La reina Letizia escucha emocionada a los vecinos afectados por la DANA en Paiporta: "Nadie sabía que esto iba a pasar"
- Letizia ha roto a llorar este domingo en Paiporta, donde se han vivido momentos de tensión y caos
- Algunos afectados por la DANA, han insultado y han lanzado objetos y barro a la comitiva real
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La reina Letizia ha roto a llorar este domingo en Paiporta, donde se han vivido momentos de tensión cuando algunos vecinos, afectados por la DANA, ha insultado y ha lanzado objetos y barro a la comitiva real, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
Los reyes querían acercarse a la 'zona cero' del desastre y conocer de primera mano la situación de los vecinos sobre el terreno, cómo van las tareas de rescate y cómo se están recuperando los suministros básicos, pero durante los primeros pasos de su visita la situación se ha descontrolado ante una ola de indignación de los afectados.
Numerosos vecinos han increpado a la comitiva entre insultos de "asesinos", "dimisión" y "fuera", produciéndose momentos muy tensos. Incluso, hasta se han lanzado algunos objetos, que ha herido en la cara a uno de los guardaespaldas. Mientras, el cordón de seguridad ha tratado de proteger a las autoridades abriendo los paraguas, en medio de un ambiente de gran indignación y caos.
"No tenéis culpa, pero no era el día para venir"
A pesar de los incidentes, los reyes han insistido en romper el cordón policial para poder charlar con algunos vecinos. Es el caso de una mujer que les ha traslado su malestar, y les ha recriminado una visita en estos momentos de tanta desesperación por la situación tan dramática que están viviendo: "Doña Letizia, no era el día para venir. No tenéis culpa, pero no era el día para venir".
En esa misma conversación, otro vecino afectado ha intercambiado unas palabras con el rey y le ha recriminado que hayan venido ahora —día 5 tras el paso de la DANA—y no el primer día que pasó. "Todo es un equilibrio [ ... ] si quieres, no vengo y me quedo en Madrid", ha expresado Felipe VI, a la vez que ha apelado a la prudencia y ha asegurado a este vecino que hay que comprender el enfado y la frustración. "Si hubieran venido el primer día y se hubieran puesto las botas, el pueblo los habría apoyado”, ha contestado este vecino.
A pesar de la tensión, tanto el rey como la reina han querido quedarse y por separado han intentado tranquilizar y mediar con las personas que se les han acercado.
La reina Letizia, con sus manos y su cara manchadas de barro, trataba de secarse las lágrimas, mientras ha escuchado a los vecinos que se acercaban a ella muy alterados.
Con gesto muy sobrio y visiblemente emocionada, ha consolado y tratado de tranquilizar a algunas mujeres jóvenes que le mostraban su indignación ante todo lo que están viviendo tras el paso de esta trágica DANA. “Tres días para que llegue el ejército, no tenemos ropa, no tenemos comida, no tenemos nada”, han lamentado dos vecinas de Paiporta a la reina.
La reina ha escuchado a varias vecinas que se han acercado a ella para mostrar su enfado y su impotencia. "Se podía avisar y no nos avisaron", ha lamentado una de las mujeres de esta localidad devastada por la riada, donde al menos hay 60 fallecidos. "Muchas muertes, muchas muertes, no es así. Nos podían haber avisado de esto", ha exclamado. "Tienes razón, tienes razón", ha respondido Letizia, tratando de consolarla a esta mujer a quien ha terminado cogiendo de las manos y abrazando.
"Nadie sabía que esto iba a pasar", ha respondido Letizia, ante las quejas de otro grupo de mujeres jóvenes, que le han asegurado que no es verdad, que hubo un aviso por la mañana y no advirtieron a la población. "Esto es la guerra", le ha dicho una vecina de 23 años, mientras le mostraba a la reina vídeos que grabaron en el momento de la riada.
Finalmente, tras los disturbios que se han producido en Paiporta, Pedro Sánchez, los reyes y Mazón han llegado las instalaciones desde las que se coordina la emergencia por la DANA y se ha decidido suspender la visita que los reyes tenían previsto hacer a Chiva, otro municipio gravemente afectado.