La tragedia deja paso a la desesperación: "No ha venido nadie, aquí el ejército es el pueblo"
- La DANA ha dejado ya más de 200 muertos en la provincia de Valencia, la más afectada por el temporal de lluvia y viento
- Teléfono de desaparecidos de la Generalitat: 900365112 | Directo: última hora de la DANA
Han pasado casi 72 horas desde esa hora trágica, las 20:15 del martes 29 de octubre, que pasará a la memoria colectiva del pueblo valenciano, uno de esos recuerdos que dejan huella durante generaciones y del que cuesta mucho tiempo recuperarse.
Desde ese fatídico momento han pasado dos días y medio, y el desastre inicial está dejando paso a la desesperación entre los supervivientes. Vecinos de Alfafar o de Chiva ven cómo pasan las horas y siguen sin saber nada de sus seres queridos, mientras ellos mismos se encargan de hacer todo lo posible para limpiar las zonas afectadas.
Una tarea ingente, física y emocionalmente, que se une a la falta de víveres, información y ayuda por parte de las autoridades. Los destrozos provocados por las fuertes inundaciones del martes, que han dejado más de 200 muertos hasta el momento y decenas de desaparecidos, están impidiendo que la ayuda llegue a todos los lugares.
“Aquí no ha venido todavía nadie. La gente está viniendo desde Valencia andando. Se hacen ocho, diez, 15 o 20 kilómetros. Gente que viene de Torrente con palas a cuestas para limpiar. Aquí el ejército es el pueblo”, relata Iván, un policía nacional del Alfafar al 'Canal 24H' y que lleva desde el minuto cero de tragedia ayudando y coordinando a sus vecinos.
Las horas pasan y el barro, los escombros y los coches amontonados son el escenario al que se enfrentan los vecinos de una de las poblaciones más afectadas por la peor DANA del siglo que ha sacudido a la provincia de Valencia.
“No hay centro de salud, no hay supermercados, no hay nada, es que no hay nada, esto es una situación de guerra, que hasta que no estás aquí y no lo ves, la gente no es consciente. Esto es para vivirlo”, relata con desesperación Iván, quien asegura que “hay mucha gente herida” que aún no ha podido ser rescatada.
"Hay gente que está conviviendo con un familiar muerto"
“Hay gente que nos ha dicho que están conviviendo con un familiar muerto, o con un vecino fallecido en el patio, en el sótano o en el garaje, que saben que están ahí, que fueron a sacar el coche y no pudieron”, es la descripción del horror que hace este policía nacional, al que la DANA le sorprendió cuando intentaba ayudar en los primeros instantes de las inundaciones.
“Supimos de las alarmas, pero un poco tarde y en cuestión de segundos nos vimos con el agua por los tobillos. Quisimos ir a retirar los coches y al segundo, te dabas la vuelta, y el agua ya te llegaba a la rodilla. Rápidamente, me subí a casa y de ahí vi cómo empezó a llegar la avalancha”. Así cuenta Iván cómo fueron los primeros momentos de una situación que ya ha dejado más de 200 muertos y decenas de desaparecidos.
Su vocación de servidor público le llevó a ponerse las botas de agua y salir a la calle en cuanto la inundación lo permitió, relata que eso ocurrió sobre la media noche. A las tres de la madrugada ya se encontraba ayudando al resto de sus vecinos.
El desastre también afectó a las comunicaciones y la incertidumbre se apoderó del pueblo entero, Iván decidió abrir un canal de comunicación a través de su cuenta de la red social X para intentar poner en contacto a familiares y él mismo se ofreció a ir a buscarlos para comprobar si se encontraban bien.
“Puse un tuit par que la gente que estuviera pendiente de sus familiares o no contactaran con ellos porque no teníamos luz ni batería tampoco, para que escribieran. En un principio, limpiar un poco las calles y demás y luego cada vez que podía, pues me desplazaba a los domicilios que me iban pasando. Recibí como no sé, diez, 12 peticiones, incluso más, pero solo pude ir a seis”, cuenta este policía nacional que se encontraba fuera de servicio, al estar de vacaciones, cuando el agua arroyó con todo.
Incertidumbre en familias de otras comunidades
La falta de información no solo afecta a los ciudadanos que se han visto afectados por esta catástrofe. Carolina, una enfermera que reside en Pamplona, aún no ha podido hablar con su padre, que está en una residencia de Chiva, junto al resto de residentes, y que llevan incomunicados desde el martes por la noche.
