El Gobierno apura la negociación para salvar el paquete fiscal que enfrenta a sus socios
- Sella acuerdos con ERC, Bildu y BNG para prorrogar el impuesto a energéticas y con Junts para excluir a algunas empresas
- Podemos mantiene el sentido de su voto en el aire y exige garantías de que Junts respaldará conservar ese tributo
A menos de 24 horas de que se vote en el Congreso el paquete fiscal acordado por el PSOE y Sumar, que incluye una subida del IRPF a las rentas altas y la prórroga de los impuestos a la banca y las energéticas, su aprobación sigue en el aire. La agónica Comisión de Hacienda de este lunes acabó con pocos avances en este sentido y las posturas de sus socios siguen enfrentadas, con ERC, EH Bildu y BNG en disposición de mantener el tributo a las eléctricas y con Junts y el PNV, en contra.
El Gobierno ha conseguido acercar posiciones en las últimas horas, acordando con los primeros prorrogar un año más este tributo vía decreto-ley y proponiendo a los segundos que no se gravará a las empresas energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización. La clave está ahora en Podemos, quien ha advertido nuevamente este miércoles de que su partido solo apoyará la reforma fiscal si el Ejecutivo garantiza que tiene los votos necesarios para que se mantenga el impuesto a las energéticas.
En una entrevista en Telecinco, la líder de la formación 'morada', Ione Belarra, ha calificado el acuerdo suscrito con las formaciones de izquierda como "una tomadura de pelo" porque poco después el Ministerio de Hacienda explicó que mantenía su acuerdo con Junts para eliminar el tributo con excepciones.
"Es una forma de negociar del PSOE que es de trileros, que es de tratar de engañar a los grupos parlamentarios y con ellos al conjunto de la ciudadanía. Podemos no va a formar parte de esa estrategia de tomarle el pelo a la gente", ha proseguido la también exministra, insistiendo en la necesidad de que las energéticas paguen por las consecuencias de la crisis climática "que ellos mismos han contribuido a provocar".
Los 'morados' no se fían de Junts y exigen garantías de que respaldarán conservar ese tributo, en la fórmula que se elija, para poder votar a favor. En caso contrario, podrían abstenerse o incluso votar en contra. Si optan por el 'no' podrían hacer que la iniciativa no saliera adelante, dado que habría un empate a 175 votos, y el reglamento de la Cámara Baja establece que si persiste ese empate en las tres votaciones que fija para tratar de resolverlo, la propuesta decae en el Pleno.
El Gobierno confía en sacar adelante el paquete fiscal
El debate se ha trasladado a los pasillos del Congreso. Las conversaciones y llamadas a uno y otro lado han sido constantes durante toda la mañana y tanto el Gobierno como sus socios apuran las últimas horas para intentar armar una mayoría con la que, de momento, no cuentan.
Preguntado por este asunto, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se ha mostrado confiado en que se apruebe este jueves. "Esperamos que salga adelante un pacto fiscal que sea progresivo para que los que más tienen, más paguen", ha dicho Enrique Santiago, de Sumar.
ERC y Junts, por su parte, se han lanzado reproches a cuenta del impuesto a las energéticas. Y es que la formación posconvergente llegó a un pacto con el PSOE para dejar morir este gravamen por el riesgo que a su juicio suponía para una inversión de 1.100 millones de euros de Repsol en Tarragona.
"En estos momentos, con el acuerdo que ha cerrado Junts, gana Cataluña. Veremos si los partidos catalanes están al lado de la derecha española y la gran banca o de intereses catalanes", ha recalcado la diputada de Junts Míriam Nogueras. "Hay que entender que la derecha catalana quiere volver a Convergencia, les iba bastante bien. Pero entonces se conformaría un bloque de derechas con PP, Vox y Junts, que desde hace meses votan conjuntamente", ha espetado el republicano Gabriel Rufián.
Desde EH Bildu, por su parte, han instado a "esperar" a este jueves para conocer todas las posiciones. "Es Podemos quien tiene que tomar su decisión, nosotros ya hemos tomado la nuestra", ha dicho la diputada Mertxe Aizpurua.
El quinto desembolso de ayudas europeas, en el aire
Previamente, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avisado que de la reforma fiscal que se vota este jueves en el Congreso dependen 7.2000 millones de euros de fondos europeos y el plan fiscal y estructural de España, ya que la aprobación del tipo mínimo para las grandes empresas es una directiva europea de obligado cumplimiento.
En la sesión de control de este miércoles, tanto la secretaria general de los 'populares', Cuca Gamarra, como el diputado Jaime de Olano han reprochado a la ministra que con esta reforma el Gobierno pretende subir 81 impuestos, al tiempo que han criticado el "esperpento" que fue la Comisión de Hacienda encargada de debatir el pasado lunes la ley fiscal, la cual terminó casi a la una de la madrugada por la falta de apoyos parlamentarios.
En su turno de réplica, Montero ha recriminado a Gamarra que el PP no está actuando "como un partido de Estado" al rechazar la ley que incluye el impuesto mínimo global, enmiendas para combatir el fraude de hidrocarburos o nuevas figuras fiscales que garanticen los "ingresos suficientes" para "proteger" a la ciudadanía.
Asimismo, la 'número dos' del PSOE ha defendido de forma generalizada los impuestos, pues considera que de estos dependen los salarios de los funcionarios públicos que, por ejemplo, están contribuyendo a la reconstrucción de Valencia tras el paso de la DANA. Y, en concreto, ha destacado la enmienda del PSOE para eliminar la bonificación fiscal del diésel respecto de la gasolina.
Esta propuesta, como el resto que no salieron adelante en la Comisión de Hacienda del pasado lunes (también los impuestos a la banca y las energéticas), se volverán a votar este jueves en el Pleno. Hasta entonces, los teléfonos en el Congreso siguen sonando.