hay una relación inversamente proporcional entre la información solvente de lo que te está pasando y el terror que tienes a lo que te dicen que te está pasando". Aunque puntualiza, que la información médica se agradece mucho, pero la preocupación nunca termina de desaparecer porque "nadie sabe si puedes recaer o no".
El 68% de mujeres tiene miedo a las recaídas
El doctor, Rafael Martínez Monge, investigador de la Asociación en la Clínica Universidad de Navarra, coincide con las dos supervivientes: lo que más se teme es la recaída, la llamada "recidiva". El 68% de mujeres tiene miedo a las recidivas, según el estudio, en una revisión normal, pero, ¿cuál es el porcentaje de recaídas y de qué depende? "El porcentaje de recidivas depende muchísimo del tipo de cáncer de mama y de la situación de la paciente en el momento del diagnóstico", afirma.
Los tumores de mejor pronóstico tienen una probabilidad de recaída que "oscila entre el cero y el 2%". Sin embargo, otros tienen un porcentaje de recidiva muy alto. Cada mujer tiene un riesgo, "pero no existe ninguna paciente que tenga un riesgo cero. Por lo tanto, el miedo existe a los cinco años, a los diez años y a los 15 años", explica el investigador.
Secuelas psicológicas y sexuales
En la campaña del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre y se apoya en redes con el #ElRosaEsMásQueUnColor, se citan expertos, médicos, psicólogas, supervivientes del cáncer de mama para abordar las necesidades de las mujeres, tras ser diagnosticadas de la enfermedad. Hay secuelas psicológicas que muchas veces afectan al entorno más cercano. Es el caso de María Ferrer quien relata como en su caso el diagnóstico cayó como una bomba. "Ya tenía muchísima experiencia con esta enfermedad. Había perdido a mi madre, a mi prima, a mi tía, a gente demasiado cercana. Lo que hice fue traer a mi familia y decirles: 'Pasa esto'", recuerda.
"Es muy habitual que transiten por una serie de altibajos a nivel emocional. Ellas lo describen muy bien, como una montaña rusa que pasan por emociones como el miedo, la tristeza, el enfado o la angustia", asegura Ana Monroy, psicóloga. También cambian los planes de vida de las pacientes porque "durante la parte activa del proceso oncológico, además, su vida se ve paralizada. Esos planes que tenían en el corto y medio plazo cambian. Ellas tienen que hacer todo un recorrido en ese cambio de expectativas, de intereses, de valores personales", añade.
Consecuencias físicas y emocionales
Los tratamientos son duros. Tras pasar por ellos, a las mujeres les cuesta más relacionarse socialmente. "Se ven afectadas por el cansancio y por la falta de apetencia. Les cuesta más interactuar con su círculo cercano", añade Monroy.
Sandra Cerrata, diagnosticada de cáncer en 2022, coincide con la experta. Los médicos se dedican a salvarte la vida —comenta—, "lo cual está fenomenal", pero nadie te cuenta las secuelas que la enfermedad vas a sufrir, porque "el cáncer, cuando llega a tu vida, es para quedarse. No termina cuando te operan y te quitan el tumor".
“A las mujeres supervivientes de cáncer de mama les cuesta más relacionarse, socialmente, con su círculo más íntimo“
En la actualidad sigue un tratamiento porque los estrógenos le "han provocado una mutación celular que se ha convertido en un tumor". Ahora recibe un tratamiento hormonal activo, lo que significa que "mis estrógenos se han vuelto locos", cuenta.
"No nos olvidemos que, al final, las mujeres somos las cuidadoras. Cuando somos las que sufrimos, el impacto que tiene un cáncer de mama es mayor", dice Isabel Orbe, directora de la Asociación Contra el Cáncer. "Hoy es el día en el que reconocemos que 35.000 mujeres al año son diagnosticadas con cáncer de mama", explica y añade que esta enfermedad es la principal causa de muerte en las mujeres, junto con el cáncer colorrectal.
Según dicho estudio, las mayores consecuencias físicas son el dolor persistente, la fatiga crónica y los problemas cognitivos, entre otros. Estos síntomas no solo son comunes, sino que también varían en intensidad según factores como la edad, el tipo de tratamiento recibido o el tiempo transcurrido desde la finalización de tratamiento. El 46% de las supervivientes confiesan sentir dolor "de forma muy frecuente o siempre".
La importancia del cribado
Actualmente, el cribado de cáncer de mama es la principal herramienta de detección precoz. Estos programas consisten en pruebas diagnósticas a personas que se encuentran entre la población diana (por género o edad), para detectar posibles lesiones y mejorar el pronóstico. En el caso del cáncer de mama, las pruebas se realizan a través de mamografías. En España, esta prueba se realiza a las mujeres sanas y asintomáticas a partir de los 50 años.
Según las investigaciones médicas del Observatorio Contra el Cáncer, gracias a la detección precoz, cada vez se observa más en mujeres más jóvenes. Para Elías López, oncólogo, se podría bajar la edad de cribado en algunas pacientes con, por ejemplo, antecedentes familiares. "Hay que seleccionar a aquellas pacientes, donde un cribado más precoz podría ser beneficioso", asegura.
Si conocen su historial de cáncer de mama, lo solicitan a su médico de cabecera o a su ginecólogo, y "se soluciona". "Bajar la edad de cribado está siendo debatido en la actualidad", reconoce López.
Volver al trabajo y fertilidad
Otro desafío para las mujeres es reincorporarse a su trabajo y aceptar que su cáncer puede afectar a su fertilidad. Sobre todo son factores determinantes para las pacientes más jóvenes, según la psicóloga Ana Monroy. "Van a necesitar mucho soporte, información y acompañamiento en temas relativos a la fertilidad o en cómo abordar el proceso oncológico dentro del ámbito laboral".
Sin embargo, hay experiencias de todo tipo. "Estoy superagradecida porque mi empresa me lo ha puesto muy fácil", dice Sandra.
“El cáncer me ha ordenado los valores de la vida para siempre“
Nos cuenta que se dio el alta voluntaria "porque necesitaba retomar mis rutinas", sin olvidar cuidarse porque "el tratamiento es muy importante seguirlo, pero también me dieron unas pautas en oncología para cuidados míos personales. La paciente tiene que ser muy escrupulosa también. Cuando no tienes una enfermedad como esta, te tienes que cuidar para ser lo más longeva posible y tener la mayor calidad de vida".
¿De qué depende la supervivencia?
La pregunta a Elías López, oncólogo de la Asociación Española Contra el Cáncer, es obligada. ¿De qué depende la supervivencia de una paciente? El médico explica que es clave el estadio en el que se encuentre la enfermedad, por esa razón el diagnóstico precoz es tan importante. "La paciente, con un 90% de probabilidades —detectado en las primeras fases—, va a sobrevivir. Si, por el contrario, el cáncer se encuentra en una fase más avanzada, un estadio cuatro, las probabilidades disminuyen".
Como conclusión nos quedamos con las palabras de Sandra, tras la supervivencia reconoce que "el cáncer me ha ordenado los valores de la vida para siempre".