Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia: "Se nos castiga por tratar de hacer la transición energética"
- Muhamad, una de las negociadoras más influyentes en las cumbres del clima, atiende a RTVE en la COP29 de Bakú
- Colombia, país productor de petróleo, se encuentra con trabas de los mercados internacionales para dejarlo atrás
La de Susana Muhamad fue una de las voces que más impactaron en la cumbre del clima del año pasado. La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia se ha convertido en uno de los referentes en las negociaciones del clima por la peculiar posición de su país: un Estado productor de combustibles fósiles que quiere dejarlos atrás, pero que se encuentra con todo tipo de trabas financieras para ello.
Por ello, en esta cumbre de Bakú, centrada en la financiación, su presencia y su mensaje a favor de una reforma de la arquitectura financiera internacional tienen un peso especial. Muhamad, presidenta de la recién celebrada COP16 sobre biodiversidad en Cali, y reconocida por Time como una de las 100 personas más influyentes en la acción climática global, atiende a RTVE en la capital de Azerbaiyán antes de regresar a su país, asolado por graves inundaciones.
Pregunta: Estamos en un contexto global muy complicado, con la victoria de Trump, dos grandes guerras en marcha... Los recursos de los países probablemente se enfoquen poco en el medio ambiente.
Respuesta: Es un desastre, es una contradicción. Cuando se necesitan recursos hay recursos, pueden salir en un instante. Los Acuerdos de París son vinculantes legalmente, así que hay responsabilidad política de definir los recursos concesionales hacia el mundo en desarrollo.
“Es una paradoja que las renovables se tripliquen en el norte, donde no está el sol, y no en los países donde hay necesidad de acceso a la energía “
Es realmente una paradoja que después de que dijimos que empezábamos a triplicar renovables en la cumbre de Dubái, hoy se estén duplicando y triplicando renovables en el norte global, donde no está el sol, y en los países donde hay necesidad de acceso a energía, donde podríamos traer mucha población vulnerable a la matriz energética y donde podremos ser mucho más eficientes en generar energía renovable, no hay inversión.
Estas son las paradojas que están más al fondo de la discusión. Se empieza a reconocer la injusticia de esta financiación climática, ojalá podamos lograr un paquete que renueve esta confianza, eso sí, en un mundo que geopolíticamente está muy complejo.
P: Si Trump se retira de los acuerdos climáticos de esta cumbre, ¿crees que Europa tiene que ser uno de los actores que emprendan el liderazgo sobre financiación?
R: Sí, pero siento que Europa está bastante tímida y echada para atrás. No dispuesta del todo a tomar ese liderazgo, eso es un gran vacío. Y por otro lado, tendría que estar también China, que se ha comprometido con el multilateralismo y con los países en desarrollo. Necesitaríamos ver que emergen otros liderazgos.
P: ¿Pero crees que China va a entrar en el grupo de países donantes de fondos para el clima [como exigen los más desarrollados]?
R: China, desde su lugar específico, dice que está dispuesto a tener más compromisos. Yo creo que eso es una señal al norte de que aquí se puede generar un paquete de financiamiento renovado, todo el mundo desde su perspectiva.
P: ¿Qué influencia tienen los países petroleros crees en las negociaciones?
R: Acá hay un lobby petrolero fuerte que se manifiesta en la presencia de empresas. Eso está poniendo una sombra en las COP, pero también hay que abordar la cuestión de la descarbonización, porque hoy no hay discusión sobre la transición económica de los productores y no creo que sea una discusión menor, incluyendo un país como Colombia, que depende para sus ingresos fiscales de la exportación de carbón y petróleo.
P: ¿Las empresas petroleras aprovechan las cumbres para hacer negocios?
R: A mí me asombró mucho lo que aparentemente pasa en Azerbaiyán. Yo creo que las COP deben recuperarse democráticamente, hace falta que el lenguaje deje de ser tan tecnocrático, que puedan participar las personas que están en la primera línea de la crisis climática, que se abra a muchos más actores de interés. Se han vuelto espacios cerrados y tecnocráticos y entonces termina el lobby corporativo generando más influencia.
Eso es totalmente inequitativo frente a la realidad de las víctimas climáticas en el mundo. En la COP de Biodiversidad de Cali, en Colombia, demostramos que se pueden hacer COP que sean de la gente, abiertas, democráticas.
P: ¿Qué efectos está notando Colombia del calentamiento global?
R: Todos los que estamos en el trópico, donde no hemos causado los gases efecto invernadero, somos de lo más vulnerables. Aquí llevamos crisis después de crisis sin parar. El fenómeno de El Niño causó incendios y sequías, luego llegan las lluvias e inundaciones. Lo que termina pasando es que el espacio fiscal del Gobierno empieza a tensarse, y con los altos niveles de deuda que nos dejó el COVID, se hace ya la situación absolutamente insostenible.
Países como Colombia estamos en el sándwich, no somos ni los menos desarrollados, entonces ya no recibimos cooperación al desarrollo, pero tampoco tenemos la capacidad fiscal de manejar lo que está pasando con la crisis climática y al mismo tiempo responder con el desarrollo de nuestro país.
Por eso llamamos a esta reforma el sistema financiero mundial, a tener en cuenta la deuda, a que podamos acceder a capital para la transición climática de forma justa y que también se empiecen a pagar las pérdidas y daños. La atención de la emergencia ha costado 400 millones de dólares esta semana, ¿de dónde salen? ¿Dónde está el fondo multilateral para apoyar la población más vulnerable de Colombia?
P: ¿Colombia va a diversificar su economía?
R: Está en ese plan, tiene un portafolio de inversión. Esta diversificación va hacia industrias que fortalezcan la resiliencia climática del país, que generen valor agregado, que generen más trabajo, más industrialización, porque si la transición ecológica deja a la gente más vulnerable atrás lo único que estamos es entregándole la base social a la derecha extrema negacionista del cambio climático. Eso también es un peligro para la democracia.
“"Si la transición ecológica deja a la gente más vulnerable atrás, lo único que estamos es entregándole la base social a la derecha extrema negacionista"“
P: ¿Qué dificultades financieras encontráis para dejar los combustibles fósiles?
P: Tenemos un alto nivel de endeudamiento y un acceso a capital supercostoso porque tenemos un bajo grado de inversión. Estas condiciones económicas no son las mejores para una transición económica. Por eso Colombia ha creado una plataforma de país con el Banco Interamericano de Desarrollo, con todos los sectores de su Gobierno y de la sociedad, para generar ese paquete de inversión que ojalá logremos.
Colombia es el caso de testeo de si realmente contamos con los instrumentos internacionales para ayudar a dar ese salto.
“Colombia es el caso de testeo de si realmente contamos con los instrumentos internacionales para ayudar a dar ese salto“
P: ¿Qué tiene que cambiar en la arquitectura financiera internacional para que podáis acceder a la financiación con mejores condiciones?
R: El presidente [de Colombia, Gustavo] Petro ha venido hablando de un pacto financiero para la transición climática que permita que tengamos un acceso a capital a muy baja tasa a largo plazo para la transición, porque tiene que hacerse rápido.
El sistema financiero es como que viviera en otro mundo, no se dan cuenta cuando evalúan el riesgo. Si usted tiene una inundación que termina afectando su tierra productiva, su nivel de riesgo aumenta y su acceso a capital se hace más costoso, entonces es como que somos castigados por tratar de hacer la transición y por los efectos del cambio climático que no hemos causado.