Keum Suk Gendry-Kim: "Hasta hace poco en Corea se rechazaba a las mujeres que no podían tener hijos"
- La autora de Hierba y La espera ha presentado en España su nueva novela gráfica: Mañana será otro día
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La dibujante surcoreana Keum Suk Gendry-Kim ha triunfado en todo el mundo con sus historias familiares y personales como Hierba (la historia de las mujeres de consuelo coreanas durante la II Guerra Mundial), La espera (sobre las familias separadas durante más de 70 años por la división de Corea) o Perros (sobre la relación con sus tres mascotas). En su nuevo cómic, Mañana será otro día (Reservoir Books), habla sobre su frustración por la imposibilidad de ser madre. Lo ha presentado en Málaga, donde ha charlado con nuestra compañera Laura García Torres.
El cómic cuenta la historia de una pareja de treintañeros, Bada y San, que no consiguen tener el bebé que tanto anhelan. Cansados de escuchar comentarios de todo tipo intentan someterse a un tratamiento de fecundación. La sociedad tradicionalista sociedad coreana los juzgará sin piedad, aumentando las inseguridades y traumas de la joven pareja.
“Es una obra autobiográfica -confiesa la autora-, pero para proteger los datos personales de mi familia y otras personas de mi alrededor he ficcionado un poco el ambiente y el contexto. Y he cambiado los nombres”.
“Hoy en día la generación joven de Corea del Sur no quiere casarse -nos explica Keum Suk Gendry-Kim- Tampoco quiere tener hijos porque prefiere vivir libremente y trabajar. Ellos tienen muchas cosas que les gustaría hacer antes que ser padres”.
“En mi generación -continua-, yo y mis amigos queríamos trabajar durante una época y después todos intentábamos tener hijos. El problema era que ya, a ciertas edades, era mucho más difícil conseguirlo. Esa es la principal diferencia entre mi generación y la actual”.
“Las mujeres de clase alta compraban los hijos”
En caso de la sociedad coreana, sobre todo desde época de la Dinastía Joseon (1392-1897), la filosofía básica de nuestro país era el Confucianismo. Y desde ese pensamiento, las mujeres que no podían tener hijos, incluso las que no podían tener hijos varones, eran rechazadas. Por eso algunas mujeres de clase alta incluso compraban los hijos a las de clases más bajas o los tenían a través de ellas. Eso formaba parte del sistema”.
“Esta tradición se ha quedado como la base fundamental de la sociedad, de la familia -continúa-. Obviamente, actualmente las cosas han cambiado mucho, y en las ciudades, que están influenciadas por otras culturas y se han modernizado, estas tradiciones se han perdido. Pero, sin embargo, en muchos pueblos se siguen manteniendo dichas costumbres, por lo que las mujeres siguen sufriendo esas presiones para que tengan hijos”.
Una historia personal pero universal
“Esta historia familiar, personal, la veo como la historia de una pequeña sociedad -asegura Keum Suk Gendry-Kim-. Pero que me sirve para extrapolarla al conjunto de la sociedad coreana. En obras como Perros o esta, me gusta usar esas pequeñas historias personales para hablar de esos problemas más universales. Quiero llegar a lo universal a través de mi propia historia, porque pienso que es mucho más emocionante y fácil de entender para los lectores”.
“Cuando cuento historias universales son más complicadas y duras de entender y aceptar para los lectores -añade-. Pero cuando voy a las historias personales creo que son más ligeras y emotivas”.
“En el caso de la historia de Mañana será otro día -concluye-, narro lo que me pasó hace veinte años, cuando tenía treinta y pico años. Porque después de esas dos décadas ya había reunido fuerzas para hablar sobre ello. Y, como no he podido tener hijos, he adoptado a esos tres perros, que es lo que narro en Perros. Ellos son ahora mi familia”.
“He usado varios tonos de gris para expresar los sentimientos de las mujeres”
Una vez más destaca el fabuloso arte de Keum Suk Gendry-Kim, que con la tinta y la acuarela consigue poderosas imágenes de trazo tan suelto como vigoroso.
“He usado la técnica del blanco y negro porque estaba tratando temas delicados, como el cuerpo de la mujer y cosas que yo he sufrido personalmente. como esa infertilidad -nos confiesa-. Eso lo quería expresar con esos colores grises, que reflejan esos sentimientos negativos, de nerviosismo y autorrepresión”.
“Mezclando la tinta coreana con agua -continúa-, he logrado esos diferentes tonos de grises que me sirven para remarcar los sentimientos que podrían sentir las mujeres en esos momentos difíciles: las emociones tristes, las emociones de dolor… incluso las emociones alegres”.
“Y al final -concluye-, he querido finalizar ese último capítulo con muchos colores alegres. Porque después de todo este doloroso proceso, al final la mujer se busca a sí misma y se acepta como es. Y quería acabar el cómic con ese mensaje de esperanza. Por eso ese último capítulo está lleno de color. en contraste con el resto del libro”.
“Siento el cariño de los lectores españoles”
Los libros de Keum Suk Gendry-Kim no están exentos de críticas a su país y a la sociedad coreana, por lo que no siempre son bien recibidos allí. “Ya se ha publicado el libro en Corea del Sur -nos comenta-, y no he tenido ninguna presión por parte del Gobierno. Aunque sí por parte de partidos de derechas. Lo que más pena me da es que ni siquiera han leído el libro, lo han juzgado solo por la portada, en la que aparece Kim Jong-un, y solo por eso no les ha gustado. He pasado una época bastante difícil por ello”.
Preguntamos a Keum Suk Gendry-Kim cómo se siente en España, donde ha vendido más de 70.000 ejemplares: “Siento que a los lectores españoles les gustan mucho mis libros. Además, cuando vengo a dar charlas no solo se me acercan los jóvenes, sino también familias enteras, con hijos de distintas edades. Y eso me conmueve mucho. Estoy muy agradecida”.
La traducción del libro es de Joo Hasun.