Jesús Martínez, periodista local y social de Barcelona: "La pobreza se esconde, es invisible, pero existe"
- Este periodista local define su manera de ejercer periodismo como una "dignificación de las personas"
La tipología y disposición de los objetos que se encuentran en la mesa del profesor parecen, antes del comienzo de la lección, seguir un canon sin novedades. El café en una esquina, un café que, por su pequeño vaso de cartón, parece proceder de máquina; la mochila, verde caqui, de un estilo clásico, apoyada en una de las extremidades de la mesa, y un ordenador portátil, en el lado opuesto a la pantalla del ordenador de sobremesa. El dueño de dichos elementos termina de configurar las diapositivas que le serán de apoyo en las tres horas que durará la lección.
"Hola, soy Jesús Martínez, periodista local y social de Barcelona”. Son las primeras palabras del profesional que en esta jornada visita el Máster en Reporterismo Internacional en el Instituto de RTVE. El sujeto, con camisa y pantalones vaqueros y gafas algo redondeadas, define su manera de hacer periodismo como una "dignificación de las personas", de una aportación a la sociedad a través de la "denuncia social". Mientras sus manos se dejan llevar por un tic que arrastrará durante toda la lección, establece "la importancia de los gestos" a través de los cuales conoces a primera vista la actitud de una persona en un momento concreto.
Y es que la "alteridad, el acercamiento y conocimiento del otro, el ponerse en su lugar", es uno de los principales rasgos del trabajo del reportero Jesús Martínez, tal y como él establece nada más comenzar. Alfonso Armada, presente en la introducción de la clase, define a su compañero como un "periodista de a pie", "una muestra de cómo hacer trabajos originales con ángulos diferentes". Jesús ha desarrollado múltiples trabajos periodísticos en su ciudad, Barcelona. Uno de sus últimos trabajos sobre la ciudad condal, "Alfabeto Karima. Abecedario de una chica afgana refugiada en Barcelona", publicado en FronteraD, explora, a través del abecedario, aspectos de la vida de Karima Shujazada, una joven afgana que en junio de 2022 huyó de su país natal tras la toma de poder, un año antes, de los talibanes. Este tipo de formatos, algo más "alternativos" a lo que tradicionalmente se encuentra en la prensa, tomará importancia en la segunda mitad de la lección.
Conocer tu lugar de procedencia, algo imprescindible
En esa alteridad de su trabajo proyecta la necesidad de conocer tu lugar de procedencia como algo imprescindible para reportear por el mundo, el importante ejercicio de escribir objetivamente sobre tu vecino de enfrente. Su artículo "El equipo de la Marina", publicado en La Marina, publicación del distrito barcelonés de Sants-Montjuïc, es un claro ejemplo de esta ideología profesional. Dicho reportaje explora la historia de una escuela deportiva, la Escola de Futbol Ángel Pedraza, formada en honor al futbolista homónimo, que celebra la "labor social" de sus vecinos. A través de, por ejemplo, becas para los jugadores que así lo necesiten ayudan a jóvenes a través del fútbol, pero también de "la disciplina, el orden y la solidaridad". "Tenemos una obligación con el barrio y respondemos. Somos una familia", dice Carlos Sarto, presidente de la institución.
Tras la presentación de Armada, Jesús muestra un trabajo de reporteo que acompañará prácticamente la totalidad de la primera hora y media de lección. Gracias de la obra Reportajes, de Joe Sacco, que hace periodismo dibujado, Jesús Martínez toma conciencia de un campo de refugiados del que apenas se encuentra documentación, el campo de Hal Far, en Malta. La estela de este campo le servirá para establecer varias ideas.
"El periodismo es igual a colarse en los sitios"
En primer lugar, si no se tiene información sobre un sitio, la vía para conocerlo es presentarse allí. "El periodismo es igual a colarse en los sitios", dice el periodista catalán. Una foto del lugar, un campo de refugiados como tantos, a las afueras del mundo, de las ciudades, para que no los veamos, al que solo pudo acceder clandestinamente, le permite explicar cómo la interminable burocracia ya dejaba entrever lo que se iba a encontrar en el interior. Y cómo hay que seguir los cauces oficiales ("que lo que intentan es que no puedas entrar") y luego "colarte". Los contenedores de chapas metálicas y plásticos que tienen allí los migrantes por alojamiento hacen que el tono de Jesús Martínez, hasta ahora pausado, sin apenas modulaciones, suba unas décimas, se altere, asome el enfado. La pantalla frente a los alumnos muestra a continuación a un migrante junto a unos cilindros de cemento apilados unos sobre otros de manera horizontal. Por allí se pudo colar Jesús junto a su fotógrafo. Pero ese hombre no disfrutaba de los lujos de un contenedor, vivía en los tubos. La segunda lección del periodista trata sobre la idea de ir con la mente abierta en el reporterismo. Ese migrante pudo ser un gran reportaje que dejó escapar debido a que iba con la idea acorazada de documentar el interior del campo: "Si yo vuelvo hoy, estoy seguro de que me encuentro a este hombre en el mismo sitio. Pero bueno, es una película mía, no me hagáis caso". Los pensamientos que el reportero se plantea cuando es demasiado tarde. Cuando ya ha vuelto del viaje.
La luz natural que entra en la clase a través de la ventana es cada vez más tenue. A medida que se acerca el descanso los fluorescentes del techo van ganando presencia. El tic sigue presente, aunque ahora cambia de mano para agarrarse el meñique de la contraria. La clase establece un nuevo rumbo: la representación de dolor y la muerte, los formatos a través de los cuales se pueden "explicar los hechos". Jesús muestra varias fotografías: un barco sobre el que el que escribió un reportaje y en el que murieron cerca de mil migrantes, y que acabó en la Bienal de Venecia. Una pared con esquirlas de fusilamientos en una galería de arte. Un muñeco hinchable de un migrante en los refinados salones del Liceo de Barcelona. Las campañas de Benetton durante las guerras yugoslavas, con prendas reales de combatientes muertos. Si algo parece tener claro Jesús Martínez es que el formato tradicional de prensa escrita o digital puede no dar cabida (no servir) a todo lo que el periodismo puede ofrecer.
