El Gobierno busca el apoyo de sus socios para aprobar la reforma fiscal pese a la retirada del impuesto a energéticas
- Desde Sumar aseguran que no están de acuerdo en la desaparición de este impuesto y emplazan al PSOE a seguir negociando
- Los socialistas se muestran confiados en que finalmente habrá acuerdo, aunque las posturas están prácticamente estancadas
El Gobierno no tiene aún asegurados los apoyos para aprobar el paquete fiscal pactado este lunes entre el PSOE y Sumar. El motivo es la retirada del impuesto a las energéticas, que buscaba atraer el voto favorable de Junts y el PNV y, sin embargo, ha levantado suspicacias entre otros socios de investidura como ERC, EH Bildu y Podemos.
Entre otras medidas, la reforma mantiene el impuesto a la banca, sube el IRPF a las rentas de más de 300.000 euros y propone un IVA del 21% para los alquileres turísticos, un impuesto para aviones y yates privados y coches de lujo.
Desde Sumar aseguran que no están de acuerdo en la desaparición de este impuesto (que caduca al final de año) y emplazan al PSOE a seguir negociando: "Nosotras no hemos renunciado absolutamente a nada y por eso mantenemos viva nuestra enmienda", ha señalado la portavoz adjunta del grupo en el Congreso, Aina Vidal. En su opinión, el PSOE debería haber empezado a trabajar con aquellos partidos con los que, en principio, tiene "más cercanía ideológica", pero en todo caso cree que es una decisión del Grupo Socialista y es a éste al que le toca dar explicaciones al respecto.
Precisamente, para ganar tiempo en la negociación, ambas formaciones decidieron este lunes aplazar hasta el jueves el debate de la norma en la Comisión de Hacienda, que tiene los plazos muy ajustados porque toda la normativa tendría que estar en vigor antes de final de año.
"Estamos convencidos de que podremos llegar a un acuerdo. Por eso ayer suspendimos la comisión, para darnos tiempo para hablar con todos", ha declarado el portavoz socialista, Patxi López, a su llegada este martes al pleno del Congreso. Pero lo cierto es que las posturas, por el momento, se encuentran estancadas.
ERC, EH Bildu y Podemos reiteran su desacuerdo
Los partidos de izquierda han cargado contra la decisión de eliminar el impuesto a las energéticas. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha reprochado este martes al PSOE y Sumar que no les hayan pasado el texto pactado, lo que considera "una mala manera de negociar", y ha comentado que para tratar de llegar a un acuerdo tienen que ver con detalle primero lo que han concretado hasta ahora los dos partidos del Gobierno. "Queríamos impuestos permanentes, nos dijeron que no y aquí estamos", ha criticado.
"No estamos de acuerdo con que se le quite el impuesto a las eléctricas y de ahí no nos vamos a mover, porque además es lo que quiere la gente", ha señalado a su vez el diputado de EH Bildu Oskar Matute.
Por su parte, el portavoz de Podemos en el Congreso, Javier Sánchez, ha subrayado en una rueda de prensa que los cuatro diputados de la formación 'morada' no van a apoyar "ninguna reforma fiscal que incluya retirar el impuesto al oligopolio eléctrico". La formación ha mantenido una reunión para abordar la reforma fiscal y, tras la misma, han reiterado su total desacuerdo con la eliminación del impuesto a las energéticas y han propuesto prorrogar durante seis meses el actual gravamen de modo que haya más tiempo para negociar, han señalado fuentes del partido a RTVE.
Insistir en ello es "una vía muerta", según el PNV
Los votos de los socios de izquierda del Gobierno son fundamentales para que la reforma fiscal salga adelante, pero también los de Junts y el PNV, que son quienes pactaron con el PSOE excluir el impuesto energético de su paquete fiscal.
Precisamente el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha criticado este martes en rueda de prensa la "mezcolanza ideológica" que en su opinión algunos partidos de izquierdas están haciendo con la reforma fiscal al pedir incluir impuestos como el de las energéticas, y ha advertido de que insistir en ello es "una vía muerta" porque para que salga adelante "hace falta el acuerdo de todo el mundo". "El mínimo común denominador es el que había alcanzado el Gobierno, ahora es muy complicado e imposible", ha añadido.
Mientras que, sin mencionar la polémica, el vicepresidente de Junts, Antoni Castellà, ha considerado este martes que el paquete fiscal pactado entre el PSOE y Sumar es "propaganda" y "demagogia" porque tiene efectos fiscales "bajos".
Todavía no salen los números, pero ambos socios del Gobierno insisten en que queda tiempo y que darán la batalla por aprobar el paquete fiscal y, posteriormente, los Presupuestos.