Isabel Peña y Pedro Martín-Calero estrenan 'El llanto': "La violencia machista nos aterra"
- Una película que han escrito juntos y con la que Pedro ganó el Premio a la Mejor Dirección en San Sebastián
- Está protagonizada por Ester Expósito, Malena Villa y Mathilde Ollivier, y se estrena este 25 de octubre
Tras conseguir el premio a la mejor dirección en el reciente Festival de San Sebastián, y proyectarse en Sitges y Valladolid, este viernes, 25 de octubre, llega a los cines El llanto, una sorprendente película de terror (de autor) que dirige Pedro Martín-Calero y cuyo guion ha escrito junto a Isabel Peña, colaboradora habitual de Rodrigo Sorogoyen. Una cinta sobre tres mujeres enfrentadas a una aterradora presencia sobrenatural que están interpretadas por Esther Expósito, Malena Villa y Mathilde Ollivier. Una cinta que cuenta con la participación de RTVE.
“Siempre he querido colaborar con Isabel porque tiene una trayectoria brutal –nos confiesa Pedro-. Fue una suerte que tuviera un hueco para escribir la película conmigo. En cuanto a por qué elegí el terror para mi debut como director de largometrajes, mi productor inglés siempre decía que yo tenía estilo para el terror. Y creo que al final surgió de forma natural, aunque reconozco que yo no soy un adicto al terror, como esos fans que se vuelven locos con el género. Soy un poco más relajado en ese sentido”.
Ganadora de dos Goyas al Mejor Guion junto a Rodrigo Sorogoyen (As Bestas y El reino), Isabel Peña es una experta en thrillers pero le preguntamos cuál es su relación con el género: “Es mi segunda película de terror –nos comenta-, porque hace tiempo escribí otra con Ignacio Tatay que se llamaba Jaula y que también era género puro y duro”.
“Me he sentido muy cómoda –añade-, porque en el fondo creo que As bestas y, por supuesto, El llanto, hablan de un miedo muy real. Igual que en El reino hablábamos de la corrupción, aquí lo hacemos sobre cosas que nos importan, nos duelen, nos preocupan y nos quitan el sueño (la violencia machista). Y por eso la historia ha surgido con mucha naturalidad”.
Tres mujeres acechadas por una presencia invisible
Algo acecha a Andrea (Ester Expósito), pero nadie, ni siquiera ella misma, sabe lo que es. Hace veinte años, a diez mil kilómetros, la misma presencia aterrorizaba a Marie (Mathilde Olivier). Camila (Malena Villa) fue la única persona que pudo comprender lo que le ocurría, pero nadie las creyó. Al enfrentarse a esa amenaza, las tres escuchan el mismo sonido sobrecogedor: un llanto.
Ese el al argumento de El llanto. Y el mal que acecha a las protagonistas de la película es una metáfora nada disimulada de la violencia contra las mujeres. “Es algo que nos preocupa mucho a Pedro y a mí –asegura Isabel-. Por eso queríamos hablar sobre ello, porque a mí es lo que más me aterra, preocupa, escuece, duele... Y a Pedro también. Y el género de terror nos parecía un medio muy interesante para hablar sobre ello”.
“Si –añade Pedro-, creo que este género es muy potente para hablar de cosas importantes y que a la gente le lleguen de verdad. Porque apela a nuestro inconsciente y nos hace ver las cosas de forma muy directa y potente”.
Sobre esa presencia machista, Isabel nos comenta: “Debería ser el pasado, aunque desgraciadamente también es nuestro presente y, ojalá, no sea el futuro”.
En cuanto a cómo querían que fuesen esas mujeres, Isabel nos comenta: “Queríamos que fueran tres mujeres lo más parecidas a nosotros y a nosotras. Personajes ordinarios en situaciones extraordinarias. Es verdad que acaban siendo mujeres muy fuertes, pero cada una a su manera. Cada una como puede. Quisimos meternos en su piel e imaginarnos como reaccionaríamos nosotros en una situación como la suya”.
Nadie cree a las protagonistas
Cuando esa presencia empieza a acechar a las protagonistas, nadie las cree, algo que también les pasaba (y pasa) a las mujeres que sufren violencia machista. “Esa es una parte muy importante –asegura Isabel-. Y si os fijáis, no es que no crean a las protagonistas, es que los demás personajes directamente creen que están locas”.
“Esa también es una lacra brutal que seguimos sufriendo hoy en día –añade la guionista-. Y, al mismo tiempo, nos recordaba a esa herramienta tan habitual en el género de terror que es que, cuando un personaje dice que ha visto un vampiro, nadie lo cree. Y hemos aprovechado esa incredulidad porque es algo que, obviamente, también da mucho miedo en algunas secuencias”.
