'El Monte de las Ánimas', el regreso de Bécquer en la Noche de Todos los Santos
- La editorial Valdemar publica una nueva edición de las leyendas del poeta sevillano
- Es la primera obra de un autor español que saca su Colección Gótica, un referente del género
Antes de Halloween fueron la Noche de Difuntos, el Tenorio y los huesos de santo, tradiciones españolas alrededor del Día de los Santos y las visitas a los cementerios. Antes del truco o trato fue Gustavo Adolfo Bécquer, cuyas leyendas y narraciones oscuras recoge ahora en una edición muy cuidada (como siempre) la editorial Valdemar, en su colección de literatura gótica. El texto lo conocemos de sobra y las ilustraciones, firmadas por Oliver Díaz, están a la altura de lo escrito.
Valdemar es un referente indiscutible del género en nuestro país (y en la América que habla y lee en castellano), pero hasta el momento su colección de literatura gótica no había publicado a ningún autor español. Ahora rompe la norma por todo lo alto. Bécquer y sus leyendas constituyen uno de los pilares de la narrativa fantástica de nuestro país, negada por muchos estudiosos, pero reivindicada y disfrutada por innumerables lectores, que al fin y al cabo es lo que cuenta.
'El Monte de las Ánimas', 'Maese Pérez el Organista', 'Los ojos verdes' o 'El beso', leyendas que se hunden en la historia y la memoria de España, con caballeros templarios, fantasmas, espíritus acuáticos y estatuas mortuorias de antiguos capitanes que de repente cobran vida para enfrentarse a los invasores franceses. Historias con escenarios en Sevilla, Toledo, Soria, los lugares en los que vivió el poeta y narrador.
Bécquer no tuvo una vida ordenada ni tranquila, se ganó el pan como pudo, como periodista, funcionario cesante, censor de novelas para los gobiernos conservadores de la época. Todavía hoy se debate si junto a su hermano Valeriano fue el autor de 'Los Borbones en pelota', laminas pornográficas que ridiculizaban a la reina Isabel II y a los políticos punteros de la época.
Las ilustraciones, de Oliver Díaz, están a la altura del texto, que es decir mucho.
Bécquer y las brujas: el poeta en Trasmoz, el pueblo maldito
El libro incluye también un texto sobre las brujas de Trasmoz, un tema que apasionó al sevillano, que se hospedó durante algún tiempo en el monasterio de Veruela, en los alrededores del pueblo zaragozano. Al parecer, llegó incluso a tener noticia del linchamiento de una anciana del lugar, tenida por hechicera por sus vecinos.
Trasmoz, junto a la agreste sierra del Moncayo, ya entonces tenía fama de maldito, por su relación con la brujería, que se remonta a la Edad Media. Bécquer se sintió atraído por todo lo que rodeaba a esta villa y es muy probable que allí se inspirara para algunas de sus narraciones.
Trasmoz, que actualmente tiene 80 habitantes y representa bastante bien a la España Vacía, fue en el Medievo excomulgada por la Iglesia católica, y su excomunión se mantiene a día de hoy. La relación de Bécquer con esta pueblo quedo reflejada en sus 'Cartas desde mi celda', y es tan sugerente que El Ministerio del Tiempo le dedicó un episodio en la tercera temporada.
Como buen romántico, Gustavo Adolfo Bécquer vivió poco y rápido (1836-1870) y dejó un bonito cadáver, al menos en las imágenes que de él han quedado, en las que sale siempre despeinado y con perilla, los ojos grandes y tirando a tristes, con algo de guitarrista maldito o líder indie de una banda emergente.
Murió de tuberculosis, para cerrar el círculo del romanticismo activo.