María Victoria López, periodismo entre el 0 y 1: "La IA es una herramienta que predice, pero no entiende"
- La experta en IA orienta a los futuros periodistas sobre las oportunidades y riesgos de la tecnología
Octubre, temporada de lluvia pegajosa y del inconfundible zumbido de la M-30. Entre prisas, los alumnos no han tenido en cuenta que el control de la entrada les hará llegar tarde, una vez más. El guardia revisa los DNI mientras bromea con un risueño: "A ver si les digo que os hagan una tarjeta para que paséis por el torno". Algunos se detienen a charlar con él, aunque sea un instante, ya que por la conversación merece la pena perder el ascensor y subir las escaleras en un acelerado sofoco.
La pantalla de la clase, ya empezada, recibe a los impuntuales con una siniestra cita: "Hay un 20% de posibilidades de que la inteligencia artificial cause la aniquilación de la humanidad". Es una de esas frases apocalípticas de las que suelta Elon Musk, frente a la que se encuentra María Victoria, doctora en Matemática Computacional e Inteligencia Artificial, con el talante de quien se sabe profesora de un campo indescifrable para la mayoría. María, que ha elegido la cita con toda la intención, anima a comentar. Un servidor, ignorante de que hoy le iba a tocar la crónica, asevera con vehemencia: "Elon Musk es gilipollas".
A la espera de más opiniones, se forma uno de esos silencios infinitos, de incómoda y casi tácita cautela. Uno de esos silencios que solo se consiguen una tarde de viernes en España. Aunque influya también el desasosiego que revelan unos pocos, no por el fin de la humanidad, sino por verse sustituidos en una carrera que están empezando. "Quien desarrolle esa inteligencia se va a forrar, pero ¿quién se va a encargar del resto?", apunta un compañero más escéptico. Otro, más optimista, añade: "La IA destruirá puestos de trabajo, pero también creará trabajos nuevos".
“Del cerebro humano conocemos menos del 2%, ¿cómo vamos a crear una inteligencia no humana si ni siquiera entendemos la nuestra? “
María buscaba miradas cómplices entre el alumnado, para poder abordar juntos el sinfín de conceptos técnicos: Deep Learning, Lógica difusa, generativa o general, las bases técnicas imprescindibles para comenzar a entender el funcionamiento de las IA. Y, más importante para los periodistas, sus consecuencias. La matemática sentencia con autoridad: "Quien recibe el output de una IA tiene que ser un experto". Los alumnos teclean, no siempre de forma diligente, al ritmo de diapositiva.
IA y psiquiatría para predecir crisis de salud mental
Fiel a sus orígenes como académica, presentó su último proyecto de investigación: ACERTA (Análisis Computacional de Estados de Riesgo en Trastornos Afectivos). Un nombre complejísimo para ejemplificar lo que se puede hacer con un propósito noble: unir la IA y la psiquiatría para predecir crisis graves de salud mental mediante un sofisticado algoritmo. Relojes inteligentes, contaba apasionada por el desafío, monitorizan los factores ambientales de los pacientes, tales como la temperatura, la localización y el ritmo cardiaco. Datos no tan dispares de los que extraen en todo momento más de una veintena de aparatos sobre las mesas del aula.
"¿Cómo va a existir la privacidad? Yo tengo dos hijos adolescentes, se hacen dos fotos en el baño y todo el mundo se entera de qué champú uso", bromea María, sacándole una tímida sonrisa al desafío existencial de vivir hipervigilados y a los peligros de dejar a los estados legislar sobre la privacidad.
La IA no entiende, predice
La profesora se esforzaba por condensar la mayor cantidad de información útil en apenas dos horas de master class. Y entre sus últimas reflexiones, la que resume toda su tesis: "La IA es una herramienta que predice, pero no entiende". No hubo tiempo para más; la pizarra blanca, cubierta de una maraña de datos, ideas y ecuaciones. Tampoco hubo preguntas, no por falta de dudas, sino por falta de tiempo. Los alumnos, saturados frente al reto de la IA, terminaron con un último silencio incómodo, solo roto por el ineludible zumbido de la carretera. Cuando salieron al descanso, el guarda ya no estaba en su garita.
*León Vázquez Vicente es alumno del Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.
Escuela de reporteros
Todo reportero que se precie, y más si su ámbito de insaciable curiosidad es el mundo mundial, ha de pasarse la vida estudiando. Leer, leer y leer es tan importante como vivir, porque el lenguaje es su materia prima, la herramienta para intentar contar y descifrar la realidad.
Este espacio es un cuaderno experimental para quienes cursan el Máster de Reporterismo Internacional auspiciado por RTVE Instituto y la Universidad de Alcalá. Cada vez que alguien relevante pase por sus aulas o dicte una clase magistral habrá una crónica que dará cuenta de lo más valioso, lecciones para nutrir la mirada, en realidad los cinco sentidos.