Eduardo González, vecino en Paiporta, sobre la DANA: "Estamos vivos de casualidad"
- Eduardo relata los angustiosos momentos que vivió en mitad de la riada cuando el agua le llegaba casi al pecho
- "Vi por la ventana a gente corriendo y no entendía qué pasaba", cuenta este madrileño
Eduardo González llegó a Valencia hace cuatro años. Tras el paso de la Filomena y el fallecimiento de su mujer, este jubilado dejó toda su vida en Madrid y se fue a vivir a Paiporta, cerca de sus dos hijos. El pasado martes, 29 de octubre, vivió algo que jamás se habría imaginado: "En pocos minutos, estaba con tres vecinos en mitad de la riada con el agua al pecho", rememora a RTVE.es. Él fue una de aquellas personas que vivió la tragedia en primera persona y se siente afortunado de poder vivir y contarlo.
Eduardo se encontraba viendo la tele cuando los primeros coletazos de la riada comenzaron a escucharse en su calle. "Vi por la ventana a gente corriendo y no entendía qué pasaba". Un vecino le aviso que "venía el agua", por lo que no se lo pensó dos veces, tomó las llaves del coche y bajo al garaje para ponerlo en un "lugar seguro". Ese lugar se encontraba a unos 30 metros de su vivienda, en un altillo cerca de la plaza del municipio. Eduardo relata que, de vez en cuando, los garajes se inundan por el paso de la gota fría. "Solemos sacar los vehículos antes de que pase para evitar que se llenen de barro". Pero nadie se imaginaba lo que iba a pasar.
"El rescate no iba a llegar"
En apenas cinco minutos, un río de coches amenazaba con llevarse todo a su paso. En ese momento, Eduardo se agarró a una farola, aunque, en poco tiempo, la marea de vehículos se la llevó por delante. "Luego fui pasando de coche en coche hasta llegar al lado de mi vecino. El otro, se había subido a un árbol". Se tiraron cerca de cuatro horas en esa situación, mientras los coches que no habían sucumbido a la fuerza de la riada se hundían poco a poco. "Veía sus luces encendidas y pensaba que era una zodiac, pero no… El rescate no iba a llegar". Cuenta que fueron momentos muy angustiosos: "Estamos vivos de casualidad. Hacía un frío..."
Solo cuando bajó el nivel del agua pudieron moverse. La alerta sobre la DANA había llegado demasiado tarde. "Escuchamos el pitido y la vibración tras media hora con el agua casi al pecho". Eduardo se había guardado el móvil en la capucha de su chaqueta. Esa noche no llovió ni una gota en Paiporta, aunque Eduardo recuerda que hacía mucho viento. "Pensábamos que habían abierto una presa para desaguar. Imagínate lo desinformada que estaba la gente".
Eduardo vive en la zona más nueva de Paiporta y explica que la peor parte se la han llevado los vecinos de la parte antigua del pueblo, en Casas Rojas. "La mayoría de edificios y locales son bajos. Y claro, llega una tromba de agua y no tienes escapatoria". Allí fue donde se derrumbó un puente de cerca de un kilómetro que recorrió las redes sociales como la pólvora. "Se lo llevó el agua como si fuera de papel de paja".
"No se ha salvado casi nada"
La casa de Eduardo, como la de muchos otros, quedó anegada tras la riada. Ahora, el día a día de este jubilado se basa en sacar bolsas de barro y tirar la mayoría de sus pertenencias. "No se ha salvado casi nada. Ya no me paro, si veo algo que no lo voy a usar lo tiro", señala. Lo que sí que le apena son las fotografías y cuadros que ha perdido por el camino. Él vive de alquiler, aunque se ha enterado de que también hay ayudas para recuperar el mobiliario perdido, aunque estés en una casa alquilada.
Aunque la DANA ha puesto de manifiesto la humanidad de muchas personas, también ha revelado el lado más oscuro de la sociedad. Numerosas personas aprovechan, sobre todo por la noche, para saquear viviendas y centros comerciales. "Aquí hay dos vecinos que se turnan para vigilar por las noches, porque tenemos maquinaria de extracción de agua", explica Eduardo, quien critica la actitud de estos individuos que, según él, actúan sin necesidad alguna.
Tras varios días, contando solo con la ayuda de vecinos y voluntarios, los equipos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Bomberos y Policías ya trabajan en el municipio. Muchas de las principales avenidas ya han sido despejadas para que los servicios de emergencia puedan seguir ayudando.
Paiporta ha sido una de las zonas más afectadas por la DANA y aún siguen buscando desaparecidos. "Este lunes encontraron varios fallecidos en un garaje cercano", comenta Eduardo. Por suerte, en su garaje no se quedó nadie atrapado.
“La gente sigue en shock mientras trabaja día y noche“
"La gente sigue en shock mientras trabaja día y noche", relata el madrileño, que destaca la fortaleza de la población valenciana más allá de las adversidades. Eduardo reconoce que se le saltan las lágrimas casi todos los días, como aquel fatídico martes. "Cuando logré salir de la riada me puse a llorar al ver todo en perspectiva", recuerda, aunque ahora solo quiere luchar para seguir hacia delante.