Errejón, el estratega y cofundador de Podemos que retó a Iglesias, se va abruptamente una década después

• Asegura que deja la política “por el desgaste físico y emocional”, pero Sumar le investiga por denuncias de acoso
• Creció de la mano de Iglesias hasta que en 2017 escenificaron su ruptura política y personal

Íñigo Errejón abandona la política "por el desgaste físico y emocional"

En el invierno de 2014 una treintena de intelectuales del ámbito universitario y del activismo del anticapitalismo de izquierdas de Madrid plantaron una semilla con la que canalizar y recoger la indignación del movimiento del 15-M. Corría mediados de enero cuando un grupo de personas poco conocidas hasta el momento más allá de sus círculos sociales, presentaron en La Latina un manifiesto con el que se puso las bases de lo que es Podemos. Entre ese grupo de activistas, a los cuales a muchos de ellos les unía una gran amistad, se encontraban Pablo Iglesias, fundador del partido, y su amigo personal e inseparable, durante un tiempo, Íñigo Errejón (Madrid, 1983).

Solo cinco meses después de presentar su alternativa al bipartidismo, un partido que apenas había dado tiempo a estructurar, logró más de un millón de votos y cinco eurodiputados en las elecciones europeas de 2014. Detrás de ese gran éxito había, junto a Iglesias, una persona, Íñigo Errejón. Era poco conocido mediáticamente hasta entonces, pero el éxito de esas elecciones recayó en un hasta entonces desconocido estratega que dirigió la campaña electoral de Podemos y comenzó así a forjarse una carrera en política que le ha durado algo más de una década.

Su irrupción en 2014 fue tan sorpresiva como su dimisión y retirada lo ha sido inesperada una década después. Todo ello tras haber participado en la fundación de cuatro formaciones políticas distintas y tenido un papel clave en la izquierda española que quería poner fin a la hegemonía del PSOE. Podemos (2014), Más Madrid (2019, Más País (2019) y Sumar (2023) han sido a lo largo de estos años sus formaciones en una carrera que ha estado marcada por su ruptura, política y personal, con el partido que le vio nacer. Ahora, una década después, se marcha "por el desgaste físico y emocional", mientras su último partido investiga denuncias de acoso contra su persona.

La semilla de Podemos y su despegue como secretario de política

Tras el éxito en las europeas de 2014, y de la mano de su inseparable amigo Iglesias, Errejón gana presencia y se convierte en una de las caras más visibles del partido junto a otros portavoces conocidos como Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero o Miguel Urbán.

A finales de ese mismo año, Iglesias nombró a Errejón para formar parte de la Ejecutiva y dirigir el día a día del partido, encargándose de la secretaría política de cara a un 2015 en el que partido tuvo que afrontar sus primeras elecciones locales y autonómicas en mayo y las generales en diciembre.

Confirmado como un gran estratega política dirigiendo la campaña de Podemos en Andalucía, los resultados electorales continuaron respaldando su labor junto al resto del partido. En marzo fue director de campaña en las elecciones al Parlamento andaluz y su lista obtuvo 15 escaños.

Todo iba sobre ruedas, tanto en su partido como en torno a su figura política, que cada vez ganaba más peso dentro de la formación e influencia a nivel nacional. En cuestión de año y medio el partido logró tener presencia en todos los parlamentos autonómicos y en diciembre de 2015 el partido hace historia convirtiéndose en tercera fuerza en el Congreso de los Diputados con 69 escaños, entre los que se encontraba Errejón que también ejerció de portavoz hasta febrero de 2017, además de llegar a ocupar otros cargos orgánicos. Sin embargo, a comienzos de ese 2017 la carrera política y personal del madrileño y de Iglesias, se separó y llegó a un punto de no retorno.

Vistalegre II y la ruptura con Iglesias

Consolidado como número dos del partido, tras meses de discrepancias internas, con un Podemos cada vez más polarizado entre dos sectores, los 'errejonistas' y los fieles a Iglesias. En 2017 la formación afronta un debate sobre el rumbo que tenía que tomar Podemos y el joven diputado decidió presentar una candidatura propia para integrar la nueva dirección que saldría de la II Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre en la que se decidiría el porvenir de los 'morados'.

