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Claves para gestionar un dinero inesperado

  • ¿Qué hago con él? ¿Lo invierto o lo ahorro? ¿Debería darme un capricho?
  • José Trecet, divulgador en actualidad económica y finanzas personales, nos da algunos consejos

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Mujer contando dinero
Mujer contando dinero ISTOCK

Puede que en algún momento de tu vida tengas la suerte de recibir un dinero inesperado. Quizás hayas ganado, por ejemplo, el certamen literario de tu localidad, o hayas recibido un regalo de boda en metálico mucho más generoso de lo que esperabas; también podría ser una donación de un familiar o incluso que te haya tocado la lotería. En cualquiera de estos casos, tras recibir el dinero surgen las típicas preguntas: ¿qué hago con él? ¿Lo invierto o lo ahorro? ¿Debería darme un capricho? José Trecet, divulgador en actualidad económica y finanzas personales, nos ofrece algunos consejos para manejar mejor ese dinero inesperado.

¿Cuánto dinero disponemos realmente?

El primer consejo que indica el experto es que deberías pensar en Hacienda, a pesar de que, como dice José Trecet, pueda sonar un poco mal. El organismo público siempre está presente: “Ellos no se van a olvidar de ti, así que harías bien en olvidarte de ellos”, expresa.

En consecuencia, debes tener en cuenta que ese dinero debe pasar por Hacienda. “Por ejemplo, si recibes una donación, vas a tener que tributar en el impuesto sobre sucesiones y donaciones, pero esto depende del premio. También podrías tener que pagar impuestos posteriormente en el IRPF”, ha explicado en el programa de RNE Economía de bolsillo.

¿Qué hago con ese dinero?

Según José Trecet, el gasto del dinero debería adaptarse a la situación personal de cada individuo. Sin embargo, el periodista aconseja que, en primer lugar, es fundamental evaluar si se tienen deudas y priorizar su liquidación. Una vez que se hayan saldado las deudas, el siguiente paso es establecer un colchón de seguridad, el cual “debería equivaler a entre tres y seis meses de los gastos fijos, siendo recomendable acercarse más a seis meses”.

Es importante señalar que la cantidad que ahorres dependerá de tu nivel de “aversión al riesgo” y, por supuesto, de tu situación personal. Finalmente, una vez que tengas tus deudas bajo control y un respaldo financiero, el siguiente paso es considerar cómo puedes invertir tu dinero de manera efectiva. Además, aconseja nunca "invertir en algo en lo que estés pensando por la noche, que veas una noticia que haga caer el mercado y te sientas inquieto. Las finanzas deben ser tranquilas, deben hacerte sentir en calma y no estresado", ha indicado en los micrófonos de RNE.

El “dinero caído del cielo” nos lo gastamos con más facilidad

No gastamos con más facilidad el dinero que ganamos de improviso que el dinero que hemos ganado con nuestro esfuerzo. Esto tiene un nombre y se llama el sesgo de la contabilidad mental. El periodista explica este concepto con un ejemplo muy claro: “Cuando recibimos la paga extra o un bonus, tendemos a gastarlo de forma mucho más impulsiva que si fuera nuestro salario mensual, porque no entra dentro de nuestra contabilidad. Está fuera. Es un dinero de otras personas. No es tuyo, o no lo ligas tanto a tener que estar ocho horas trabajando en un empleo que te gustará más o menos, pero no asimilas que es dinero que te ha costado esfuerzo ganar”, apunta.

José Trecet nos da algunas herramientas para tratar el dinero con el mismo cuidado, lo hayas ganado tú con tu salario o si te lo ha dejado en donación o un familiar: Uno de los consejos más simples, pero efectivos para ahorrar, es el concepto de "preahorro", que no es más que apartar un porcentaje de tu dinero antes de gastarlo. La idea es sencilla: “si decides ahorrar un 10% o un 20% de tus ingresos, lo que debes hacer es trasladar esa cantidad a una cuenta que no uses para tus gastos diarios”, recomienda.

En ocasiones, por ejemplo, si recibimos una herencia o una donación, tendemos a pensar en utilizar ese dinero para algo grande, como una reforma en casa o la compra de un artículo nuevo. Pero antes de hacerlo, José Trecet, insiste en que es fundamental hacer una pausa y reflexionar: ¿realmente lo necesito? ¿Puedo continuar con lo que tengo? ¿Es posible encontrar una opción más económica que aún cumpla con mis necesidades? Según el experto, lo que consigues al hacerte estas preguntas es encontrar mecanismos para retrasar esa forma de actuar impulsivamente cuando recibes un dinero inesperado.