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Matisse sorprende con sus esculturas: "Fuerza, fragilidad y la huella de la mano del artista"

  • La exposición Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos explora la faceta menos conocida del pintor francés
  • 33 esculturas, dibujos, litografías y un lienzo expoliado por los nazis pueden verse en la Fundación Canal

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La desconocida faceta de Matisse como escultor llega por primera vez a Madrid

"La fuerza de las esculturas de Matisse es ambigua, no proviene de la solidez, sino de la fragilidad. Muestra la huella de su mano, el trabajo sobre la materia, eso es lo específico de su obra escultórica", asegura Popy Venzal a RTVE.es, comisaria asociada de la exposición Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos.

Un despliegue de 33 esculturas de Matisse, dibujos, litografías y un lienzo expoliado por los nazis, además de fotografías y un libro ilustrado, que pueden verse en la Sala Mateo Inurria 2 de la Fundación Canal desde este miércoles hasta el 12 de enero de 2025.

Más allá del collage, el color y las figuras planas que se asocian a Henri Matisse (1869-1954), su producción escultórica permite descubrir a un artista intenso, dramático e introspectivo. Las esculturas de pequeño formato (entre 8 y 30 centímetros) no pueden encasillarse en una corriente concreta. Las series con el mismo motivo, desvelan su proceso creativo de ida y vuelta, desde el academicismo hacia la abstracción, con una repetición constante y obsesiva.

'Desnudo visto desde atrás', Matisse, 1944

'Desnudo visto desde atrás', Matisse, 1944

Esculturas desconocidas

Venzal explica que las esculturas de Matisse no son conocidas por el gran público por su reducido número (84 obras), su carácter experimental que hace que fueran consideradas estudios y no piezas acabadas, y cierta incomprensión de sus contemporáneos por su fuerza expresiva que rozaba "lo monstruoso".

"No dudaría en abandonar la pintura si mi expresión tuviera que manifestarse por otra vía. Así que, para expresar la forma a veces recurro a la escultura, que me permite, en lugar de situarme frente a una superficie plana, girar alrededor del objeto y conocerlo mejor".

Con toda la intención, a Matisse le interesa el proceso del trabajo artístico y en sus esculturas se pueden observar las marcas de las herramientas e incluso sus huellas dactilares, frente a la tradición que intenta ocultar el boceto, el pintor francés no lo borra, sino que lo incorpora al resultado final, como se ve en sus dibujos. Tampoco le importa "abrazar" sucesos como una caída fortuita que fractura el brazo de una figura o el metal que abre una brecha en la cintura de otra.

En concreto, la última escultura realizada por Matisse es Desnudo de pie (Katia) / La cintura rota / El plátano de sombra (1950). Un bronce estilizado, en el que la mujer no tiene pies, y la solidez de su cuerpo le lleva a asimilarla a un árbol. Durante la ejecución, se rompió a la altura de la cintura, pero la grieta que podría ser un defecto se convierte en una línea que refuerza la simetría de la pieza.

Crucifijo de Vence

Crucifijo de altar. Capilla del Rosario de Vence. 1949

La comisaria asociada destaca que el interés del artista es el cuerpo femenino. En Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos solo hay dos figuras masculinas: El desollado, según Puget (1903) y el Crucifijo de altar (1949) de la Capilla del Rosario de Vence, su proyecto más completo, en el que diseñó las vidrieras, los murales, el mobiliario interior y las vestiduras de los sacerdotes. Un lugar que da una sensación de "calma, reposo y el visitante se siente perdonado de antemano", apunta Vezel.

La fuerza de lo femenino

Lo femenino en Matisse adquiere un carácter "trasgresor", sus figuras irradian "fuerza plástica" con reminiscencias arcaicas a las venus prehistóricas a la par que son inequívocamente modernas. La comisaria asociada indica que el artista no posa sobre sus modelos "una mirada masculina" que las objetualiza, sino que tiene vínculos emocionales profundos con las mujeres que plasma en sus esculturas. Así, se produce "una interpenetración" con lo que el escultor convierte a sus figuras femeninas en una suerte de "autorretratos del propio Matisse".

En este sentido, es muy interesante la serie Henriette, desde un primer busto más realista (1925) a un rostro más idealizado y geométrico (1927) a una última representación, hecha de memoria, en la que la modelo ya no estaba al lado del artista, en la que "aparece con los ojos cerrados, casi como una máscara mortuoria y un último adiós de Matisse".

Sala de retratos de la exposición 'Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos'

Sala de retratos de la exposición 'Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos'.

Con todo, las esculturas más icónicas de Matisse son las de Jeanette, cuya cuarta pieza de la serie abandona la figuración para convertir la cabellera de la modelo en un motivo vegetal similar a un ramo de flores y cuyas líneas abstractas recuerdan a las obras de Giacometti. También retrata a su hija Marguerite, que además de modelo era su asistente en el estudio.

Expoliado por los nazis

Matisse pinta el óleo Rama de hiedra (1916) durante la Primera Guerra Mundial, con tonalidades apagadas ocres, tierras y negras. Más que un bodegón es el retrato de una hiedra, un motivo desprovisto de cualquier carga simbólica o iconográfica, que se asemeja a las esculturas con los brazos levantados.

Rama de hiedra

'Rama de hiedra' (1916), Matisse.

El cuadro fue adquirido por el empresario francés Alphonse Kanny, durante la Segunda Guerra Mundial, confiscado por los nazis, junto a gran parte de su colección en su casa de Saint-Germain-en-Laye. Matisse era consciente de esta situación e hizo llegar a la casa del coleccionista otro cuadro suyo como muestra de su amistad.

El lienzo fue devuelto a su dueño en 1947, justo un año antes de su muerte.

Henri Matisse en su casa, Vence, Francia, 1944

Henri Matisse en su casa, Vence, Francia, 1944 © Fondation Henri Cartier-Bresson / Magnum Photos

Una curiosidad de la exposición es un hermoso libro de Ronsard ilustrado por Matisse. El pintor tenía dudas sobre si sus dibujos eran demasiado osados y escribe a un amigo acerca de si eran apropiados, en uno de ellos perfila el pubis de una mujer en primer plano: "Hay algunas cosas que son un poco atrevidas, ya me dirás si es apropiado para Ronsard, simplemente nadé en sus aguas como ilustrador. No puedo hacer las cosas a medias. Mis abrazos son ardientes [...]".

Cuando el artista creía que había agotado las posibilidades expresivas de la pintura o sentía que había llegado a un callejón sin salida volvía a la materia y a esculpir. La llama y la fuerza expresiva de Matisse siguen vibrando en sus esculturas, que se podrán ver en la Fundación Canal de Madrid hasta el 12 de enero.

Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos

La exposición Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos está comisariada por Aymeric Jeudy, Sandra Gianfreda y Popy Venzal.

Lugar: Sala Mateo Inurria 2, Fundación Canal, Madrid

Fechas: Del 23 de octubre al 12 de enero

Organiza: La Fundación Canal en colaboración con Musée Matisse de Nice y Kunsthaus Zürich con el apoyo de Manifiesto Expo