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Ecuador decreta el estado de emergencia por los incendios forestales y la sequía

  • Durante el momento del anuncio, al menos 17 incendios siguen activos
  • El fuego amenaza al parque nacional Cajas, el segundo mejor protegido de Ecuador, después de Galápagos

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Los bomberos luchan por extiguir el fuego en el Paque Nacional de Cajas, Ecuador.
Los bomberos luchan por extiguir el fuego en el Paque Nacional de Cajas, Ecuador. REUTERS/Santiago Arcos

Los incendios forestales, el déficit hídrico y la sequía ha empujado a Ecuador hasta su límite. Este lunes, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) del país ha declarado el estado de emergencia nacional durante sesenta días debido a la magnitud y el impacto de estos eventos registrados en todo el territorio.

Durante el momento del anuncio, al menos 17 incendios siguen activos y otros cinco están controlados. Según han informado desde la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), el foco está especialmente puesto en las provincias de Azuay y Loja, en el sur del país. Por ello, se han activado dos Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) que serán enviadas desde la capital a las dos zonas afectadas.

En la extinción de las llamas también trabajan efectivos del Gobierno del Perú y la Embajada italiana, complementando con recursos aéreos para atender la emergencia.

Azuay y Loja, las provincias más afectadas

En Azuay, los cantones de Cuenca, Sigsig, Nabón y Santa Isahel han sido los más afectados. Desde el pasado 1 de noviembre se han perdido 1.705,69 hectáreas de cobertura vegetal. Uno de los mayores peligros medioambientales de Azuay, con distintos focos de incendios, es el parque nacional Cajas, el segundo mejor protegido de Ecuador, después del Parque Nacional Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.

En Loja, los incendios en San Pedro de Vilcabamba, Chuquiribamba y Laridapo han consumido más de 8.500 hectáreas, impactando 10 cantones y 29 parroquias.

La peor sequía de los últimos 60 años

A los incendios forestales se suman los cortes en el suministro eléctrico que complican cada vez más el actual déficit de energía. Ha sido esta misma sequía que afecta a las principales centrales hidroeléctricas y al descenso del suministro procedente de la vecina Colombia. Las autoridades han justificado este estado de emergencia aludiendo a una sequía sin precedentes en el último medio siglo, que ha llevado a algunas centrales a acumular niveles de agua que apenas superan ya el mínimo para poder seguir funcionando.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ya lo reconoció a finales de septiembre cuando aseguró que la crisis energética había sumido al país en un "caos". En aquellas declaraciones aseguró que el Gobierno no preveía que en este 2024 se tuviera que hacer frente a la peor temporada de sequía de los últimos 60 años.