El desafío de reabrir escuelas tras la DANA: "El colegio está recién estrenado y mira cómo ha quedado"
- Salvo el CEIP Castellar-Oliveral, todas las escuelas de las zonas afectadas en Valencia siguen sin retomar las clases
- Sigue la última hora de las inundaciones provocadas por la DANA | Cómo ayudar a las víctimas
Decenas de voluntarios, profesores, madres y padres siguen limpiando lo que hasta hace tan solo una semana era el colegio de sus hijos. El fango cubre las paredes y el suelo del centro educativo Padre Manjón en La Torre, Valencia. Un espacio que sus alumnos apenas han tenido tiempo para disfrutar.
Rafael Arnal, presidente de esta pedanía, explica a RTVE.ES que es la única escuela del barrio, uno de los más afectados por las inundaciones, y que llevaba menos de un año abierta: "El colegio está recién estrenado, todo nuevo, y mira cómo ha quedado".
Un antiguo alumno recuerda que hasta hace poco las clases se impartían en barracones y que la rehabilitación del colegio era una demanda urgente de la comunidad: "Es una lástima, hemos estado estudiando en barracones y ahora que lo reconstruyeron nos ha durado pocos meses". Los padres y madres, que ahora pasean por el barrio enlodado de la mano de sus hijos, se preguntan cuándo volverán las clases.
“No vamos a poder realojar a los niños en otros colegios porque todas las plazas están ocupadas“
María José, mientras hace cola para recibir ayuda con su niño en brazos, comenta que teme que su pequeño, que está en primer año de preescolar, pierda el curso: "No vamos a poder realojar a los niños en otros colegios porque todas las plazas están ocupadas. Me da miedo que pierda el año entero. Además, que él fuera al colegio nos permitía ir a trabajar con tranquilidad".
No todos los menores tienen la oportunidad de salir del barrio
La Generalitat Valenciana suspendió las clases en todas las zonas afectadas inmediatamente tras el paso de la DANA, lo que ha motivado a muchos profesores y alumnos a acudir a los centros educativos para colaborar en las labores de limpieza. Este martes ha reabierto el CEIP Castellar-Oliveral, pedanía también damnificada pero donde muy poco a poco se retoma la tranquilidad.
Sin embargo, es la excepción. Decenas de escuelas han quedado prácticamente irreconocibles tras el paso del agua. Algunas de ellas, como el Colegio San José y San Andrés de Massanassa, se han convertido en un punto de recogida y de distribución de alimentos.
María Ángeles Pablo Esteve, una de sus profesoras de Secundaria, cree que si continúa esta situación adoptarían las mismas medidas que en el confinamiento, es decir, "dar otra vez las clases online". Asegura que desde la Conselleria de Educación "todavía no han dado directrices al respecto".
En este sentido, el departamento ha confirmado a RTVE.ES que durante los próximos días se pondrán en marcha cursos dirigidos al profesorado acerca de "cómo intervenir en situaciones de crisis y cómo ayudar a superar el trauma en las escuelas".
Lo confirma Maribel Gutierrez, directora del centro, que lamenta las consecuencias en términos de salud mental que supondrá lo ocurrido para los niños: "Desde Conselleria nos están ofreciendo cursos a profesores y familias de cómo atender a los alumnos en caso de catástrofe, pero muchos compañeros no tienen cobertura".
Este colegio en concreto afortunadamente no ha sufrido daños estructurales, no como otros en la misma zona, agrega Maribel. "Lo principal ahora es limpiar las calles y que llegue la ayuda humanitaria", enfatiza.
Gutiérrez alerta sobre el enorme esfuerzo emocional que deberán afrontar con las familias y los alumnos, ya que "esto ha sido terrible". Señala además que apenas se ven niños en el pueblo: "Los están llevando con familiares fuera de la Comunidad o a otros pueblos, pero no todos tienen esa oportunidad".
De momento, la Conselleria de Educación ha confirmado esta semana la suspensión de clases en Albal, Alfafar, Algemesí, Alginet, Alcàsser, Benetússer, Beniparrell, Catarroja, Cheste, Chiva, Dos Aguas, Godelleta, l'Alcúdia, Massanassa, Paiporta, Picanya, Sedaví, Siete Aguas, Utiel y Yàtova.
Además, la norma también afecta a las pedanías afectadas que pertenecen a la ciudad de Valencia, La Torre y Forn d'Alcedo y Castellar-Oliveral, salvo en le CEIP Castellar-Oliveral, que sí retoma su actividad, tras la inspección realizada por los bomberos del Ayuntamiento y los técnicos municipales.
"Es sano que los más pequeños vivan su duelo"
Esta tragedia marcará a cientos de niños que han perdido su hogar o a un familiar en esta catástrofe. Julia Alcoy Puchades, psicóloga del Ayuntamiento de la Vall de Uxó, recomienda "hablar con normalidad sobre las emociones que genera esta nueva realidad" y hace hincapié en la importancia de que los más pequeños entiendan "que todos estamos tristes por la situación".
“Muchos no irán al colegio, no verán a sus abuelos ni podrán jugar con sus amigos“
El duelo que sufren puede ser por diversas razones: la pérdida de un familiar o amigo cercano, de sus pertenencias o de su hogar. "Es sano que vivan un duelo", señala la psicóloga, que también aconseja hablar sobre su nueva realidad: "Muchos no irán al colegio, no verán a sus abuelos ni podrán jugar con sus amigos".
Una forma de ayudar a los más pequeños a sobrellevar la tragedia es mantener una rutina, a pesar de las dificultades a las que se enfrentan muchas familias: "Intentar realizar las comidas todos juntos y a la misma hora es muy positivo, así como mantener un horario para irse a dormir", sentencia. Sin embargo, la realidad es complicada: aún hay localidades sin agua ni luz, lo que dificulta establecer una rutina para cientos de niños.
Para mantener esta rutina, existen iniciativas voluntarias como la de Anima't Creixent, empresa que ofrece actividades extraescolares en los coles Ausias March y Lluís Vives de Massanassa. En su caso, han contactado a los responsables educativos para ofrecer, de manera voluntaria, atención a los niños durante el horario escolar.
“Nos hemos comunicado con el Ayuntamiento y el AMPA y ahora estamos a la espera de que nos acepten la propuesta y nos puedan habilitar algún local", explican Teresa Sáez y Mamen Font, trabajadoras de Anima't Creixent. El objetivo es aliviar la incertidumbre de las familias sobre el regreso a clases y atender a aquellos padres que no pueden cuidar a sus hijos durante el horario escolar. Pero, sobre todo, intentan que esta situación se convierta en más amena para los más pequeños.