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La cumbre del G20 en Brasil arranca con un compromiso contra el hambre y la pobreza del que se descuelga Milei

  • Brasil centra el encuentro en eliminar el hambre, la reforma de organismos internacionales y la transición energética
  • El G20 se reúne en medio de profundas divisiones por las guerras en Ucrania y Oriente Próximo y la financiación climática

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La reunión del G20 en Brasil arranca con un pacto contra el hambre y la pobreza
Una mujer camina con un paraguas durante la Cumbre Social del G20 en Río de Janeiro Daniel RAMALHO / AFP)

La cumbre del G20, el foro que reúne a las mayores economías del planeta, ha arrancado este lunes en Río de Janeiro con el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la gran apuesta del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Brasil centrará la reunión del G20 en tres ejes: eliminar el hambre, la reforma de los organismos internacionales -como Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio (OMC)- y la transición energética.

Para el primero se formalizará el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, a la que se han suscrito 39 países y 30 organizaciones. Según la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los niveles de hambre se han mantenido elevados en 2023 por tercer año consecutivo, con alrededor de 733 millones de personas subalimentadas de forma crónica en el mundo.

Argentina ha sido el único país miembro del G20 que no se ha sumado a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.

Otro objetivo de la cumbre es aprobar un impuesto global para los superricos, una iniciativa que ha encontrado la resistencia de países como Alemania o Estados Unidos, y que no ha pasado de una mera declaración de intenciones en reuniones ministeriales previas.

Acabar con el hambre, "imprescindible" para llegar "a un mundo en paz"

En un discurso instantes después del lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, Lula da Silva ha afirmado que es "imprescindible" acabar con el hambre para llegar "a un mundo en paz".

"Hoy el mundo está peor. Tenemos el mayor número de conflictos armados desde la II Guerra Mundial y la mayor cantidad de desplazamientos forzados jamás registrada. Los fenómenos climáticos extremos muestran sus efectos devastadores en todos los cantos del planeta", ha afirmado en la apertura de la cumbre ante los jefes de Estado y de Gobierno.

El presidente brasileño ha considerado "inaceptable" que se dediquen billones de dólares a gastos militares y ha llamado a los líderes mundiales a "acabar" con el hambre, una "lacra que avergüenza la humanidad".

"El hambre y la pobreza no son resultado de la escasez o de fenómenos naturales", sino que son fruto de "decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad", ha manifestado Lula, quien en su infancia supo lo que es el hambre en la agreste región nordeste de Brasil.

Una cita que se celebra en un contexto de división

Los jefes de Estado y de Gobierno del G20 se reúnen en Brasil en medio de profundas divisiones por las guerras en Ucrania y en Oriente Próximo, así como por la propuesta de crear un impuesto a los superricos y por las diferencias para abordar una transición energética justa.

La invasión rusa en territorio ucraniano, camino de cumplir tres años, es uno de los asuntos espinosos que pueden echar por tierra los esfuerzos de Brasil para sacar adelante una declaración final consensuada.

A ello se suma el agravamiento del conflicto en Oriente Próximo, que en un año suma cerca de 45.000 muertos en la Franja de Gaza y 3.500 en Líbano por la ofensiva de Israel.

Río de Janeiro acoge la cumbre de líderes del G20, la última de Joe Biden

El jefe de la delegación brasileña en el G20, Mauricio Lyrio, ha asegurado que "estamos negociando con los demás países la cuestión de los párrafos sobre geopolítica".

Para Brasil, el mensaje debería ser que "se necesita alcanzar la paz", pero esa referencia es demasiado laxa para las potencias occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, enemistados con Rusia y recelosos con China.

Otra cumbre sin Putin

Delegaciones de 55 países y organizaciones internacionales se dan cita este lunes en el Museo de Arte Moderno de Río, blindado para la ocasión por unos 20.000 militares y policías.

En calidad de anfitrión, Lula da Silva recibirá a una larga lista de gobernantes, desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, el de China, Xi Jinping, la mexicana, Claudia Sheinbaum, el argentino, Javier Milei, o el francés, Emmanuel Macron, entre otros.

Rusia estará representada por su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, a pesar de que Brasil, invitó a Vladímir Putin, quien rechazó el convite.

Sobre el jefe del Kremlin, quien tampoco estuvo en la cumbre celebrada hace un año en Nueva Delhi, pesa una orden de captura internacional por la guerra en Ucrania.