El exdirector de la Guardia Civil niega un 'chivatazo' a Koldo y cualquier relación con la trama: "No lo conozco de nada"
- Leonardo Marcos ha declarado dentro de la comisión de investigación en el Senado sobre la presunta trama
- El comandante imputado en el caso Koldo, Rubén Villalba, se ha negado a declarar ante dicha comisión
El exdirector de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, ha negado cualquier vinculación con Koldo García, el principal cabecilla de la trama de comisiones ilegales por la compra de mascarillas en la pandemia y, en consecuencia, de haberle avisado de que les estaban investigando, y lo ha negado en la comisión en el Senado que investiga este caso. "No le conozco, no le he visto nunca, ni he hablado con él, nunca me reuní con él, nunca nos hemos escrito ni enviado WhatsApp, ni por Telegram, no le conozco absolutamente de nada y, en consecuencia, ni nunca le di ningún 'chivatazo'", ha declarado.
Además, Marcos también ha negado cualquier relación con otro de los imputados, el comandante de la Benemérita Rubén Villalba, acusado en el informe de la UCO como el que facilitaba "líneas de comunicación seguras" y teléfonos móviles sin control oficial.
"Tampoco tenía relación ninguna, es un comandante más de los muchos que hay en la Guardia Civil. Le suspendí de funciones en cuanto tuvimos conocimiento de que podría estar involucrado en actividades irregulares y su cese donde estaba destinado", ha justificado el exdirector de la Guardia Civil.
Cuestionado sobre si el comandante menciona su nombre en conversaciones telefónicas por despecho, Marcos ha enfatizado que él "no ha dicho que actúe por despecho". "No le conozco, solo sé que yo le suspendí de funciones, todo lo demás, debe preguntárselo a él", ha reiterado ante las preguntas de la senadora del grupo Mixto por UPN, Mari Mar Caballero.
Marcos niega conocer al comandante Rubén Villalba
El exdirector de la Guardia Civil ha repetido varias veces que "niega absolutamente" la conversación en la que el comandante Rubén Villalba y Koldo García conversaron sobre su implicación en un 'chivatazo', lo que ha encuadrado en que es "un implicado que le dice a otro implicado". "Es una falsedad absoluta; lo niego total y radicalmente", ha terciado.
Leonardo Marcos también ha comentado que "no tuvo relación ninguna" con Rubén Villalba. Su relación se limitó, ha dicho, a que lo suspendió de funciones "en cuanto" tuvieron conocimiento de su presunta implicación con la trama por "comportamientos irregulares", promoviendo a continuación su cese de destino en la Embajada de Venezuela.
Ante las preguntas relativas a la parte del informe de la UCO que habla de que Rubén Villalba -que forma parte del Servicio de Información--habría proporcionado teléfonos móviles seguros a la trama, Leonardo Marcos se ha disculpado por no poder contestar, aludiendo a cuestiones operativas que "desconocía" por su función como director general.
Leonardo Marcos también ha asegurado que "no le consta" que ninguna asociación profesional de la Guardia Civil le haya denunciado, tras los anuncios de demandas tanto de AUGC como de JUCIL. "Ignoro si han denunciado e ignoro si han denunciado a otros compañeros de la Guardia Civil que parece que sí están implicados", ha apuntado Marcos, preguntándose ante los senadores si esta demanda contra él es una "maniobra o intento de venganza por los expedientes que no tuvo más remedio que abrir por el grave quebrantamiento de la obligación de mantener la neutralidad política", lo que ocurrió por manifestaciones públicas contra la ley de amnistía.
Sale del cargo tras "cumplir" con su cometido
Ante las preguntas de UPN, Leonardo Marcos ha justificado su salida tras 15 meses como director general de la Guardia Civil para "reintegrarse" en su puesto en la administración como consejero de Información en la Embajada de España en Washington, donde ya estuvo entre 2009 y 2012, señalando que tomó esta decisión tras "cumplir" con su cometido de dar "estabilidad" al Instituto Armado.
En este sentido, ha negado que su destino en la Embajada sea un premio político por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya que lleva 44 años en puestos de relevancia por libre designación por formar parte del cuerpo superior de administradores civiles del Estado, incluyendo la etapa de director general de Protección Civil y Emergencias durante la pandemia.
