DANA: Falsedades y verdades sobre la limpieza de los ríos para prevenir inundaciones
- No está prohibido eliminar la caña de los ríos y mantener la vegetación de ribera previene las inundaciones
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En el contexto del paso de la DANA por Valencia y Málaga y los destrozos que han ocasionado, en redes sociales se han difundido vídeos de riadas repletas de cañas. Los usuarios que los comparten aseguran que los daños son consecuencia de la "prohibición" de retirar cañas de los ríos y de no permitir "limpiar los cauces". Es falso. Los expertos consultados aseguran a VerificaRTVE que no está prohibido eliminar las cañas de los ríos. Aclaran que limpiar los cauces no implica eliminar toda la vegetación y que la vegetación de ribera previene inundaciones, no las provoca.
Un mensaje de X asegura: "Las puñeteras cañas y los árboles y arbustos en medio de los cauces porque el Ministerio de Transición Poco Ecológica obliga a no quitar…origen de todos los males hidrológicos e hidráulicos". La publicación, compartida más de 3.400 veces desde el 13 de noviembre, adjunta un vídeo que muestra una riada cargada de cañas. Otro usuario responde a una grabación de una inundación en Benamargosa por la DANA en Málaga en la que también se observan numerosas cañas para criticar a "los ecologistas" que dicen que "no hay que limpiar los cauces". También leemos una publicación que afirma que "los destrozos ocasionados por el fanatismo ecologista deberían pagarlos los políticos progresistas de sus bolsillos. Los que hacen leyes para demoler presas y prohíben limpiar los ríos de cañas".
No está prohibido eliminar las cañas de los cauces
Mensajes de redes sociales han trasladado la falsa idea de que está prohibido eliminar las cañas de los cauces de los ríos. Los expertos consultados por VerificaRTVE indican que esta es una "especie invasora" y que no está prohibido eliminarla. Preguntado por las publicaciones de redes que afirman que en España se "prohíbe limpiar los ríos de cañas", Iván Mota Esteso, técnico en restauración fluvial, indica que esto "es totalmente falso". Según explica, "en el territorio español, y muy especialmente en el Levante, existe una problemática asociada a la proliferación excesiva de una especie concreta, por ser esta caña (Arundo donax) una especie incluida en el Catálogo de especies exóticas invasoras". Recalca que no solo "no existe ninguna prohibición de retirar las cañas de los ríos" sino que hay "instrucciones del Ministerio (para la Transición Ecológica) para el desarrollo de medidas contra estas especies en los cauces públicos". César Rodríguez, secretario general de AEMS Ríos con Vida, también es contundente respecto a los mensajes de redes y asegura que "es radicalmente falso". Señala que "no es que se prohíba limpiar de cañas, es que, de hecho, las administraciones están llevando a cabo proyectos y actuaciones de retirada de caña".
Desde el Ministerio de Transición Ecológica indican que sí está permitido "eliminar las cañas, pero se tiene que contar con un permiso del Organismo de cuenca y de la Comunidad Autónoma". Detallan que "intervenir de forma particular en un cauce para la eliminación de vegetación no está prohibido, pero sí está regulado y requiere cumplir con el procedimiento legal establecido". Según informan, si se interviene sin permiso "y se causan daños en el Dominio Público Hidráulico o a especies protegidas, se podría llegar a sanciones administrativas".
En la misma línea, Annelies Broekman, ingeniera agrónoma e investigadora del grupo de Agua y Cambio global del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales), subraya que la caña (Arundo Donax) "es una especie invasora que sí se intenta erradicar". Broekman advierte del caso en el que "por ejemplo, alguien corta un tramo de caña". Esto, dice, puede implicar que "el lugar donde se cortó crezca con más fuerza y rápidamente (consolidando el problema)". Jorge Delgado, ingeniero de caminos y colaborador de Dam Removal Europe, indica en declaraciones a VerificaRTVE que "al haberse embalsado los ríos y regulado su caudal, las avenidas (de agua) han prácticamente desaparecido". Lo que "ha favorecido la aparición de especies invasoras como las cañas o los eucaliptos y el aumento no natural de masa vegetal que obliga a hacer limpiezas ante la acumulación extraordinaria de masa vegetal, viva y muerta", concluye este experto.
La "Guía de buenas prácticas en actuaciones de conservación, mantenimiento y mejora de cauces" del Ministerio para la Transición Ecológica dedica un apartado al manejo y control de la caña (Arundo donax) y la califica de "especie exótica invasora" (pág. 29). Se detalla que "su control y erradicación constituyen actuaciones prioritarias en conservación y mantenimiento de los cauces, así como en los proyectos de restauración ambiental". El documento detalla los procesos a seguir para eliminar la caña entre las páginas 31 y 35. En este enlace también puedes comprobar que la caña está en la lista de especies invasoras elaborada por el Grupo de Especialistas en Especies Invasoras de la CSE de la UICN (ISSG, por sus siglas en inglés).
