María Ripoll: "Nunca había pasado que la taquilla la liderasen tantas películas impecables de directoras"
- La directora estrena la comedia romántica Yo no soy esa, con Verónica Echegui
María Ripoll (Barcelona, 1964) debutó en el cine hace 25 años (Lluvia en los zapatos, 1999), pero desde entonces dice que ha pasado “una revolución más grande que la revolución industrial” en la sociedad. De esos cambios y diferencias se ríe su nueva comedia romántica, Yo no soy esa, en la que Verónica Echegui interpreta a una mujer de 40 años que se despierta tras más de 20 años en coma. Su mente sigue teniendo 18 años y la mentalidad de comienzos de siglo: ¿le costaría encajar a alguien en esa situación? Silma López, Ángela Molina, Daniel Grao y Adam Jezierski completan el reparto.
Lo que es seguro, dice Ripoll, es que en 1999 las comedias románticas eran otras. “Durante el auge del género en los 90, el punto de vista de lo que le pasaba a la mujer era el del hombre. Ser salvadas por el príncipe azul es algo que ya no vale. Aunque soy una gran fan de Richard Curtis (guionista de Notting Hill o director de Love Actually) es verdad que ahora se ven muchas suturas. Si Pretty Woman se hiciese ahora estaría supercancelada”.
Lluvia en los zapatos era, de hecho, una comedia romántica rodada en inglés. Ripoll recuerda como entonces la gente le decía que las únicas directoras eran “Coixet y yo” y a las cineastas las “relegaban a comedias pequeñas e historias íntimas”. Ripoll estudió cine en American Film Institute de Los Ángeles y, como Coixet, su primer empeño fue un cine internacional. “Aquí no había industria y me sentía con la obligación de crear una. Y luego ya hacer cine de autor o alternativo”, recuerda.
En ese sentido, celebra el momento actual. “Entonces creamos CIMA, la asociación de mujeres cineastas, y hemos logrado que se normalicen muchas cosas. Ahora mismo hay tres películas de mujeres entre las más vistas de la taquilla: La Virgen roja, que me encantó, Los destellos, que me pareció superadulta y bonita, y La infiltrada, que todavía no he visto. Nunca había pasado que liderasen tantas películas de mujeres con una factura impecable. Todavía estamos por debajo en presupuestos: si me dieran los que manejan algunos hombres como Bayona haría películas maravillosas”.
Un comedia generacional
Yo no soy esa se ríe del choque entre la era previa al smartphone y la posterior. “Dentro de unos años nos miraran como la generación que dejábamos móviles a los niños de dos años para que se se entretuviesen. El mundo está muy acelerado. La película es una crítica a la esclavitud de las redes sociales”, dice.
Y, en sentido opuesto, una enmienda del pasado también. “Ahora hay cosas mejores que en los 90: más respeto, más crecimiento personal, la gente está más trabajada. En los 90 era una cosa sin filtro en la que estaríamos todos cancelados. Ahora hay una parte muy buena de comunidad digital, pero hay otra parte de mirarse a los ojos, tocarse y ser más humanos y cercanos que hemos perdido”.
Ripoll ya había rodado con Verónica Echegui en No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (película completa en RTVE Play). “Su personaje es muy complicado: una persona de 40 años con la mente de 18 y todo por vivir. Le dije a los productores que solo me atrevía a hacerla si era con ella”, recuerda.
Por último, defiende la comedia romántica como caballo de Troya y anuncia su intención de ayudar a futuras cineastas del género. “La comedia romántica nunca tendrá una nominación a los Goya, pero es verdad que puede transmitir mensajes y dar a conocer situaciones de cómo somos las mujeres. Después de tantos años que llevo haciendo películas quiero dar la mano a nuevas mujeres con nuevas cosas que cantar y nuevos objetivos”.