“No tenemos información por parte de ellos hacia nosotros, no nos informa nadie. He sido yo la que ha llamado y la Guardia Civil me ha dicho que ha mandado una patrulla ahí y que están bien, pero no sabemos más”, apunta desde Pamplona Carolina, quien lo relata con preocupación al no saber si les están llegando los suministros o si están siendo atendidos.
“Conforme van pasando las horas hay más incertidumbre porque vemos que todo vaya escaseando y nos da, nos da miedo, nos da miedo esta situación. A ver si alguien pudiera, de manera oficial, transmitir información acerca de la residencia, porque son los más vulnerables, los mayores y los niños, ¿no? Pues nos gustaría, la verdad”, cuenta por teléfono Carolina a RTVE.
Su hermano vive en Cheste, a poco más de seis kilómetros de donde está su padre, pero el estado de las carreteras le ha hecho imposible que pudiese llegar a Chiva.
“Las carreteras están fatal. Estamos intentando nosotros ponernos en contacto con la residencia o con alguien de los que atienden ahí. Ni la policía local, ni el Ayuntamiento, nadie todavía. Lo que queremos saber es si la alcaldesa o alguien, algún organismo oficial, nos puede informar de si llega la UME, si llegan los alimentos, si están atendidos. En esto es lo que nos gustaría. Nos gustaría saber, porque nadie dice nada”.
"Mi madre y yo nos salvamos por diez minutos"
Quien sí está en Chiva es Isabel, una vecina del municipio que logró salvar su vida y la de su madre por cuestión de minutos, quien vive justo enfrente del Barranco de San Isidro, donde el agua se desbordó y arrasó con todo a su paso, incluida su casa, que ya no existe.
"Estaba lloviendo mucho, ya me costó regresar del trabajo. Llamé a mi madre y me dijo que estaba entrando agua y me fui a ayudarla. Parecía que estaba lloviendo en el comedor", describe Isabel a RTVE.es.
Ella también tiene una casa al lado de su madre, es un barrio muy familiar, su hermana, hija y sobrina también residen en San Isidro. Precisamente, esta última les iba informando desde la planta alta de donde vive de cómo iba subiendo el nivel del agua en el barranco. "Empezó a subir el barranco en cuestión de una hora. O sea, yo miré, estaba por la mitad en una hora, eso era una avalancha de agua".
"Mi madre no quería irse, me tocó cogerla del brazo. Total, en cuestión de diez minutos rompió todo. Mi sobrina desde arriba nos estaba diciendo que saliésemos de allí. Entonces, a los diez minutos, rompió el muro de la casa, árboles, se llevó todo por delante, Por esos diez minutos nos salvamos mi madre y yo”, relata con angustia esta vecina de Chiva.
Isabel cuenta que los vecinos y voluntarios “están volcados” con todos los afectados. Recogen el agua no potable de las piscinas para la limpieza y otras labores de no consumo. La UME logró llegar el miércoles por la tarde a la zona y tienen cobertura en los móviles desde anoche.
“Cuando vi nuestra calle, la gente cómo estaba, todo era horrible, un mal sueño. Algo que no te piensas que jamás te va a pasar, así que nada, va a costar mucho volver a hacer vida, pero lo importante es que estamos vivos, que lo podemos contar, ¿sabes?".
El Ayuntamiento de Chiva pide agua y comida de manera urgente
“Aún no ha llegado asistencia de ningún tipo”. Así reza el comunicado que el Ayuntamiento de Chiva ha publicado y en el que ha hecho un llamamiento urgente para abastecerse lo antes posible de agua y comida para poder repartir entre sus vecinos, que se encuentran aún sin cobertura telefónica.
Desde el consistorio se ha confirmado la muerte de siete vecinos, sin determinar aún el número de personas desaparecidas que hay. Además, la policía local de la localidad valenciana está intentando localizar víctimas de las inundaciones en las urbanizaciones alejadas del casco urbano, donde aún no ha llegado ningún tipo de ayuda.
En los núcleos diseminados han desaparecido casas enteras, algunas de ellas habitadas, y el ayuntamiento trabaja para recabar toda la información posible sobre la situación de las urbanizaciones.
También ha solicitado ayuda de los servicios médicos y psicológicos para atender a la población, además de pedir combustible y mecánicos para poder reparar la maquinaria pesada que se ha estropeado y que es precisa para acometer tareas de limpieza.
[Teléfono de desaparecidos de la Generalitat: 900365112]