"Make ‘periodismo’ great again": "Los periodistas serios que hacen verificación están perdiendo la partida"
- Más del 10% de la población de Estados Unidos es mexicana, según el periodista José Antonio Guardiola
- Harris y Trump se disputan el voto de la comunidad latina en estos nuevos comicios
Cada vez más latinos viran hacia la derecha en unas elecciones únicas. Una mujer afroamericana de ascendencia india se presenta por primera vez como candidata en un mundo, históricamente, de corbatas. Kamala Harris tiene más cosas en común de las que creemos con Gemma García, jefa de informativos de Telemundo.
Gemma ha sido corresponsal de Televisión Española en Roma, Rabat y Nueva York. Nos recibe desde allí, ya no como trabajadora de RTVE. Ahora juega en las “grandes ligas”, nos avisa el profesor José Antonio Guardiola. Es vicepresidenta ejecutiva de Telemundo, una de las dos grandes cadenas de televisión en español en Estados Unidos.
Sentada aparentemente en el suelo, en la habitación de su hotel en Nueva York, recibe a través de la pantalla a una veintena de alumnos dispuestos a acercarse un día cualquiera de octubre a la realidad que le espera a Estados Unidos en apenas 15 días. Es lo más parecido a sentarse en el cielo neoyorquino y una metáfora de cómo agarrarse a las raíces de tu profesión, a mantener pies y mente lo más cerca del barro, a pesar de que la fortuna y el talento propio te ha llevado a las plantas más altas de la vida.
Como los de la sede neoyorquina de su empresa, la NBC, situada en el Rockefeller Center de la ciudad, aunque su oficina está en Miami. Un sofá verde oliva le guarda las espaldas. Mientras nos cuenta cómo jamás hubiera llegado a pensar que cada día acudiría a la sede de una de las grandes cadenas de televisión de Estados Unidos a trabajar como periodista, el rizo de un teléfono antiguo de pared permanece expectante ante su dueña. Como otros grandes teléfonos fijos de América, como si en vez de ser de color blanco y situarse en la Quinta Avenida, se imaginara rojo y en la Casa Blanca.
Nunca se imaginó que trabajaría en una de las grandes cadenas de EE.UU.
“No hay país que dependa tanto de Estados Unidos como México”, irrumpe José Antonio Guardiola. Tras diez meses trabajando de corresponsal para TVE en el país vecino, nos confiesa que el principal asunto de los mexicanos es su gran problema de identidad. México se ha convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos, donde viven entre 30 o 40 millones de mexicanos, es decir, más del 10% de la población estadounidense.
“No hay país que dependa tanto de Estados Unidos como México“
Rápidamente, sale el tema de las deportaciones, ambos parecen indignados con la trama. “¡Solo con deportar un millón de inmigrantes en Estados Unidos ya habría recesión económica!”, asegura Guardiola con semblante serio antes de ser interrumpido por Gemma García para apuntar que la propuesta del candidato Donald Trump habla de 11 millones de deportaciones.
Ambos candidatos quieren conseguir el voto latino
Silencio. De nuevo, el sofá verde consigue que Gemma apoye sobre él su espalda. La incertidumbre empapa el ambiente y una misma pregunta revolotea por el aire: ¿Qué pasa con el voto latino?
Las bienvenidas de José Antonio Guardiola en cada clase siempre vienen con una lección bajo el brazo. Esta vez, desde Mexicali, junto a la orilla con el gran vecino del norte, nos habla de las ciudades partidas por la frontera entre México y Estados Unidos. “Cualquier migrante te dirá que donde peor lo pasa es en México”, asevera impasible. Y es que toda persona que pueda atravesar la línea que separa los dos países, aprovecha y cruza hacia el lado soberano.
Es el caso de Isabel, una estudiante méxico-española de 24 años residente en Madrid. Su familia vive entre Ciudad Juárez y El Paso y cuenta que sus tíos tuvieron que mover cielo y tierra para que su descendencia consiguiera ir a la universidad. “Perdían dos horas para transportarse desde su hogar en Ciudad Juárez a su high school en El Paso”, dice Isabel. Coincidiendo así con una de las máximas de José Antonio Guardiola, el área urbana en el territorio estadounidense dispone de infinitamente más recursos económicos que la parte mexicana.
"Me has pillado cruzando la frontera", agrega Isabel. “En las fotos ves el alambre de espino para los que no dejan entrar”. Viendo las cinco imágenes se aprecia un cemento amarillo y otro gris. El amarillo es la mexicana y el gris el estadounidense.
“Cualquier migrante te dirá que donde peor lo pasa es en México“
“No sé si se ve, pero ahí hay unas personas a las que han echado atrás después de que vengan desde Dios sabe dónde de Centroamérica, caminando súper lejos, pues ahora les han echado para atrás. Había hasta una mujer embarazada”. Además, se aprecian las casetas para las patrullas de frontera que viven ahí. La zona está siempre vigilada.