Cómo hacer periodismo con ángulos diferentes
Tras el breve descanso, la segunda parte de la lección retomó la temática que se había introducido previamente. Es en esta segunda mitad donde las palabras de Alfonso Armada sobre su compañero toman sentido, "una muestra de cómo hacer trabajos originales con ángulos diferentes". Jesús Martínez establece la dicotomía con la que el periodista ha de convivir profesionalmente, "el periodismo que paga las facturas y el que da alimento al alma". Llega a recurrir al sociólogo estadounidense Richard Sennett, quien en su libro El artesano establece lo que da sentido a este oficio, tu trabajo es tu oficio y tu casa tu taller. El periodismo es sobre todo un oficio.
La mochila del principio sigue en una de las extremidades de la mesa. De ella el periodista, como un mago que no pretende serlo, ha sacado varias bolsas de plástico, muy arrugadas, que llenarán la mesa e incluso ocuparán su lugar en el suelo. Esas bolsas contienen parte del periodismo que a Jesús "le ha dado alimento al alma".
Los escritos sobre el campo de Hal Far, aquel migrante cuya vida le había llevado a vivir en los tubos de cemento, los contenedores adosados donde las personas reemplazan a la mercancía. El reportaje sobre el barco de los mil migrantes muertos, la manera en la que Europa había girado la cabeza, la fotografía del navío siendo trasladado a la Bienal de Venecia. Jesús Martínez ha recorrido gran parte de la lección a través de estos trabajos, unos trabajos en los que ha podido plasmar y echar a volar su alma periodística, lo que a él le ha llevado a ser lo que a día de hoy es, periodista. Pero no es uno cualquiera. Las dos hojas que le puede ofrecer la prensa escrita o el número de caracteres del diario digital se le quedan, aparentemente, cortos. Esas bolsas de plásticos, arrugadas, apiladas sin orden alguno, son muestra de ello.
“ El periodismo que paga las facturas y el que da alimento al alma“
Jesús retrocede hasta la mesa y, tras mover algunos de los elementos que en ella posan, saca de una ficha el primero de varios artículos. Un libro que va acompañado de una baraja de cartas. En Refugees. Playing Cards ha recopilado las historias de los migrantes que están alojados en campos de refugiados antes de su esperada entrada a Europa. El periodista cuenta cómo les pidió que posasen en las fotografías para este reportaje junto a su objeto más valioso. Él pensaba que les acompañaría una foto de su familia, pero se encontró con un mechero, una navaja, una cuchara, una reja de hierro que permite formar un horno, y un sinfín de objetos que han permitido formar esa baraja, resumiendo de una manera muy gráfica lo vivido por estas personas que se ven obligadas a escapar de sus tierras natales.
Las bolsas que contienen los trabajos del periodista catalán van acumulándose según éste muestra al alumnado en qué ha ido invirtiendo gran parte de su sueldo. "El dinero va a llegar y os lo vais a gastar. La cuestión es en qué os lo gastáis", dice mientras los chicos y chicas se pasan sus trabajos de mano en mano, de fila en fila.
"La pobreza se esconde, es invisible, pero existe"
Alrededor de las 18:35 horas el espacio queda medio vacío, parte del alumnado acude a un evento externo a la lección. Esto acentúa insospechadamente la cercanía entre el expositor y sus oyentes que hasta ese momento no se había dado. Un pasaporte que explica la historia de una chica perseguida por el ISIS (Estado Islámico), un álbum de cromos sobre temporeros de Lleida, un catálogo similar al de IKEA, pero que recibe el nombre de AKEI y que expone las casas de los temporeros de Almería. Como el propio Jesús expone, "la pobreza se esconde, es invisible, pero existe". Todos los trabajos que muestra quieren luchar contra la precaria situación que viven cada vez más personas en nuestro país, en los vecinos y en los que parece que nadie se pare a pensar.
Un último trabajo da por concluida la lección del dieciséis de octubre. Su última obra hace que el periodista catalán cambie el tono de voz y pase a ser algo más bajo de lo normal. Se trata de un mapa de la Barcelona de los años cincuenta, un mapa que muestra los lugares que visitaba su padre. Ese mapa forma parte de una trayectoria periodística en el que la cercanía ha sido la clave para poder entender el mundo que nos rodea, un periodismo en el que llegar a observar a tu vecino te puede permitir analizar a los seres más complejos del planeta, en el que tú eres el fíxer de tu territorio y gracias al cual se puede llegar a comprender la compleja labor de un periodista local. Jesús Martínez no busca dar la voz a los sin voz, ya que esta falta no existe, su periodismo busca levantar esa voz y evitar que sean silenciados.
Escuela de reporteros
Todo reportero que se precie, y más si su ámbito de insaciable curiosidad es el mundo mundial, ha de pasarse la vida estudiando. Leer, leer y leer es tan importante como vivir, porque el lenguaje es su materia prima, la herramienta para intentar contar y descifrar la realidad.
Este espacio es un cuaderno experimental para quienes cursan el Máster de Reporterismo Internacional auspiciado por RTVE Instituto y la Universidad de Alcalá. Cada vez que alguien relevante pase por sus aulas o dicte una clase magistral habrá una crónica que dará cuenta de lo más valioso, lecciones para nutrir la mirada, en realidad los cinco sentidos.