Paula Calvo, antrozoóloga: "Hay una imagen romantizada de lo que supone convivir con un animal de compañía"
- Los problemas de conducta son la tercera razón de abandono en España
- La experta argumenta que los mitos y creencias arraigadas solo se superan con formación adecuada
En los últimos años, el número de animales de compañía en España ha aumentado de forma notable. Este crecimiento se debe, en gran parte, al reconocimiento de los beneficios emocionales y psicológicos de tener a estos compañeros de vida, y al impacto de la pandemia, que impulsó a muchas personas a adoptar o comprar animales. Sin embargo, este aumento también ha traído consigo un grave problema de abandono. Solo en 2023 ingresaron en refugios y protectoras españolas más de 286.000 animales —115.970 gatos y 170.712 perros—, según datos de la Fundación Affinity. Para hacer frente a esta grave situación, el Gobierno ha lanzado un Plan Estatal, presentado este jueves por el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, con el objetivo de reducirlo.
El desconocimiento sobre la conducta de los animales de compañía es un problema común entre los propietarios. Muchas personas no entienden lo que constituye un comportamiento normal, lo que puede llevar a frustración y, en algunos casos, al abandono. Según la antrozoóloga e investigadora en la Cátedra de Animales y Sociedad, Paula Calvo, esta falta de comprensión impide prevenir los llamados problemas de conducta, que son, de hecho, la tercera causa de abandono en España. Para esta experta, una mejor educación sobre las necesidades y comportamientos de los animales podría ayudar a reducir estos casos y mejorar la convivencia con ellos.
PREGUNTA: ¿Cómo observas la situación de abandono de animales en España?
RESPUESTA: La situación de abandono ha mejorado en los últimos años en España, pero se ha estancado en la última década. Hay seis animales de compañía por cada niño menor de cuatro años, por lo que para un país que tiene cada vez más animales de compañía considerados como miembros de la familia hay que plantearse por qué la gente decide abandonar. No podemos permitirnos este crecimiento de animales de compañía si luego se abandonan, ya que llegará a ser inasumible.
P: ¿Cuáles son las principales razones que llevan a las personas a abandonar a sus mascotas?
R: El ranking de razones siempre lo ha enfilado las camadas indeseadas, siendo esto una consecuencia de la tenencia irresponsable. Si sabes que puede acabar reproduciéndose, lo suyo es que trates de evitarlo para que los cachorros no acaben abandonados. La segunda razón es la falta de interés y las razones económicas, especialmente en contextos de crisis. La tercera razón siempre ha sido los problemas de conducta. El no saber cómo reconducir el comportamiento del animal muchas veces lleva al abandono. Y en cuarto está el tema de los perros de caza cuando acaba la temporada, ya que estos no se consideran ya útiles.
P: El Gobierno ha anunciado un nuevo Plan Estatal Contra el Abandono Animal, ¿hacia dónde crees que deberían de ir las líneas de actuación?
R: Ya se está centrando en lo que toca: la formación obligatoria para presentes y futuros tutores de animales de compañía. Es importante promover la educación en tenencia responsable, ya que los mitos y creencias arraigadas desde hace años solo se superan con formación adecuada. Asimismo, la desinformación en redes sociales complica esto, por lo que se necesita educación oficial y confiable para guiar a las familias sobre lo que deben esperar de estos animales y cómo convivir con ellos.
P: ¿Cuáles son esos mitos y expectativas?
R: Hay una imagen romantizada de lo que supone convivir con un animal de compañía.
“Adoptar un animal implica aceptar cambios en rutinas, horarios y en nuestra economía“
Aunque aportan mucho a nivel emocional y de salud, también requiere responsabilidad, tiempo, dinero y adaptación. Muchas personas idealizan la relación, creyendo que será perfecta, pero la convivencia nunca lo es. Por ejemplo, adoptar un animal implica aceptar cambios en rutinas, horarios y en nuestra economía. Además, algunos pueden llegar con una mochila cargada y necesitan atención.
También existen muchos mitos en torno a los gatos como animales "más fáciles de cuidar". Sabemos que lo pasan fatal cuando se quedan solos, no es un animal de compañía fácil, y requiere que le cubras sus necesidades comportamentales dentro de casa.
P: ¿Qué crees que se debería de tener en cuenta a la hora de adoptar?
R: La gente adopta o incorpora un animal de compañía, por lo que les dice la vista, es decir, me gusta morfológicamente, y lo que les dice el corazón. Pero también es importante que nos planteemos si encaja o no encaja en nuestro estilo de vida. Ahora están muy de moda los pastores belgas malinois, pero hay que saber que requieren muchísima actividad. Hay que saber cómo es ese perro y plantearse si vamos a tener hijos, vamos a salir mucho, nos vamos a llevar al perro en esas salidas, etc. Son cosas a las que no les prestamos atención.
