Países Bajos planea introducir controles fronterizos para limitar el número de solicitantes de asilo

• Las medidas permitirán devolver a las fronteras a migrantes en situación irregular
• El Ejecutivo afirma que la decisión es necesaria para "aliviar y reducir la presión" en el sistema de asilo

La ministra holandesa de Asilo y Migración, Marjolein Faber, se dirige a los medios de comunicación antes del consejo de ministros en La Haya AFP/SEM VAN DER WAL

El Gobierno de Países Bajos ha anunciado una serie de "medidas de emergencia" para aliviar la presión sobre su sistema de asilo. Entre ellas, destaca la reintroducción de controles fronterizos a partir de finales de noviembre. Así, el país podrá devolver a las fronteras con Alemania y Bélgica a personas migrantes en situación irregular y solicitantes de asilo que hayan presentado su petición en otros países europeos.

La coalición gubernamental, que incluye al partido de ultraderecha PVV de Geert Wilders, sostiene que el sistema de asilo en su forma actual es "insostenible" y que el país atraviesa una "crisis de asilo".

De acuerdo con el Ejecutivo, este contexto ha impulsado la implementación inmediata de un paquete de medidas que resultan necesarias para "aliviar y reducir la presión" en el sistema de asilo neerlandés.

Los controles fronterizos entrarán en vigor bajo el artículo 25 del Código de Fronteras Schengen, que permite a los países miembros suspender temporalmente la libre circulación en dicha zona cuando se enfrentan a amenazas serias. Alemania ya había adoptado una medida similar en septiembre, cuando restringió la libertad de movimiento para abordar la misma cuestión migratoria.

Limitar los permisos de asilo

Además de los controles fronterizos, la propuesta de la coalición incluye una limitación de los permisos de asilo a un máximo de tres años, además de las restricciones a la posibilidad de que los solicitantes de asilo reúnan a sus familias en Países Bajos.

Estas medidas ya formaban parte del acuerdo de Gobierno alcanzado en julio, luego de la victoria electoral de Wilders. La implementación se decidió tras meses de negociaciones dentro de la coalición. Wilders presionó por declarar una crisis nacional de asilo, lo que le hubiera permitido al Gobierno actuar sin la aprobación parlamentaria.

Sin embargo, esta opción fue rechazada tanto por uno de los socios de la coalición como por partidos de la oposición, quienes cuestionaron su legalidad y necesidad. En lugar de ello, el paquete de medidas se someterá a votación en la Cámara Baja y en el Senado, donde el Ejecutivo espera obtener el respaldo necesario.

El Ministerio de Asilo y Migración de Países Bajos no ha emitido comentarios adicionales sobre las nuevas medidas.