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Donald Trump 2.0: ¿quiénes serán los elegidos para componer la nueva Administración de Estados Unidos?

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¿Quiénes formarán la nueva Administración de Donald Trump?

El magnate Donald Trump solo ha confirmado hasta ahora un nombre de la que será su segunda Administración tras ser reelegido como 47º presidente de Estados Unidos. Pese a que el futuro inquilino de la Casa Blanca ha mencionado en varias ocasiones a posibles candidatos, fuentes cercanas a él, según medios estadounidenses, han señalado que la superstición ha evitado conversaciones más extensas sobre quién ocupará los puestos en el Gobierno.

Una vez confirmada su contundente victoria sobre Kamala Harris, y con JD Vance como vicepresidente, Trump podría anunciar su decisión sobre algunos puestos clave en los próximos días, y quiere recompensar a quienes lo apoyaron durante los últimos dos años de su campaña presidencial.

El que ya está decidido es el de Susie Wiles, que será la primera mujer de la historia en ejercer como jefa de gabinete, encargada de coordinar a los miembros del equipo presidencial. "Es un honor bien merecido que Susie sea la primera mujer jefa de gabinete en la historia de los Estados Unidos. No tengo ninguna duda de que hará que nuestro país se sienta orgulloso", dijo Trump al anunciarlo este jueves.

A Wiles se le atribuye que esta última campaña del republicano, la tercera después de 2016 y 2020, haya sido la más "sofisticada y disciplinada", y ha sido su jefa de gabinete de facto desde hace más de tres años.

Los nombres más mediáticos: Elon Musk y RFK Jr.

La mayoría de los aspirantes a ingresar en la nueva Administración acudieron a las fiestas de la victoria de Trump en Florida este martes. Sin embargo, desde antes del resultado de los comicios destacan los nombres del multimillonario Elon Musk y del sobrino del malogrado expresidente John F. Kennedy, Robert Francis Kennedy Jr.

En el caso del CEO de Tesla y SpaceX y dueño de la red social X, su papel se centraría en dirigir un nuevo "Departamento de Eficiencia Gubernamental", donde recortaría costos, reformaría regulaciones y agilizaría lo que él llama una "burocracia federal masiva y asfixiante". Esta futura agencia sería conocida por el acrónimo DOGE, en referencia a una criptomoneda que Musk había promocionado en el pasado.

"Dejadme que os diga, tenemos una nueva estrella. Ha nacido una estrella, Elon (Musk). Lo es. Es un tipo increíble", dijo Trump en su discurso de victoria, lo que enfatiza su promesa en campaña de otorgarle un cargo administrativo. Sin embargo, es poco probable que Musk quiera un puesto gubernamental a tiempo completo, dado lo que eso significaría desprenderse de sus activos o colocarlos en un fideicomiso ciego para evitar conflictos de intereses.

Por eso, todo apunta a que el papel de Musk será dentro de un comité de alto nivel donde no estará sujeto a las normas de ética del Gobierno.

Por su parte, los intereses de RFK Jr. abarcan numerosas agencias del Estado (adicciones, nutrición, salud mental, vacunas y medio ambiente), aunque con el que más se le relaciona es con el Departamento de Salud.

Desde que Kennedy retirara su campaña como candidato independiente y confirmara su apoyo a Trump, ha encabezado una iniciativa llamada "Make America Healthy Again" (Recuperar la salud en Estados Unidos).

No obstante, existen dudas sobre si Kennedy podría ser confirmado o conseguir la autorización de seguridad necesaria para un puesto a nivel de gabinete. E incluso si pudiera, dudan que Kennedy quisiera pasar por esos procesos, por lo que su papel se podría reducir a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Seguridad de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Dirigir la diplomacia y la defensa en tiempos de guerra

En un contexto internacional marcado por las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, el papel de secretario de Estado, el más alto de la diplomacia estadounidense, será crucial para poder conducir o no ambos conflictos hacia la paz.

Trump podría situar ahí al legislador hispano Marco Rubio, fuertemente antirruso y antichino, y que tiene experiencia en puestos de Asuntos Exteriores. Rubio, que estuvo en la terna final por ser candidato a vicepresidente, se alinea con el presidente electo en priorizar los intereses estadounidenses.

También ha sido sugerido para el puesto Richard Grenell, ex embajador en Alemania, enviado especial a los Balcanes y director interino de Inteligencia Nacional, por lo que también postula a director de la Agencia Central de Inteligencia, junto al senador de Arkansas, Tom Cotton, o el que ya fuera director de la misma, John Ratcliffe.

Para Defensa se baraja entre otros nombres el de Mike Pompeo, exdirector de la CIA y secretario de Estado durante la primera Administración de Trump. Rivaliza con él Michael Waltz, un legislador de Florida y veterano militar que forma parte del comité de servicios armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

La lucha contra la inmigración irregular

Con el objetivo de cumplir su promesa de sellar la frontera, Trump tiene en mente dos nombres destacados para el Departamento de Seguridad Nacional.

En el caso de Tom Homan, se ha convertido en una figura clave en el desarrollo del plan de deportación masiva de migrantes. Ya se desempeñó como director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas durante la primera Administración de Trump, donde fue defensor de separar a los niños migrantes de sus padres como una forma de disuadir los cruces ilegales.

También defiende una postura extremista antiinmigración, Stephen Miller, que fue el principal artífice del veto contra los musulmanes en la pasada presidencia republicana.

Para el cargo de secretario del Interior, el candidato que más suena es el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, que destaca por su gestión de los recursos naturales y se centraría en equilibrar el desarrollo energético con las iniciativas de conservación, supervisar las tierras públicas e implementar políticas que respalden tanto el crecimiento económico como la gestión ambiental.

La clave de su victoria: la economía

Los expertos coinciden en que la seguridad económica es la preocupación principal que ha llevado a los votantes a elegir a Donald Trump como presidente de nuevo. El magnate defiende una agenda de amplio alcance que combina enfoques conservadores tradicionales sobre impuestos, regulación y cuestiones culturales con una inclinación más populista sobre el comercio.

Como secretario al frente del Tesoro se postulan el multimillonario y megadonante en la campaña, John Paulson, y el actual asesor económico del presidente electo, Scott Bessent, un exdemócrata reconvertido al 'trumpismo' que le ha preparado a Trump sus discursos económicos.

En la Oficina del Representante Comercial, el equipo de Trump está buscando a alguien que no se inmute ante sus caprichos, a menudo volátiles, en materia de política arancelaria. Jamieson Greer, quien se desempeñó como adjunto de Robert Lighthizer cuando Trump instituyó aranceles generalizados contra adversarios y aliados por igual, es el nombre que las fuentes de los medios estadounidenses mencionan con más frecuencia para este cargo.

Entre tantos hombres, además de Susie Wiles, la mujer que más claro parece tener un puesto en la futura Administración de Trump es Carolina Leavitt, que se convertiría en secretaria de prensa de la Casa Blanca. De 27 años, Leavitt sería el único miembro de la Generación Z, y ya intentó convertirse en la mujer más joven jamás elegida para el Congreso de los Estados Unidos en 2022.