Sean Baker: "'Anora' es una montaña rusa de amor, tragedia y comedia"
- La película triunfó en Cannes y es una de las favoritas a las nominaciones a los Oscar
- Se estrena en cines este 31 de octubre y hablamos con su director
Anora, de Sean Baker, es una de las grandes películas de este 2024. Consiguió la Palma de Oro en el Festival de Cannes y está en todas las quinielas de las próximas nominaciones a los Oscar, incluyendo a su genial protagonista, Mikey Madison, que interpreta a Anora, una trabajadora sexual de Nueva York que se enamora del inmaduro hijo de un oligarca ruso (Mark Eydelshteyn), con el que se casa en una semana. Lo que dará lugar a un irresistible cóctel de drama y comedia. Una película que llega a los cines este 31 de octubre y sobre la que hemos hablado con su director.
Un Sean Baker que, cuando recogió el premio a la mejor película en Cannes se lo dedicó a “todos los trabajadores sexuales: pasados, presentes y futuros”.
“No recuerdo cómo surgió exactamente la idea de la película –nos comenta el director-, porque voy recogiendo ideas y esta la tuve durante mucho tiempo en mi cabeza. He recogido varias historias reales sobre trabajadoras sexuales y he usado sus experiencias y sus voces para varias de mis películas, por lo que me pareció justo dedicarles ese premio”.
“Y sí, diría que esta película es un homenaje a esas trabajadoras y trabajadores sexuales –continúa-. Y espero que explore ese trabajo sexual de una forma que no se haya visto antes”.
“Pero tampoco me atrevería a decir que mi película representa a a todos los trabajadores sexuales –añade el director-. Se trata de la historia individual de una trabajadora sexual en particular. Nunca intentaría tratar de contar historias que representen a toda una comunidad. Pero si trataba de denunciar ese estigma que tienen las trabajadoras y trabajadores sexuales. Exponer las injusticias a las que se enfrentan”.
Mujeres fuertes en situaciones extremas
La película destroza Pretty Woman y el sueño americano para contarnos la historia de Anora, una joven trabajadora sexual de Brooklyn, que tiene la oportunidad de hacer realidad el cuento de Cenicienta al conocer y casarse impulsivamente con el hijo de un oligarca. Pero cuando la noticia llega a Rusia, su cuento de hadas amenaza con derrumbarse, ya que los padres se desplazan a Nueva York con la intención de anular el matrimonio.
“La idea de la historia se nos ocurrió a mí y a Karren Karagulian, que es Toros en la película –confiesa el director-. Tratábamos de pensar en una historia que tuviera lugar en la comunidad ruso americana de Brooklyn. Y se nos ocurrió la idea de esta joven que, justo después de casarse, se da cuenta de que se ha equivocado”.
Ese argumento de mujeres fuertes enfrentadas a situaciones extremas es habitual en el director (Tangerine, The Florida Project). “Creo que cualquier personaje en situaciones dramáticas y extremas es ideal para una película –afirma Sean-. Especialmente cuando se enfrenta a todo y a todos, como en esta”.
“Siento simpatía –añade-, por cualquier persona que es dura, que tiene esa actitud neoyorquina de persona luchadora y fuerte. No tiene por qué ser necesariamente una mujer joven, sino alguien dinámico y valiente, alguien al que me apetezca ver en pantalla”.
“Además –concluye-, hacía tiempo que quería volver a rodar en nueva York y esta ha sido mi oportunidad”.
“La vida es esa combinación de comedia y drama”
Destacar que Sean Baker consigue una película tan divertida cuando la vemos, como dramática cuando reflexionamos sobre ella. “Creo que la vida es esa combinación de comedia y drama –asegura Sean Baker-. Usamos el humor para sonreír incluso en las situaciones más duras y trágicas. Por eso siempre intento incluir el humor en mis historias y por eso Anora es una montaña rusa de amor, tragedia y comedia”.
“En cuanto a cómo se consigue ese equilibrio –continúa el director-, se lleva a cabo durante el proceso de escritura, el de producción y, sobre todo, durante la postproducción. Pero lo bueno es que tanto el equipo técnico como los actores estaban a tope con la película, entendían mi sensibilidad y, en el rodaje, sabían cuándo tener los pies en el suelo y cuándo darlo todo y volverse locos. Ha sido maravilloso estar todos en la misma onda”.
Además, la película también habla de la lucha de clases. “Sobre todo –nos explica Sean Baker-, quería exponer esas dinámicas de poder y las jerarquías. Siempre tenemos a alguien por encima de nosotros. Y esa es mi forma de abordar la división por clases en mi país. De una forma individual, personaje a personaje”.
“Pero también me gusta dejar mucho margen a la interpretación de los espectadores –añade-, así que si crees que la película es sobre la lucha de clases, pues fenomenal. Lo importante es generar debates”.
Una protagonista en estado de gracia
Destacar el maravilloso reparto de la película (Mikey Madison, Paul Weissman, Mark Eidelshtein, Anton Bitter…) entre los que brilla Mikey Madison, que debería estar nominada al Oscar. “Mickey es una actriz increíble que está absolutamente comprometida con su oficio y con el personaje –asegura Sean Baker-. Ha sido un honor trabajar con ella. Es divertidísima, inteligente… y está dispuesta a asumir cualquier reto”.
“Aquí se tuvo que aprender páginas y páginas de diálogo en ruso, un idioma que no conocía. Y también tuvo que aprender a bailar con la barra y a dominar el baile, el pole dance. También tuvo que imitar el acento de Nueva York e incluso realizó sus escenas de acción. Estoy muy contento de que los críticos y los espectadores estén reconociendo su maravilloso trabajo” -concluye el director-.
No os perdáis esta brillante película que vuelve a confirmar a Sean Baker como uno de los directores más brillantes de su generación. Se estrena este jueves, 31 de octubre.