"He desempeñado puestos relevantes desde 1989 de manera ininterrumpida; no hay ningún premio, ningún silencio, nada que comprar, nada que ocultar", ha indicado Leonardo Marcos en su comparecencia por videoconferencia, pidiendo que los informes de la UCO se lean "enteros" y no parcialmente.
Leonardo Marcos ha dicho que en su caso él no leyó como director ni conoce directamente los informes de la UCO sobre el 'caso Koldo', porque entre sus funciones no estaba controlar lo que hacía la UCO en su función de policía judicial bajo mandato de los tribunales, por lo que su conocimiento se limita a lo publicado en prensa.
Dicho esto, le ha dado la vuelta al interrogatorio de los senadores para sostener que son los "investigadores los que parece que han aclarado" que no hubo 'chivatazo' suyo a la trama. "La pregunta es por qué con esos indicios tan débiles acaba mi nombre en ese informe", ha comentado.
Justifica por qué no abrió una investigación interna
En un duro interrogatorio en el turno de preguntas de la senadora del PP Ana Beltrán, el exdirector general también ha reconocido que no se abrió una investigación interna sobre esos dos agentes porque ya estaban siendo investigado por la unidad de Policía Judicial.
Sobre las denuncias presentadas contra él por las asociaciones Jucil y AUGC, Marcos no ha descartado que alguna pueda haber sido como "venganza" por expedientes abiertos por su falta de neutralidad política. En cualquier caso, "cada uno asco es responsable de sus actos y sabe donde debe situarse en cada momento", ha dicho antes de emplazar a que sea la Justicia la que decida sobre esas denuncias.
Marcos se ha defendido de las afirmaciones de la senadora del PP, que ha asegurado que el exdirector fue cesado porque se conoció que aparecía en el informe de la UCO, y ha asegurado que cesó a petición propia.
Según él, en los meses que estuvo al frente del instituto armado cumplió con los objetivos que le habían planteado, entre ellos dar estabilidad al cuerpo y afrontar sus problemas en recursos humanos y gestión presupuestaria. Y pidió su cese porque consideró que casi cinco años trabajando en primera línea en las políticas de seguridad pública -fue también director general de Protección Civil- "eran suficientes para reintegrarme a mi vida profesional anterior".
Villalba se acoge a su derecho a no declarar
Por su parte, el comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba ha decidido guardar silencio este lunes ante las preguntas de los senadores sobre su presunta implicación en una trama que se habría lucrado con la venta de mascarillas en pandemia.
Investigado por cohecho y organización criminal en el caso, Villalba ha comparecido a puerta cerrada y sin que se difunda su imagen tras solicitar esta posibilidad por haber trabajado en la lucha antiterrorista. Al inicio de su comparecencia, el comandante del instituto armado ha anunciado su decisión de no responder a ninguna de las preguntas de los portavoces debido a que se encuentra inmerso en una investigación judicial.
Tras ser detenido, ha explicado, ya decidió no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional que ha investigado el caso, Ismael Moreno, y que le impuso una serie de medidas cautelares, como la prohibición de salida de España y la retirada del pasaporte. "Me acojo a mi derecho a no declarar; no contestaré a ninguna pregunta", ha aseverado el comandante.
Rubén Villalba fue detenido a principios de marzo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, cuando llevaba encima 4.835 dólares repartidos en 1.724 billetes de entre 1 y 10 dólares, según el sumario de la causa. Los investigadores creen que recibió entre 2021 y 2023 "pagos en efectivo" de 2.000 euros de manera "recurrente" del presunto comisionista de la trama, Víctor de Aldama, a cambio de asegurar la protección de la presunta organización criminal, y sostienen que llegó a proporcionar "teléfonos en B", seguros, para la trama.
Sobre estas cuestiones le han preguntado los portavoces de los grupos, interesados en conocer el encuentro que presuntamente mantuvo con Koldo García en la marisquería La Chalana, en Madrid, en octubre del año pasado. También por qué "facilitaba teléfonos en B" a la trama, por qué aceptaba que le pagasen, presuntamente, hasta 88.000 euros, su relación con otros implicados de la trama como el empresario Aldama o si influyó en gestiones con otros países. Cuestiones todas ellas a las que no ha respondido.