Querida radio: siempre serás eternamente joven
- Desoye las trompetas de los jinetes del apocalipsis que llevan años pronosticando tu fin
- Semana de la Radio en RTVE con motivo de su centenario en España
Querida radio:
Ni siquiera recuerdo cuándo nos conocimos, pero sé seguro que fue en casa, y que el primer sonido llegó del transistor a pilas que mi padre aún lleva a buen recaudo en el bolsillo de su camisa. Siempre te escucha sin cascos. Mi madre prefería el radio reloj, uno viejísimo con interferencias, y con el que entablaba amenas conversaciones.
Iñaki —tardé años en saber que se apellidaba Gabilondo— y Julio César Iglesias son dos voces constantes en mi infancia, dos amigos con los que reír o enfadarse. ¿Qué es la radio —qué eres— sino conversación, compañía, arrullo y consuelo constante? Decía que mi madre prefería el radio reloj, en pasado, porque hace un par de años lo cambió por su teléfono móvil. Cumplidos los sesenta aprendió a actualizar la app, a cambiar de Radio 5 a Radio Nacional, y desde hace unos meses se ha pasado al vídeo para disfrutar de la experiencia completa.
Pienso en ti en el futuro dentro de diez, quince, veinte años y no puedo más que verte como una especie de Benjamin Button. Cada vez más joven. Ahí están Spotify, Instagram o Tiktok para irte moldeando, adaptándote a las nuevas narrativas. Los jóvenes hacen scroll en busca de contenido nuevo, de voces, de estímulos y, ¿Quién puede resistirse a tu compañía?
No tengas miedo al cambio, querida radio, tal vez la IA nos traiga una versión nueva de las radionovelas y, sobre todo, desoye las trompetas de esos jinetes del apocalipsis que llevan años pronosticando tu fin. Te lo pido por favor porque, sin la radio, dime, qué nos queda.