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El Congreso aprueba subir el IRPF al ahorro pero tumba el impuesto a la banca

  • La comisión se ha tenido que posponer dos veces en la última semana por los vetos cruzados de los socios
  • La sesión ha quedado suspendida hasta las 23 horas, a la espera de votar el dictamen final

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Reforma fiscal
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, conversa con el diputado socialista Santos Cerdán y el portavoz del PNV en el Congreso Aitor Esteban EFE/ Fernando Villar

Las discrepancias entre los socios por el paquete fiscal ha llevado a que la Comisión de Hacienda del Congreso rechace parte de la reforma planteada por el Gobierno. En una larga y caótica sesión, con votaciones en empate, discusiones técnicas y varios recesos, los grupos han aprobado la enmienda para una subida de dos puntos porcentuales del IRPF para las rentas del ahorro superiores a 300.000 euros, pero han tumbado el mantenimiento del impuesto a la banca y el diésel.

Tras aplazar la Comisión en varias ocasiones, la Cámara Baja la ha reactivado este lunes con el PSOE buscando fórmulas hasta el último minuto para superar los vetos cruzados de sus socios a su reforma fiscal.

De hecho, las negociaciones se mantienen aún a esta hora, con asesores y portavoces fuera de la sala tratando de concretar posibles acuerdos antes del dictamen final, aún pendiente de votación. Esto ha llevado a que la sesión quede suspendido hasta las 23 horas, una situación que ha indignado a algunos de los diputados presentes.

"Que la comisión en la que se está decidiendo el futuro fiscal del Estado esté parada tres horas y se retome a las 23:00 es una muestra más del juego corto de algunos y del desorden de esta legislatura", ha criticado el portavoz del PNV, Aitor Esteban. "Desorden del que formas parte", le ha respondido el portavoz del PP, Miguel Tellado, a través de X.

Del IRPF a las cuotas de la Seguridad Social

En la votación de las enmiendas, el Congreso ha dado luz verde a la subida del IRPF. También ha aprobado bajar el impuesto de sociedades a las cooperativas y empresas que facturan menos de un millón de euros y una mejora de la tributación de las actividades artísticas.

Además, se ha aprobado una bonificación de las cuotas a la Seguridad Social para los clubes y asociaciones deportivas sin ánimo de lucro. En cambio, ha tumbado el impuesto a la banca y las energéticas, y la subida fiscal proyectada para el diésel.

A pesar de todo, las enmiendas rechazadas pueden quedar vivas -y, por lo tanto, volver a ser debatidas y votadas- en el Pleno que se celebrará el próximo jueves.

Entre el desconcierto y las discusiones técnicas

Esta comisión ya se ha tenido que posponer dos veces por la pretensión de PSOE, Sumar y del bloque de investidura de abordar en el proyecto un amplio paquete de medidas fiscales, pero desde posturas diferenciadas. Y es que, los socialistas han negociado a múltiples bandas las enmiendas a este proyecto, que originalmente solo tenía como objetivo fijar un impuesto mínimo del 15% para las empresas multinacionales, una trasposición de una Directiva Europea.

Los primeros acuerdos que cerró el PSOE antes de iniciar las reuniones en ponencia y comisión fueron con PNV y Junts. Con los vascos acordó, entre otros asuntos, reformar el impuesto a la banca y hacerlo permanente, mientras que con los catalanes llegó a un pacto para dejar morir el impuesto a las energéticas por el riesgo que suponía para una inversión de 1.100 millones de euros de Repsol en Tarragona.

Esto no sentó nada bien a los socios de izquierda y tampoco a Sumar, aliado del PSOE en el Ejecutivo, que aseveraron que la permanencia del impuesto a las energéticas era una línea roja en la negociación. Para aprobar el informe de la ponencia, los socialistas optaron por incluir únicamente cuatro enmiendas de carácter técnico, dejando para la comisión la decisión sobre los impuestos más polémicos.

Toda esta incertidumbre ha quedado patente en el debate, que se ha desarrollado en un ambiente de fuerte tensión y desconcierto, con recesos y muestras de confusión por parte de todos los grupos parlamentarios sobre lo que se estaba votando.

En el caso del mantenimiento del impuesto a la banca, ha estado en el aire hasta el último momento -se ha llegado a registrar un texto alternativo, pactado por PSOE, Sumar y Junts, en el que se incluía un tramo adicional- y se ha producido, incluso, un empate a votos debido a la abstención de ERC, EH Bildu y BNG, aunque finalmente el texto ha caído por el voto ponderado.