La acusación popular, sobre el asesinato de Samuel Luiz: "Lo matan al grito de maricón"
- La Fiscalía considera a todos los acusados culpables y la acusación popular pide que se haga justicia
- Dos de los investigados podrían tener una reducción de condena al ser considerados solo cómplices
El abogado de la acusación popular en el juicio por el crimen de Samuel Luiz, ejercida por el colectivo LGTBI Alas Coruña, ha recalcado que "lo matan al grito de maricón". Las acusaciones alegan que la orientación sexual de Samuel influyó en la "violencia" de la agresión.
"Samuel murió asesinado por una manada que lo molió a golpes", ha sentenciado durante la penúltima sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de A Coruña. Y ha pedido a la Corte que no sean "justicieros" sino "justos". Los acusados se enfrentan a penas de entre 22 y 27 años por alevosía y ensañamiento, con agravante de discriminación en relación con la orientación sexual de la víctima.
Posible reducción de penas
En el caso de Alejandro Míguez y Catherine Silva, si el jurado popular cree que solo son cómplices, sus condenas ―22 y 25 años, respectivamente― se podrían reducir a 13 y 14 años y 6 meses.
Siguiendo la misma línea, las defensas han modificado sus conclusiones previas, excepto en el caso de la de Catherine, que ha mantenido la libre absolución como objetivo.
El abogado de Diego Montaña lo califica como autor de un homicidio por imprudencia grave en concurso con lesiones o, alternativamente, un homicidio. Mientras que el letrado de Alejandro Freire ve delito de lesiones y está abierto a lesiones con homicidio imprudente o, incluso, homicidio.
En cuanto a la defensa de Alejandro Míguez, este insiste en la libre absolución, aunque admite la posibilidad de lesiones y para Kaio Amaral Silva se espera una única condena por apropiación indebida impropia del móvil de Samuel con una multa y una indemnización para los padres de la víctima de 859 euros, el valor del teléfono.
La Fiscalía considera a todos los acusados culpables
La abogada de la acusación particular, Esther Martínez, que representa a la familia de Samuel Luiz, ha dicho que no hay ninguna duda de que "los cinco se han ido incorporando sucesivamente a la agresión a Samuel, todos contra uno, y sin posibilidad de defensa".
Por su parte, la fiscal, Olga Serrano, los ha considerado a todos culpables del asesinato al acusarlos de realizar "actos esenciales para su fallecimiento" con un sinfín de golpes en la cabeza, el mantenimiento de la unidad del grupo y la "intención de matar".
A Montaña, el principal acusado por iniciar la agresión, Serrano lo ha calificado de "macho alfa". "Es el líder al que todos siguen, el ejemplo de fuerza bruta y violencia", ha valorado y ha recordado que, además, existe ADN suyo en la cara de Samuel Luiz, lo que para la Policía Nacional implica un prolongado y fuerte contacto.
Siguiendo esta línea, ha catalogado a Alejandro Freire, "el lugarteniente del líder", que derribó a la víctima al inicio de la paliza y tras lo ocurrido organizó "una quedada para mantener un pacto de silencio".
Sobre Catherine Silva, la fiscal ha expresado que esta mantenía una relación "tóxica, posesiva y celotípica" con Montaña, con quien compartía el "gusto por la violencia y posar con katanas en sus ratos libre". A Catherine se le atribuye que señaló en un primer momento a la víctima cuando estaba haciendo una videollamada.
A Kaio Amaral Silva y Alejandro Míguez, los ha situado como "dos listos de la clase que intentaron controlar el relato" a través de las redes y con llamadas a amigos. Además, Serrano ha explicado que ambos son activos partícipes en el asesinato de Samuel.
Por un lado, hay un vídeo que muestra cómo Silva lanza una patada a la víctima y, por otro lado, la fiscal ha recordado que Míguez relató que no pudo hacer "nada" porque le "paró un negro". Por lo que para ella implica que es evidente que fue a pegar a Samuel Luiz.