Favoritos al Premio Cervantes 2024 si el galardón vuelve a mirar a América
- Gioconda Belli, Raúl Zurita y César Aira, entre los candidatos al mayor premio de la literatura en español
Es sabido: el Premio Cervantes escoge cada año la trayectoria de autor “independientemente de su nacionalidad” que “haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico, pero suele alternar entre autores españoles y americanos. Es una tradición no escrita y no siempre aplicada, aunque el histórico de los premios refleja ahora mismo el equilibrio: 25 españoles y 24 americanos.
Por eso, y porque el año pasado galardonó al escritor leonés Luis Mateo Díez, el anuncio a cargo del ministro de Cultura, Ernest Urtasun (martes 12, a partir de las 18:30) es probable que mire al otro lado del Atlántico, aunque si el premio se queda en España, las quinielas miran a nombres como Rosa Montero, Enrique Vila-Matas, Antonio Muñoz Molina, Álvaro Pombo o Luis Goytisolo.
Raúl Zurita (Chile)
El Cervantes tiene un idilio con la poesía en las últimas ediciones, en las que ha premiado a Rafael Cadenas (2022) Francisco Brines (2020), Joan Margarit (2019) o Ida Vitale (2018). El chileno Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) ganó en 2020 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericano, galardón que ha anticipado a los cuatro autores antes citados, y su nombre aparece en las apuestas de los últimos años.
Preso torturado en el golpe de Pinochet, reflejó en Purgatorio su experiencia en la cárcel. Su estilo, vanguardista, pero directo, aborda temas políticos y sociales con una sensibilidad particular hacia la naturaleza.
Ángeles Mastretta (México)
Como representante del país con más población hispanohablante aparece Ángeles Mastretta, que además se convertiría en la sexta mujer en lograr un premio que en los últimos 10 años solo han ganado dos escritoras.
La periodista y escritora tiene una obra centrada en mujeres duelas de su propio destino. Mastretta fue la primera escritora en ganar el Premio Rómulo Gallegos en 1997 con Mal de amores.
Gioconda Belli (Nicaragua)
Perdió su nacionalidad el año pasado por orden el presidente Daniel Ortega. Exiliada en Madrid desde 2022, recientemente ha publicado la novela Un silencio lleno de murmullos, en la que precisamente relata los cambios políticos de su país natal. La propia Belli formó parte del partido y gobierno sandinista hasta que se distanció del régimen, una trayectoria que recuerda al del otro Cervantes nicaragüense, Sergio Ramírez.
Belli se define como “poeta, novelista, feminista y humanista”. En 2023, el jurado del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericano destacó “su expresividad creativa, su libertad y su valentía poética”.
César Aira (Argentina)
Argentina es el tercer país con más Cervantes (cuatro) y el prolífico César Aira su autor más reconocido internacionalmente. Tanto que el país austral espera que sea, finalmente, el primer Nobel de un país tan atravesado de literatura como ignorado por la Academia Sueca.
Maestro de la novela corta, define su estilo como una “fuga hacia delante” que no respeta las tradiciones narrativas y desafía, abruptamente, las expectativas del lector.
Leonardo Padura (Cuba)
Ganador del Premio Princesa de las Letras 2014, el cubano Leonardo Padura se ha servido de la novela policíaca para convertirse en uno de los grandes cronistas de la historia de Cuba, a través de su emblemático protagonista, Mario Conde, o en obras más personales como Regreso a Ítaca.
“Conde es mi manera de hacer posible la gloria y el infierno de una generación, porque la generación que ha vivido todo el proceso revolucionario tuvo todos los beneficios y ha sufrido todas las derrotas”, explicaba el autor en una entrevista con RTVE.es.
Fernando Vallejo (Colombia)
Por último, el colombiano Vallejo es otro clásico de las quinielas. Animalista consecuente, hasta 2013 dijo que el Cervantes era un premio "miserable" porque lo entregaba un "asesino de animales" en referencia al rey emérito, que entregaba el galardón hasta su abdicación en 2014.
Autor de la contundente La virgen de los sicarios, el escritor y biólogo es un polemista nato que criticó en confinamiento en la pandemia y hasta al mismísimo Charles Darwin (en La tautología darwinista).