Enlaces accesibilidad

¿Cómo es el protocolo por riesgo de inundaciones? Del aviso rojo de la AEMET a las alertas al móvil

  • La AEMET es la encargada de emitir los avisos por precipitaciones, pero no manda alertas a móviles
  • Las alertas generalizadas a la población tienen que enviarlas las comunidades autónomas

Por
Alerta enviada a los móviles de los valencianos en plena DANA
Alerta mandada por la Generalitat Valenciana el 29 de octubre a las 20:11 horas EFE / Kai Försterling | DiseñoRTVE

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó el nivel rojo por lluvias en Valencia a las 7.36 horas de la mañana del martes 29 de octubre por una DANA de la que llevaba días avisando. La alerta al móvil, que las autoridades autonómicas pueden mandar a la población para pedir a la población que no salga de sus casas y eviten los desplazamientos, no llegó hasta las 20.11 horas. Para entonces, muchas personas estaban ya atrapadas por una riada histórica, que ha dejado más de 200 muertos.

Pero, ¿cómo son los protocolos en caso de inundaciones? ¿Quién tiene que hacer qué y en qué momento? En España, es la AEMET la que predice los fenómenos meteorológicos adversos y avisa a las autoridades para que tomen las medidas necesarias: primero con una fase de preemergencia y luego con hasta cuatro situaciones operativas distintas en función de la gravedad de lo que ocurra. La coordinación, excepto en la última de ellas, corresponde a las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias de Protección Civil.

La AEMET, vigilancia, alerta y difusión

La Agencia Estatal de Meteorología, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuenta con un plan de predicción y vigilancia llamado METEOALERTA. Su objetivo es facilitar a los ciudadanos y las instituciones públicas, “muy singularmente a las autoridades de Protección Civil”, información sobre el peligro de fenómenos meteorológicos adversos que se prevean -como puede ser una DANA- con un adelanto de hasta 72 horas, y mantener información puntual de su evolución.

Una vez emitido el aviso este se difunde de forma sistemática y directa a organismos e instituciones del Estado -de la administración general y autonómica-, y a la población general a través de los medios de comunicación, página web, aplicación móvil, etc… A diferencia de otros países como Estados Unidos, donde son los servicios meteorológicos los que lanzan las alertas a los móviles personales de forma generalizada, en España la AEMET no tiene definido ese cometido.

Hay hasta tres niveles de aviso: nivel amarillo (peligro bajo), en el que se recomienda a la población que esté atenta, que se mantenga informada de las predicciones meteorológicas; nivel naranja (peligro importante), donde se pide que se tomen precauciones además de estar informado; y nivel rojo (peligro extraordinario), donde se pide actuar según indiquen las autoridades y se insta a no desplazarse a ningún sitio salvo que sea estrictamente necesario.

En Valencia la AEMET activó el aviso rojo por lluvias torrenciales a primera hora del martes 29 de octubre por la probabilidad de que se acumularán más de 90 litros por metro cuadrado en una hora. Desde 2020, España ha activado en 56 ocasiones el nivel rojo por precipitaciones (16 por la lluvia que se espera que caiga en una hora y otras 40 por la que se puede acumular en 12 horas), según los datos facilitados por la agencia a DatosRTVE.

Valencia es, de hecho, la provincia donde más veces se ha activado el aviso rojo por lluvias torrenciales en los últimos cinco años.

La Aemet cuenta con unos umbrales diferentes de precipitaciones para decretar los avisos según la zona. En el caso de Valencia, se activan los avisos rojos cuando se esperan 90 litros por metro cuadrado en una hora y 180 en 12. Son los mismos umbrales, prácticamente, para todo el Levante.

Fase de preemergencia: una fase preventiva

Una vez recibido el aviso de la AEMET los responsables de Protección Civil autonómicos ponen en marcha la llamada fase de preemergencia, en la que se declara la alerta y se hace el seguimiento de todos los datos disponibles. Se trata de "una fase preventiva en la que se activan todos los sistemas de información y alerta disponibles", según recoge la Guía de organización operativa estatal de Protección Civil.

En el caso de la Comunidad Valenciana esta fase se declara cuando los avisos por lluvias, tormentas o fenómenos costeros tengan un nivel naranja o rojo, según el Plan Especial frente al riesgo de Inundaciones de la Generalitat.

Esta alerta se difunde a los municipios que pueden verse afectados por inundaciones, a los servicios de intervención y a los medios de comunicación. En este momento, algunas comunidades autónomas ya optan por avisar a la población con el sistema ES-Alert, como hizo la Comunidad de Madrid en septiembre de 2023 también por una DANA, no sin polémica, y como están haciendo en los últimos días otras comunidades -como Andalucía- después de la tragedia valenciana.

