Meloni desafía a la justicia italiana y traslada a Albania a ocho migrantes
- Meloni utiliza el buque italiano Libra para trasladar a inmigrantes a sus centros de retención en Albania
- Se trata de dos instalaciones, gestionadas y controladas por las propias autoridades italianas
El buque italiano Libra, utilizado por el Gobierno de Giorgia Meloni para trasladar a ocho inmigrantes a sus centros de retención en Albania, ha atracado en el puerto albanés de Shëngjin. La nave, la segunda que llega a ese puerto con migrantes, ha llegado sobre las 07:45 hora local.
Los embarcados han sido sometidos a un chequeo médico en el mismo puerto antes de ser trasladados a los centros de internamiento. En total, han internado a siete de los ocho trasladados después de determinarse que uno de ellos padece problemas psicológicos. Este último será llevado a Italia en el mismo buque, llamado según ha informado a los medios el diputado italiano Franco Mari.
Los otros siete han salido a última hora de la noche en un autobús escoltado por vehículos de la policía albanesa y de la italiana, según ha constatado EFE.
El Gobierno de la ultraderechista Meloni utiliza el buque Libra para acoger en alta mar a determinados inmigrantes, hombres adultos y sanos llegados de países considerados seguros, y llevarlos primero al centro de Shengjin y después al de Gjader, según el acuerdo firmado con Albania.
Meloni lleva a cabo, entre críticas de la oposición y con una disputa abierta con la Justicia, un segundo traslado de migrantes a sus centros de retención de Albania, en un nuevo intento de mantener un plan de externalización migratoria que, según juristas, parece abocado al fracaso.
Roma externaliza la gestión de solicitud de asilo
Esas dos instalaciones, gestionadas y controladas por las propias autoridades italianas, son resultado de un acuerdo entre Roma y Tirana que externaliza a territorio albanés la gestión de solicitud de asilo y la posible repatriación de personas rescatadas en aguas del Mediterráneo que busquen llegar a Italia.
Las fuerzas de seguridad albanesas se limitan a vigilar el perímetro exterior de los centros y a garantizar la seguridad en los traslados realizados por agentes italianos. Gjadër fue una base de la Fuerza Aérea albanesa durante la dictadura comunista y está rodeada de un muro de siete metros de alto con cámaras y otros sistemas de vigilancia.
El acuerdo bilateral, de cinco años de duración, permite trasladar a Albania a los migrantes irregulares que la Marina militar italiana intercepte en el Mediterráneo. De hecho, el buque ha llevado a personas de Egipto y Bangladés interceptados en el Mediterráneo central, y según fuentes conocedoras de la operación, las autoridades italianas seguirán el guion del primer envío de migrantes en octubre, cuando empezaron a poner en marcha su polémico plan con Tirana.
Meloni vuelve a desafiar a la justicia italiana con esta medida que busca gestionar la migración y facilitar posibles repatriaciones, en medio de intensas críticas y desafíos judiciales. La decisión se produce semanas después de que el Tribunal de Roma ordenara el regreso de los migrantes destinados a estos centros, por vulnerarse sus derechos, puesto que provenían de "países no seguros". El Tribunal de Roma alegó que los países de origen de los migrantes -también Egipto y Bangladés- no podían ser considerados seguros, basándose en un fallo previo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que marcó precedente jurídico sobre la cuestión.
Como respuesta, el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni aprobó un decreto ley para blindar la medida y evitar así nuevas interferencias judiciales.
36.000 euros por persona
Varios juristas han denunciado que la primera ministra ultraderechista se aferra a la "inconstitucionalidad" con este paso. Además, los partidos de la oposición lamentan los costes millonarios del plan, su viabilidad logística reducida y el nuevo desafío del Ejecutivo a la Justicia.
El traslado a Albania "cuesta la friolera de 36.000 euros por migrante", ha asegurado el colíder de la Alianza Verdes-Izquierda, Angelo Bonelli, que ha calificado el plan de Meloni como "una operación de propaganda política y un despilfarro de dinero público".
"Ocho personas llegarán a los centros de retención de Albania. Es cómico", ha dicho el líder del partido progresista Más Europa, Riccardo Magi, que ha condenado que estas instalaciones "estén fuera de la legislación europea y cuesten unos 1.000 millones de euros a los contribuyentes italianos". Es un "enorme despilfarro de dinero público" y otra "página triste para los derechos humanos", ha añadido.
Meloni asegura que existe "preocupación" en Europa
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha asegurado que en algunas reuniones previas al Consejo Europeo informal en Budapest que se celebra este viernes ha surgido "preocupación" por las leyes sobre los considerados 'países seguros' para poder repatriar a inmigrantes porque, ha explicado, podrían impedir "detener la inmigración ilegal masiva". "Entre los líderes europeos había cierta preocupación sobre la cuestión de los países seguros", pues "según algunos gobiernos no están en condiciones" de definirlos y "leyendo algunas sentencias corremos el riesgo de encontrarnos ante una realidad en la que no hay países seguros", ha dicho Meloni a su llegada al Consejo informal.
"Como he dicho muchas veces y como todo el mundo entiende, socava de hecho cualquier posibilidad de gobernar la inmigración y de detener la inmigración ilegal masiva, así que sí, esta es una parte del debate en la que encuentro mucha solidaridad", ha añadido. Se refiere así a las sentencias de los tribunales italianos. Aunque insiste en sacar adelante este plan que, en su puesta en marcha, ha despertado un gran interés entre sus socios comunitarios.