"Limpiar los cauces" de los ríos no implica eliminar toda su vegetación
En redes sociales también han circulado mensajes que trasladan la falsa idea de que la "limpieza" de los cauces implica eliminar no solo cañas, sino también otra vegetación como "árboles y arbustos" para prevenir inundaciones. Respecto a esta idea, los expertos aclaran que hay una diferencia: si bien hay que acabar con la caña por ser una especie invasora, no se debe eliminar la vegetación de ribera, que es autóctona y crece a ambos lados de los ríos. Iván Mota Esteso, técnico en restauración fluvial, insta a "emplear correctamente el término 'limpiar los ríos', entendiéndose por tal la retirada de basuras (residuos urbanos y cualquier elemento de origen humano que no pertenezcan de manera natural al río)". El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) ha desmentido la "creencia popular" de que "la solución para prevenirnos de las riadas es canalizar los ríos y 'limpiar' los cauces de vegetación". Pau Fortuño, técnico de investigación de este centro, señala en la web de este organismo que "cuando las personas hablan de limpiar los cauces de los ríos hacen referencia a extraer su vegetación y esto es un error hidrológico y ecológico grave".
La investigadora del grupo de Agua y Cambio Global de CREAF, Annelies Broekman, subraya que "no existe algo como 'limpieza' del río en el marco de las políticas de gestión del agua europeas vigentes, sino en referencia a los plásticos y basura variada que acaban en él". Broekman se refiere a la Directiva Marco del Agua y señala que esta normativa "habla de restauración de la calidad de las masas de agua, y el bosque de ribera es una parte fundamental". Esta experta aclara que "eliminar toda vegetación sería considerado una afectación muy grave a la calidad del río y es permitido solo previa justificación".
Tal y como te contamos en el Telediario de TVE del 11 de noviembre, los expertos "aconsejan mantener los cauces de los ríos con su vegetación natural". Recomiendan que "los ríos tienen que estar lo más naturales posibles", "retirar lo que obstaculiza el paso del río" como pueden ser "elementos humanos, construcciones innecesarias o basura, pero respetar la vegetación autóctona", que "es también la recomendación de la Comisión Europea" (1,2). La "Guía de buenas prácticas en actuaciones de conservación, mantenimiento y mejora de cauces" del Ministerio para la Transición Ecológica establece que "la vegetación de ribera tiene un valor ambiental indudable" y, entre sus funciones, destacan que estas "regulan el microclima del río" y "aseguran la estabilidad de las orillas" (p.25). Además, se prevé la "retirada de vegetación muerta, clareos, podas y desbroces sobre las distintas especies presentes en la vegetación de ribera" (p.26).
La vegetación de ribera previene inundaciones, no las provoca
El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) explica que "las canalizaciones de los ríos y las (mal llamadas) limpiezas de los cauces aumentan la velocidad del agua y, por tanto, su fuerza destructiva". Annelies Broekman, investigadora de CREAF, sostiene que "los bosques de ribera son una componente funcional e imprescindible para la calidad del agua y la regulación de avenidas". Además, destaca: "La vegetación autóctona es extremadamente flexible al paso del agua, reduce la velocidad de la corriente y favorece la infiltración del agua hacia los acuíferos, estos que tanto necesitamos para paliar la sequía". Para Broekman, "el objetivo debe de ser el de restaurar los bosques de ribera y la calidad morfológica de los ríos, rieras y barrancos y humedales eliminando los elementos que le afectan como son las especies invasoras, pero sobre todo infraestructura urbana e industrial de todo tipo".
El 12 de noviembre, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico calificó como bulo la idea que había circulado en redes de que "si hubiesen limpiado los cauces de vegetación, el impacto de la DANA hubiese sido menor". En la publicación de X del perfil @InfoDanaGob se explica que "la vegetación reduce el riesgo de inundaciones en las zonas cercanas, no lo aumenta" y que "su presencia en los cauces de los ríos frena el agua, distribuye mejor las crecidas y evita el arrastre de sedimentos". En declaraciones a VerificaRTVE este Ministerio expone que "la presencia de vegetación y sedimentación en los cauces y márgenes de los ríos cumple una función importante en la dinámica fluvial, particularmente en la laminación de las avenidas y en la pérdida de velocidad del agua durante inundaciones".