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60 años de colaboración con la NASA: España y Estados Unidos celebran su alianza espacial

  • En 1964 se firmó el acuerdo que hizo posible la construcción de la estación de Robledo de Chavela
  • El complejo ha sido fundamental en las misiones más relevantes de la exploración del Sistema Solar

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Estación de la NASA de Robledo de Chavela.
La estación de Robledo se compone de una antena de 70 metros, cuatro de 34 metros y una de 26 metros. GETTY IMAGES

España y Estados Unidos celebran el 60º aniversario del primer acuerdo de cooperación científica entre ambos países para facilitar a la NASA terrenos y derechos de paso en los municipios de Robledo de Chavela y Navas del Rey, en el noroeste de la Comunidad de Madrid. En virtud de este acuerdo, se construyó la estación de Robledo de Chavela, que durante estas seis décadas ha tenido un destacado protagonismo en algunas de las misiones más relevantes de la historia reciente de la exploración espacial, incluida la más importante de todas: la llegada a la Luna de 1969.

Desde su creación, la estación madrileña ha estado integrada en la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network, DSN) de la NASA, una red formada por tres centros (los otros dos son Goldstone, en California, y Canberra, en Australia), cuya posición geográfica se escogió para que los vehículos espaciales pudiesen mantener en todo momento contacto con la Tierra, independientemente del movimiento de rotación. Cada estación se compone de una antena de 70 metros y varias de 34 metros —en el caso español, hay además una de 26 metros—. La de Robledo de Chavela es la única que cuenta con seis antenas operativas, ya que Goldstone y Canberra únicamente poseen cuatro.

Las tres estaciones están gestionadas por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de Pasadena, en Estados Unidos, y permiten a la agencia espacial rastrear, enviar información y recibir datos de las naves y sondas lejanas. En la actualidad, la red brinda soporte y facilita las comunicaciones a más de 40 misiones, y se espera que lo haga en otras tantas que se lanzarán durante los próximos años. Será fundamental, por ejemplo, en programas como Artemis, que volverá a llevar al ser humano a la Luna.

Mariner 4, la primera misión

Aunque el acuerdo entre España y Estados Unidos se firmó el 29 de enero de 1964, la estación de Robledo no comenzó a funcionar hasta julio de 1965, con la misión Mariner 4, la primera que envió fotografías de la superficie de Marte. Después, también participó en su continuación, la misión de las sondas gemelas Mariner 6 y 7, en 1969, que se acercaron aún más a la superficie marciana. Lo hizo junto con la estación abulense de Cebreros (actualmente adscrita a la Red de Espacio Lejano de la Agencia Espacial Europea).

Robledo de Chavela también asistió a las Pioneer 10 y 11 (1972 y 1973), que fueron las primeras naves espaciales en atravesar el cinturón de asteroides y realizar sobrevuelos cercanos a Júpiter (Pioneer 10) y Saturno (Pioneer 11), proporcionando valiosa información sobre los planetas exteriores y abriendo el camino para futuras exploraciones.

Igualmente, participó en las misiones Voyager 1 y 2, que fueron lanzadas para explorar los planetas exteriores del sistema solar, y lograron sobrevuelos históricos a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Posteriormente, se convirtieron en las primeras naves en alcanzar el espacio interestelar, y aún hoy siguen enviando datos sobre los límites de nuestro sistema planetario. La Voyager 1 es el artefacto humano que más lejos ha llegado, y actualmente se encuentra a más de 24.000 millones de kilómetros de distancia.

El pasado 20 de abril de 2024, Robledo de Chavela llevó a cabo por primera vez una prueba, conocida como 'arraying', que permitirá seguir recibiendo datos de las Voyager. La combinación de la potencia de sus seis antenas hace posible la recepción de señales muy débiles procedentes de las naves espaciales más lejanas.

Durante estas seis décadas, también ha prestado apoyo a misiones tripuladas como Apolo, Skylab o Apolo-Soyuz, en las que junto con Robledo de Chavela y Cebreros también participó una tercera estación, la de Fresnedillas de la Oliva (Madrid), clausurada hace casi 40 años.

El 20 de julio de 1969, el Apolo 11 se posó sobre la superficie de la Luna y puso al hombre por primera vez sobre el satélite terrestre.

El 20 de julio de 1969, el Apolo 11 se posó sobre la superficie de la Luna. NASA

Misiones Apolo

Seguramente, su hito más importante hasta ahora han sido las heroicas misiones que llevaron a los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin a pisar la superficie lunar. Las estaciones de seguimiento espacial de Fresnedillas (Madrid), Robledo de Chavela (Madrid) y Maspalomas (Gran Canaria) desempeñaron un papel esencial no sólo durante la llegada al satélite de 1969, sino en todas las misiones Apolo anteriores y posteriores.

Durante la misión Apolo 11la NASA utilizó las instalaciones madrileñas principalmente para mantener la comunicación con la nave. Técnicos españoles, entrenados por la propia agencia estadounidense, fueron los encargados de monitorizar las señales, y también las constantes vitales de los astronautas.

La estación de Fresnedillas de la Oliva, integrada en el complejo espacial de Robledo, fue la que tuvo un mayor protagonismo. Aunque con apenas cuatro décimas de segundo de antelación sobre el resto, sus trabajadores fueron los primeros en la Tierra en tener noticia del alunizaje del Eagle. Y también escucharon antes que nadie el otro gran momento histórico de la misión, la mítica frase que pronunció Neil Armstrong al pisar la Luna: "Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad".

Actualmente, la estación de Maspalomas pertenece al Instituto de Técnica Aeroespacial (INTA) y se encarga del seguimiento de los satélites españoles, y de colaboraciones conjuntas tanto con la NASA como con la Agencia Espacial Europea (ESA). Fresnedillas de la Oliva terminó su colaboración con la NASA en 1984, y fue clausurada definitivamente en 1985.

En los últimos años, la estación de Robledo de Chavela ha seguido funcionando a pleno rendimiento y ha permitido la comunicación con varios rovers en Marte, como el Curiosity y el Perseverance, que han sido cruciales para el estudio del planeta rojo. También ha resultado imprescindible para la misión Juno, enviada a Júpiter para estudiar su atmósfera y magnetosfera; o para Parker Solar Probe, lanzada en 2018 con la misión de estudiar el Sol.

España y Estados Unidos firmaron el pasado mes de junio la renovación del acuerdo de cooperación científica que permite a la NASA seguir usando la estación de Robledo durante 15 años más, hasta 2039. Gracias a la nueva firma, se mejorarán aspectos del funcionamiento práctico del complejo y se incorpora la Agencia Espacial Española, creada en 2023.