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P: Otro debate es el tema de la humanización...
R: Ha existido desde siempre, de hecho cuando hacemos estudios antropológicos de tribus que vivían en el Neolítico observamos que vivían con animales de compañía y los metían en las cunas de sus bebés y en sus camas. No es un invento moderno, siempre hemos tratado de incorporarlos a nuestras vidas. La palabra técnica sería antropomorfización. Humanizar no está mal, significa que empatizar y pensar que un perro tiene emociones, como la tristeza o la alegría, como los humanos. Es decir, les atribuimos características humanas, que por su puesto las tienen.
P: ¿Dónde reside entonces el problema?
R: Muchos tutores de mascotas desconocen qué provoca problemas de comportamiento, lo que dificulta prevenirlos y educar adecuadamente desde el inicio. Además, cuando surge un problema, suelen detectarlo tarde o no saben que tiene solución y que pueden buscar ayuda profesional. Es importante reconocer que algunas conductas, como que un perro ladre al pasar alguien por la puerta, son normales, aunque molestas, y no siempre implican un problema grave.
P: ¿Y cómo se pueden identificar esas conductas anormales?
R: Se necesita mucha base y formación porque... ¿Qué es lo normal y que no es lo normal? Esto da para dos libros, pero lo que sí es cierto es que, ante la duda, existen profesionales a los que consultar. Una llamada al veterinario de cabecera nos puede solucionar esa duda. Incluso, aunque sea normal, se puede pedir consejo si está generando un problema de convivencia en casa. En otras ocasiones, los cambios de comportamiento son una señal de que el animal está enfermo.
P: Cuáles son los errores más comunes que cometemos a la hora de intentar educar a nuestra mascota.
El primer error es intentar que nuestros perros o gatos se comporten como queremos mediante el castigo. Aunque puede funcionar al principio, a largo plazo genera consecuencias graves, como comportamientos problemáticos que empeoran la relación. Además, es fundamental asegurarnos de que nuestros animales tengan un espacio de tranquilidad en casa. Por ejemplo, no molestar al perro mientras duerme o estar levantando al gato de aquí para allá.
También debemos ser conscientes del contagio emocional. Si estamos estresados o pasando por un mal momento, nuestros animales lo perciben y pueden reflejarlo en su comportamiento. Esto puede llevar a problemas de ansiedad y reactividad, que son cada vez más comunes.
P: Sin embargo, ¿cada vez observas en tu día a día más preocupación por entenderles?
R: Cada vez hay más voluntad, pero también hay menos tiempo y menos paciencia. La gente quiere la información rápida y que lo pueda aplicar ya. Una varita mágica que no existe.
“La educación de nuestros animales requiere nuestra dedicación y aprender sobre ellos“
Así como un cambio de conducta humano requiere tiempo, hacer una serie de ejercicios y demás, tenemos que entender que la educación de nuestros animales requiere nuestra dedicación y aprender sobre ellos. Al final vas a convivir 15 o 20 años con un animal y lo suyo es que te eduques en cómo convivir de la mejor manera para ser felices todos.
P: ¿Recomiendas alguna fuente de información donde a la que la gente pueda acceder?
R: Derechos de los Animales del Gobierno ha publicado en su web varios manuales, textos informativos y demás. Los han presentado este miércoles durante el 4º Congreso de Derechos de los Animales y me han parecido muy útiles.
P: España hay una tasa de abandono muy alta, pero también igual que el resto de los países. ¿Consideras que hay algún país que lo esté gestionando bien?
R: El país que logró un cambio y vaciar totalmente los refugios fue Holanda hace cerca de una década. ¿Qué hizo? Sancionar fuertemente los abandonos y además estableció impuestos a la compra de perros de criadero. ¿Quieres uno? Pues te va a costar 5.000 euros. Al final, los convirtió en un producto de lujo.
P: Y aquí en España, ¿qué campañas o programas podrían ser más efectivos?
R: Es necesario aumentar la identificación de animales de compañía. Aunque en muchas comunidades autónomas es obligatorio desde hace tiempo, no se ha logrado un cumplimiento efectivo. Por ejemplo, en Cataluña, donde trabajo, solo uno de cada cuatro perros y un 5% de los gatos que entran a refugios llevan chip, a pesar de la ley. Es fundamental establecer controles para garantizar que quien no identifica a su mascota no pueda evitar sanciones, como sucede con el carnet de conducir. Por ejemplo, agentes cívicos que lo revisarán. Primero se le daría al tutor un primer aviso y a la siguiente sería establecer una sanción.