¿Y qué información se maneja a partir de esta fase y las siguientes? Pues la que llega de los municipios, de los agentes sobre el terreno, de las llamadas al 112 que se puedan producir y sobre todo de la Aemet y de las Confederaciones Hidrográficas, que tienen que trasladar dos tipos de registros: pluviométricos y del caudal de los ríos y torrentes.

Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar explican que toda la información está disponible de forma constante a través de los datos de los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIH) para la previsión y el control de las avenidas, que son “públicos y accesibles en tiempo real”. Además de esta vía, sus protocolos internos establecen que de "forma redundante" se comunique por mail a las autoridades de Protección Civil la evolución de los caudales. En el caso del barranco de El Poyo, cuando se superen los 150 metros cúbicos por segundo. 

El día 29, la Confederación mandó hasta cinco correos a la Generalitat, el primero a las 12.09 horas para informar de que El Poyo llevaba un aforo de 264 metros cúbicos. Tras ese aviso, la Generalitat lanza una alerta hidrológica alertando a los municipios afectados y pidiendo a la población que no se acercaran ni a ríos ni barrancos. 

Desde el cuarto correo, a las 15:50 (cuando el agua bajó a 28,70 metros cúbicos), hasta el quinto de las 18:43, en el que se informa de un caudal que cuadruplica al del Ebro (1.668 metros cúbicos por segundo), la Generalitat declara que no recibió información. La Confederación, por su parte, insiste en que la información estaba en tiempo real a través del SAIH.

Alerta hidrológica: de la inundación inminente a los primeros desbordamientos

Cuando hay riesgo de inundaciones inminentes se deja atrás la fase de la preemergencia y se entra en las fases de emergencia propiamente dicha. Si los daños que se prevén son a nivel municipal y pueden hacerse frente con los medios de la comunidad autónoma se declara la llamada Situación 0.

Cuando ya se han producido estas inundaciones a nivel municipal, se entra entonces en la Situación Operativa 1 con la puesta en marcha, si no se ha hecho antes, del CECOPAL, es decir, del Centro de Coordinación Operativa Municipal bajo el paraguas de la dirección de Protección Civil de la comunidad autónoma.

Situación de emergencia 2: del CECOPI a la alerta a los móviles

Si las inundaciones superan la capacidad de respuesta de una comunidad o se prevé un empeoramiento de la situación, las autoridades de Protección Civil en las autonomías pueden declarar la Situación 2 de emergencia, que es la que está en vigor desde el 29 de octubre en Valencia.

Es en este escenario, cuando se constituye el llamado CECOPI, el Centro de Coordinación Operativa Integrado, con un Comité de Dirección donde tiene que estar presente la Administración General del Estado a través del Delegado o Subdelegado del Gobierno, según el plan de inundaciones de este territorio de España. No obstante, según este documento, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat “seguirá efectuando la labor de coordinación de las comunicaciones y el seguimiento de la situación de emergencia”. Debajo del CECOPI siguen operando los CECOPAL de la situación 1.

El CECOPI, que se convocó a las 17.00 horas de la tarde del 29 de octubre, está constituido por un Comité Asesor, donde hay un Grupo de Seguimiento del Riesgo -donde están presentes la Confederación Hidrográfica y la Aemet entre otros- y un Grupo de Gestión de Medios y Recursos.

En esta reunión, la Confederación Hidrográfica señala que hubo "notificación verbal del incremento generalizado de caudales, especialmente del río Magro y el río Júcar, e inminente declaración de escenario 2 de la presa de Forata de acuerdo con su plan de emergencias"; es decir, peligro de rotura o avería grave de la presa.

De hecho, la alerta que se manda a los teléfonos móviles a las 20:11 se lanzó después de que el secretario de Estado de Transición Ecológica advirtiera a la Generalitat por teléfono a la consejera de Interior de la gravedad de la situación de la presa, que finalmente resistió. Para entonces, el agua ya anegaba decenas de municipios valencianos con ciudadanos encaramados a tejados y árboles.

En los últimos días, el Ministerio del Interior ha insistido en que en esta Situación operativa 2 la Generalitat es la competente para mandar los mensajes a los móviles y para solicitar a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior la activación de medios extraordinarios como la Unidad Militar de Emergencias (UME).

El ministro del Interior al mando en la situación de emergencia 3

Los planes de actuación de Protección Civil contemplan un último escenario, la Situación de emergencia 3, que se declara cuando se considera que está “en juego el interés nacional”

La declara el ministro del Interior a iniciativa propia comunicándoselo a la comunidad autónoma o a instancias de los gobiernos autonómicos o las delegaciones o subdelegaciones del Gobierno.

Es la situación que el líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se declare. De activarse, el director de la emergencia pasaría a ser el titular de Interior y la dirección operativa la llevaría la UME. Así, el Gobierno central quitaría el mando de la gestión al presidente valenciano, Carlos Mazón, del Partido Popular.