Camila, uno de los personajes, es la única estudiante de cine de su clase. Preguntamos a Isabel si tiene algo que ver con ella. “Yo no era la única estudiante de mi clase, pero si es verdad que éramos muy pocas. Y había una sensación ahí, de aislamiento, que primero quise compartir con Pedro y luego me pareció importante mostrar la película: A mí me ha pasado muchas veces en clase, en reuniones de trabajo... que era la única chica. Y había ahí algo insidioso, que también quería compartir con el público”.
Terror analógico versus terror digital
Al estar ambientado en dos épocas distintas, en una de ellas, las pantallas, los ordenadores y el teléfono móvil juegan un papel fundamental, mientras que en la otra la tecnología es completamente analógica. Lo que nos plantea un interesante contraste. “Por un lado –nos explica Pedro-, ahora todos tenemos un móvil en la mano durante muchas horas al día. Y creo que en el terror hay que jugar con eso, con lo cotidiano. No es que mostrar a alguien sentado mirando el móvil sea muy cinematográfico, pero hay varias escenas que van un poco por ahí. Es la parte del presente y ha sido un quebradero de cabeza lograr hacerlo muy cinematográfico y muy visual. Y que provocase tensión. Espero haberlo conseguido”.
Pero ese presente tan tecnológico contrasta con la historia ambientada en los 90 en Argentina, como nos comenta Isabel: “Queríamos mostrar esa parte tan cinematográfica de nuestro pasado, de nuestra infancia, en la que no había móviles”.
“Pero, sobre todo –añade la guionista-, nos interesaba el contraste que se crea en tan pocos años. Cómo ha cambiado la forma de relacionarnos, de desenvolvernos. Me gustaba mucho esta sensación de una Andrea metida en su habitación y con el mundo en sus manos a través del móvil. Pero que está completamente sola”.
“Eso contrasta con la Camila de los 90 –añade-, que donde más cómoda está es en su habitación sola. Pero si quiere que le pasen cosas tiene que salir afuera. No puede encontrar lo que busca a través de Instagram o TikTok porque no existían. Ahí se creaba una tensión que nos parecía súper interesante, sobre todo porque esos cambios se han producido realmente en muy poco tiempo. A veces también es aterrador pensar en lo rápido que ha cambiado el mundo”.
Una película que huye de los lugares comunes
Destacar que Pedro e Isabel han intentado huir de los tópicos del género, como nos comenta el directo. “El lugar común está ahí todo el rato y hay que trabajar mucho y dedicarle mucho tiempo al guion para poder escapar. Por eso Isabel y yo intentamos, primero, localizar esos lugares comunes, para luego actualizarlos, darles una vuelta, hacer algo nuevo y llevarlo a una realidad más cotidiana. Esperamos haberlo conseguido”.
“Hemos trabajado muy duro para conseguir eso –añade el director-, porque la historia suele llevarte a esos lugares comunes. A veces ni nos dábamos cuenta y solo los localizábamos después de muchas relecturas de guion”.
Incluso han buscado inspiración en otros lugares: “La escritora y periodista argentina Mariana Enríquez ha estado en nuestros cerebros, corazones y pesadillas desde que empezamos a trabajar. Su atmósfera, su forma de hablar de su país a través del terror… Ha sido ella un poco la que estuvo acompañándonos en esas primeras semanas de escritura, que siempre estás como más perdida”.
“Yo vengo de la publicidad, donde las influencias son clave –añade Pedro-. Pero yo quería huir un poco de eso. Esquivar esas referencias para que la película encontrase su propio camino, su propia mirada. Es verdad que luego, inconscientemente, surgen esos referentes, porque hemos visto mucho cine, hemos leído mucho y salen, pero no queríamos que hubiese una guía en ese sentido”.
Ester Expósito es Andrea
Ester Expósito (Venus, Élite, Alguien tiene que morir), interpreta a Andrea. “Andrea parte desde una situación familiar complicada porque se acaba de enterar de que es adoptada –nos cuenta la actriz-. Su mundo acaba de darse la vuelta completamente y se está cuestionando quién es, quiénes son sus padres… porque siente que la han engañado durante toda la vida y no han sido capaces de contarle algo que para ella es muy importante”.
“Por eso –continúa la actriz-, ella quiere descubrir quién es su madre y, si es posible, conocerla. Pero cuando empieza a investigar, las cosas se empiezan a complicar y empieza a surgir esa parte de terror que la hará cuestionarse si se está volviendo loca. Porque empiezan a pasar cosas un poco inexplicables, irracionales, paranormales… que la perturban. Cosas que son el hilo que conectan a estas tres mujeres de épocas y lugares distintos”.