José, estudiante mexicano-estadounidense de un MBA en Economía con la Universidad de Standford, California, argumenta que Harris-Walz es la mejor opción por sus políticas dirigidas a la clase media para crear nuevos negocios. “Están muy cerca los resultados, lo que es devastador”, informa por mensaje instantáneo. “La oposición actual no tiene intención de cambiar las cosas para la clase obrera. Usan el miedo y la desinformación para crear narrativas que nos dividen”. Explica que los candidatos republicanos niegan el aumento de empleo de la Oficina de Estadísticas de Trabajo del país. “Están dudando de instituciones democráticas”.
"La realidad ha dejado de tener importancia en Estados Unidos"
Son las cuartas elecciones estadounidenses para la periodista Gemma García. Esta jornada está siendo agotadora, el papel del periodista toma nuevo rumbo con nuevas herramientas a su alcance, pero también con nuevos enemigos. El cansancio se cobra sus réditos hasta para el periodista más obstinado y los bulos cabalgan los discursos sin vergüenza que los dome. ¿Por qué? Si se supone que no es nada nuevo. La mentira campa a sus anchas desde que Trump la convirtiera en carta de naturaleza: su forma de hacer política. La diferencia es que “esta vez a la gente le da igual”, confiesa García. Es el año en que “la realidad ha dejado de tener importancia en Estados Unidos” y la propaganda juega su mejor papel. El norteamericano del siglo XXI vive en un estado delirante de la existencia.
El día se quiere despedir en Madrid mientras arranca con fuerza en el distrito financiero de Manhattan. Allí saben que en apenas una quincena volverán a ser protagonistas. Quince días que decidirán la suerte de 300 millones de personas. Quince días que son una cuenta atrás para siete de los Estados que oscilan entre los dos candidatos y pueden decidir el resultado. No lo saben, pero un péndulo les sobrevuela, y dos personas (Kamala y Donald) quieren echarle mano. La sombra que baila se cierne sobre Pensilvania, Arizona, Nevada, Michigan, Wisconsin, Georgia y Carolina del Norte. El destino de parte de ellos no se entiende sin la población latina, un 20% de los indecisos.
Los discursos dirigidos a este segmento de la población actúan como embrujos que quisieran engatusar al caballo que saben que les puede dar la victoria. “Ya no interesa hacer preguntas incómodas”, confiesa Gemma García. La fiebre trumpista ciega al latino que viene huyendo de pasados comunistas y socialistas, de vidas que han visto la miseria y palpado la desgracia. Esto no pasa en Europa, donde hay término medio, pero es que América es mucha América, tierra de sueños y extremos.
“Los medios y los periodistas serios que hacen verificación están perdiendo la partida. Estamos bastante perdidos“
Como si de una revelación se tratara, Gemma nos ilumina. “Los medios y los periodistas serios que hacen verificación están perdiendo la partida. Estamos bastante perdidos”. Esto pasa hasta en el Rockefeller Center. La sociedad estadounidense se pierde en la grieta que separa a las familias en clases y el rencor es capaz de decidir entre demócratas o republicanos. La deuda estudiantil (que Joe Biden perdonó a muchos universitarios, lo que se percibe como una discriminación hacia los más pobres) y la inflación que castiga a los que menos tienen puede acabar de decantar la balanza del voto latino hacia el aspirante republicano. Parapetados por la falsa ilusión de que Trump no se refiere a ellos, la población inmigrante juega a pasarse la pelota sin darse cuenta de que cada vez se une más gente a la partida. Noviembre tendrá la última palabra.
Gemma recuerda las noches electorales. Café e insomnio. “No os preocupéis porque aquí no habrá resultados hasta las 03:00h de la madrugada, las 10:00h de la mañana en España”, nos adelanta en un gesto de compañerismo. Uno de los alumnos lanza la temida pregunta: ¿Qué va a pasar? No hay periodista que se atreva a tirarse a esta piscina. Gemma García, que con un gesto parece rendirse ante la incansable curiosidad de los jóvenes, esboza media sonrisa y responde más segura que nunca: “No tenemos ni idea”.
*César Cruz y Paula Guzmán son alumnos de Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.
Escuela de Reporteros
Todo reportero que se precie, y más si su ámbito de insaciable curiosidad es el mundo mundial, ha de pasarse la vida estudiando. Leer, leer y leer es tan importante como vivir, porque el lenguaje es su materia prima, la herramienta para intentar contar y descifrar la realidad.
Este espacio es un cuaderno experimental para quienes cursan el Máster de Reporterismo Internacional auspiciado por RTVE Instituto y la Universidad de Alcalá. Cada vez que alguien relevante pase por sus aulas o dicte una clase magistral habrá una crónica que dará cuenta de lo más valioso, lecciones para nutrir la mirada, en realidad los cinco sentidos.