En frente competía contra su cada vez más lejano amigo y compañero Iglesias después de que no se cerrase un acuerdo para fusionar sus proyectos políticos y organizativo y concurrir en una misma candidatura a Vistalegre II. Iglesias logró una victoria rotunda frente a Errejón y los 'errejonistas' quedaron relegados dentro del partido, llegando a denunciar una "purga" interna. Triunfaba así la visión más izquierdista en el partido y el que fue 'cerebro' de la primera etapa de Podemos afrontaba un futuro incierto.

A los pocos días, la renovada y 'pablista' cúpula de Podemos le cesó como portavoz del grupo en el Congreso y fue reemplazado por Irene Montero. No solo en la portavocía, en el Congreso, su escaño, a la derecha de Iglesias, fue también ocupado por la futura ministra de Igualdad y Errejón quedó relegado a la segunda fila. También se le asignó el nuevo cargo de secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político, mientras que la secretaría política que hasta entonces había desempeñado desapareció en la nueva ejecutiva estatal. El poder y la influencia con la que llegó a contar y su amistad y visión política común con Iglesias se fueron diluyendo a la par rápidamente.

El desencuentro total y la división con Más Madrid y Más País

En 2018 y tras fuertes discrepancias con Iglesias, Errejón pasó a un segundo plano en el partido, pero el líder de su partido le ofreció una salida como candidato del partido a la Comunidad de Madrid, aunque sin margen para elegir la confección de las listas.

A principios de 2019, dos años después de haber soñado con alcanzar todo con Podemos, sorpresivamente Errejón anuncia que se presenta a la Asamblea de Madrid con Más Madrid, una formación que nace a la par con Manuela Carmena. Abandona de esta manera a los 'morados' desencadenando un terremoto territorial en Madrid y se embarca en la segunda aventura política de su trayectoria.

Al igual que a sus inicios en 2014, los resultados electorales volvieron a respaldar su estrategia. La lista de Más Madrid obtuvo un 14,69% de votos y 20 escaños, mientras que la lista en la que se integraba Podemos logró el 5,6% de votos válidos y entró por la mínima en la Asamblea. Errejón se estaba convirtiendo en una alternativa a Iglesias, pero ya no dentro del partido, si no fuera de él y caminando por separado.

Impulsado por este rédito electoral, decidió intentar de nuevo el salto al Congreso con una estrategia muy similar a la seguida con Más Madrid. Bajo el paraguas de Más País, Errejón impulsó su tercera formación en tres años y logró entrar en el hemiciclo en un partido que agrupaba a Compromìs, Equo y la Chunta Aragonesista.

Con cinco diputados, fueron pieza clave del gobierno de coalición de Pedro Sánchez junto con Podemos, pero se quedaron muy lejos de los diputados logrados por los de Pablo Iglesias. Si en sus etapas anteriores había destacado por su visión estratega, en su vuelta al Congreso destacó por sus iniciativas por visibilizar la salud mental o la retórica que le caracterizaba.

Su llegada a Sumar y su abrupta salida un año después

Sin embargo, Errejón no llegó a contar en estos años con la presencia mediática de la que gozó en su anterior etapa. A pesar de ello, y con un Podemos cada vez más a la deriva y en caída libre electoralmente, una vez más se movió estratégicamente para formar parte de Sumar de cara a las elecciones de 2023, el proyecto liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Otra formación nacía nuevamente en contraposición a Podemos y a la alargada influencia de Iglesias y Errejón estaba en ella.

Tras las elecciones, revalidó su acta como diputado y con la salida de Marta Lois en enero del 2024 pasó a ejercer la portavocía nuevamente del partido, recuperando así viejos recuerdos de su etapa inicial en la Cámara Baja, aunque no por mucho tiempo.

Al igual que su llegada, inesperada, su salida sorpresiva de la noche a la mañana ha puesto fin a una carrera política de diez años. Todo ello después de que hayan trascendido en los últimos días acusaciones anónimas de violencia sexual y machista que su partido ya investiga.