Ester destaca la importancia de ese mensaje de la historia: “Esa parte metafórica que tiene la película que pone en paralelismo que nadie las crea cuando las acecha este ente y la situación de muchas mujeres que sufren violencia por parte de los hombres y a las que siempre ha costado creerlas o directamente las han tratado de locas. Algo que, por suerte, está empezando a cambiar”.
“Por ejemplo –añade-, en la industria del cine, ahora se nos escuchamos más entre nosotras y nos apoyamos más que antes cuando hay algo que decir. Y en general, en la sociedad, se está empezando a poner más foco y más luz a las partes oscuras de las cosas que nos acechan a las mujeres. Pero no hay que bajar la guardia. Tenemos que seguir siendo escuchadas”.
Ester destaca que estas tres mujeres también son muy diferentes a las habituales “reinas del grito” de las películas actuales; “Sí, son muy distintas porque es una peli de terror muy original. Es un terror muy poco físico. Es más psicológico o metafórico… más sutil. De hecho, uno de los retos a la hora de interpretar a Andrea era eso, que el terror al que se enfrenta mi personaje no es físico, sino casi psicológico”
“No se trata de pelearte contra los malos –continúa-, sino que tiene un mensaje que trasciende el puro terror, va más allá. No se trata solo de contar una historia de terror y sangre, sino que tiene un trasfondo social y habla de cosas más importantes que ganar o perder una pelea contra los malos o vengarnos de ellos. Lo importante es que muestra una realidad que está ahí, a través de la ficción”.
Malena Villa es Camilla
Malena Villa (El ángel, Rompiente) interpreta a Camila. “Es una estudiante de cine de una ciudad de Argentina que se llama La Plata, en los años 90. Camila está un poco perdida también, porque en aquellos años era complicado encontrar mujeres estudiando cine o teniendo roles de liderazgo en la industria cinematográfica. Ella está rodeada de varones en una clase de cine donde hay un profesor, también hombre, y está tratando de buscar un poco su identidad o su manera conseguir su sueño de ser cineasta. Y es entonces cuando conoce a Marie, que es el personaje al que interpreta Matilda Ollivier. Se obsesiona un poco con ella y trata de de conformarse como directora de cine a través del personaje de Marie”.
“Yo destacaría –nos cuenta-, que, a pesar de ser una película de género, también es muy de autor, lo que me parece muy interesante. Y ese potente mensaje de tres mujeres atravesadas por algo que las acecha y a las que nadie cree o las tratan de locas. Me parece que se establece un paralelismo con la realidad actual bastante imponente”.
Malena también destaca ese contraste tecnológico entre su personaje y el de Ester. “Andrea representa el hoy, la modernidad, los teléfonos móviles, las pantallas… Mientras que en los 90, la historia de Camila y Marie, también se enfrentan a esa misma maldición que acecha a las tres, pero sin pantallas. Me parece muy original cómo Pedro e Isabel muestran la lucha de esas mujeres contra esa maldición, pero con recursos muy diferentes”.
Y es que, la película también es una historia de sororidad entre esas tres mujeres alejadas en el tiempo y el espacio. “Sí, eso también me parece muy interesante –nos comenta Malena-, porque esas tres mujeres comparten un lazo común. Y son ellas las únicas que se creen y se apoyan. Sobre todo, en el caso del personaje de Camila con Marie, que es la que le advierte de lo que está sucediendo y de que tienen que apoyarse entre ellas, porque nadie más las va a ayudar”.
Una coproducción internacional
La película es una coproducción entre España, Francia y Argentina. Y se ha rodado en Madrid, Buenos Aires y La Plata Con equipos distintos. “Eso ha sido un reto brutal -nos cuenta Pedro-. Rodamos primero en España, con un equipazo. Entonces yo iba mandando material al equipo argentino para que entendiesen que estábamos haciendo. Y para que fuese un reto para ellos también, porque estábamos todos muy satisfechos con lo que estábamos viendo y porque por temas de producción y dinero solo pudieron volar Argentina los jefes de departamento”.
“Eran –añade el director-, como dos equipos de rodaje en uno. Y la respuesta de ellos… cómo nos acogieron, cómo sentí las ganas que tenían y esa implicación brutal… porque no fue fácil. Pero fue un placer. Creo que Argentina y España nos parecemos en muchas cosas. Y en este caso hubo una comunión brutal”.