De Guindos advierte al Gobierno de que un impuesto a la banca no debe afectar al crédito
- El vicepresidente del BCE señala que el organismo analizará que este gravamen no afecte la solvencia bancaria
- El exministro español teme una guerra comercial tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha señalado este jueves que la posición de la institución es clara y los impuestos a la banca "no deben afectar ni a la solvencia del sector ni a la concesión del crédito". Durante su intervención en un encuentro financiero organizado por Deloitte y ABC, también ha señalado que no todos los gravámenes a este sector son iguales.
El exministro español puso como ejemplo a Italia. En su caso, ha explicado, el impuesto se puede reducir si el banco destina parte del beneficio a mejorar su solvencia. De esta forma, ha dado a entender que esa opción sí cumpliría con la premisa del BCE de que este tipo de impuestos no afecten ni a la solvencia ni al crédito.
Sin embargo, en el caso de España ha dicho que no sabe qué pasará, pero en cualquier caso, si hay una modificación al respecto y se aplica un nuevo impuesto al sector, desde el BCE lo analizarán teniendo en cuenta esas dos consideraciones de que no afecte a la solvencia ni al crédito. Las entidades financieras llevan alertando desde el primer momento que un impuesto específico al sector discrimina y tendrá impacto sobre su capacidad para dar crédito, ya que defienden que reducirá su capital.
Más impuestos y temor a una guerra comercial
Sobre la situación económica de Europa, De Guindos ha explicado que no hay buenas noticias porque la recuperación no se ha producido de la manera que el BCE esperaba. Aun así, ha destacado que la inflación se ha reducido sin que el Viejo Continente entrara en recesión.
Sin embargo, ha llamado la atención de que no haya habido un aumento del consumo a pesar de esa caída de la inflación, que ha sido acompañada por una recuperación de las rentas con incrementos salariales. Su sospecha es que las familias pueden estar descontando que habrá subidas de impuestos para reducir el déficit público y eso les estaría frenando a consumir aunque los precios hayan bajado y hayan ganado poder adquisitivo.
De Guindos ha admitido que la política monetaria "no es todopoderosa" y el objetivo del BCE es la inflación. Por eso, ha subrayado que el crecimiento económico depende también de los mercados de bienes y servicios, del mercado laboral, de las reformas estructurales o de la competitividad de cada país.
Asimismo, ha recordado que existen disparidades en Europa entre distintos países en lo que se refiere al crecimiento económico. Ha argumentado que no es lo mismo si hay un mayor gasto público o un incremento de población por el aumento de la inmigración, como ha sucedido en España.
Por otro lado, De Guindos ha alertado de que el mundo pueda entrar en una "guerra comercial" tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos si opta por imponer aranceles. Da por hecho que la respuesta del resto de países puede ser hacer lo mismo.
Apostar por una Unión Bancaria "de verdad"
El vicepresidente del Banco Central Europeo, preguntado por la "brecha" de valoración en Bolsa de los bancos europeos frente a los estadounidenses, ha negado que se deba a la regulación. "Es muy fácil echarle la culpa a la regulación, pero creo que la diferencia de cotización tiene que ver con otros elementos", ha explicado antes de defender la necesidad de avanzar en la integración europea y ensalzar las fusiones transfronterizas.
De Guindos ha destacado que en Europa "todavía no existe" una Unión Bancaria "de verdad", lo que hace que los mercados lo descuenten. Además, sostiene que los países europeos por sí mismos no podrán tener la relevancia de ser jugadores a nivel mundial, por lo que una mayor integración europea es la única salida que ve. "También hay una cuestión de incertidumbre con el tema de los impuestos o los beneficios a la banca", ha añadido el exministro español