Adictos al móvil: prevención y tratamiento para familias, niños y adolescentes
- Más de la mitad de la población mundial tiene un teléfono móvil con conexión a internet
- Expertos en redes sociales, educadores y médicos hablan sobre esta nueva dependencia
*En Portada, nuevos reportajes los miércoles a las 23:30 horas en La 2 de TVE y, desde las 20:00, en RTVE Play
La mitad de la población mundial tiene un smartphone. Se estima que en 2040 las cifras serán todavía superiores. A mayor uso, mayor preocupación por cómo gestionan esta herramienta los adolescentes. ¿Son los jóvenes adictos al móvil? ¿Lo somos todos? En el programa En Portada de TVE hemos querido analizar qué tiene de cierta esta afirmación.
Seis días desconectados
En el Centre Esplai La Gresca, en Ripollet, impulsaron hace ya unos años el proyecto “Aventura sin cobertura” que en 2017 fue reconocido con los Premios de Educación en Ocio de la Fundación Carulla. Organizan salidas a la montaña con una sola condición: no llevar móvil.
Hay jóvenes que se echan atrás porque se ven incapaces de estar seis días sin conexión. El equipo de En Portada les hemos podido acompañar en una excursión de seis días, todo un reto para ellos y para nosotros. Somos testigos de su ascenso, a casi 2.500 metros, hasta Montmalús, en Andorra. Caminan más de 30 kilómetros, sin electricidad ni lavabos, cocinando, jugando y disfrutando de la naturaleza. Nos revelan sus miedos y sus incertidumbres.
La difícil gestión de la adolescencia
Los Mestres-Velasco son cinco en casa. Tienen tres hijos: uno de 22 años, una de 17 y uno de 10. Son amigos de los Gallego-Prieto, que solo tienen una hija, Noa, de 17 años. Es habitual que estas dos familias de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, se junten para charlar y tomar algo.
“A mi padre le pone nervioso ver que seguimos a las influencers, pero no son nuestras referentes “
El tema de los móviles es recurrente. “Van al lavabo… con el móvil, van a la cocina… con el móvil, todo el día con el móvil en la mano”, cuenta la madre de Noa, Vivi Prieto. Las chicas de 17 años les escuchan sorprendidas. “A mi padre le pone nervioso ver que seguimos a las influencers”, dice Paula. “Pero no son nuestras referentes de vida”, justifica Noa.
Abelito es quien más llama la atención. Es el pequeño de los Mestres-Velasco. Está totalmente familiarizado con la tecnología y es el claro ejemplo de que, en esta última década, ha cambiado incluso la manera de jugar entre los niños. Su madre Yolanda tiene claro que no le comprará un móvil hasta los 12 años. “Igual que hice con sus hermanos”, sentencia.
El proyecto pionero de Greystones
Fuera de nuestras fronteras también surgen otras iniciativas. En Irlanda, al sur de Dublín, está Greystones, un pueblo costero donde residen más de 30.000 habitantes. Solo en esa zona hay ocho escuelas de Educación Primaria. Los directores detectaron un aumento del estrés y la ansiedad entre sus alumnos y lo asociaron a un uso cada vez más prematuro de la tecnología.
“Consensuamos no dar un smartphone antes de los 12 años“
Decidieron impulsar el proyecto ‘It Takes a Village’, traducido al español, ‘Se necesita un pueblo’. En 2023 llegaron a un acuerdo entre escuelas y familias para que, de forma voluntaria, nadie comprara un teléfono inteligente antes de los 12 años.
Con el consenso social ha sido más fácil ganarle tiempo a las pantallas. El padre de Jack, Richard Sweeney nos atiende en su casa. “Nadie de sus amigos tiene teléfono, por eso Jack no lo echa de menos”. Reconoce que la iniciativa ha triunfado porque Greystones es un pueblo pequeño y todos se conocen.
¿Es el móvil una droga?
Con la expansión de las pantallas se han ido creando unidades específicas en los hospitales españoles para luchar contra la adicción, que no es como la de las drogas, pero que sí comparte algunos patrones, según nos cuentan algunos de los psicólogos que participan en el documental.
“Se activan una serie de mecanismos cerebrales similares a los del consumo de alcohol“
No obstante, Josep Matalí, jefe de Psicología de la Unidad de Conductas Adictivas de Sant Joan de Déu, se niega a aceptar que todos los adolescentes sean adictos: “De cada 10 casos que nos llegan, uno o dos tienen una adicción realmente establecida”. Otra cosa, aclara, es el sobreuso de las pantallas, que son los casos más habituales.
Algoritmo adictivo
Los jóvenes de Andorra reconocen que pueden estar conectados seis horas al día, incluso ocho. Constantemente reciben reclamos que les animan a seguir en la red. “Me entretengo un montón, un día llegué a estar cuatro horas en TikTok”, nos cuenta Deivid Eduardo.
Axel reconoce que, a veces, incluso siente malestar físico, “cuando llevo tres horas y media, a veces me duele la cabeza, se me calienta la frente y dejo de utilizarlo”.
La Agencia Española de Protección de Datos desgrana en un estudio más de 30 patrones adictivos en las redes sociales. El más extendido, el scroll infinito, que “hace que el tiempo pase muy deprisa, siempre hay contenido nuevo”, dice Marta Bertrán, jefa de la División de Innovación Tecnológica de la AEPD.
“Tenemos que obligar a que las tecnológicas tengan criterios éticos“
Este patrón afecta a todos, “pero especialmente a los adolescentes, porque sus cerebros están en pleno desarrollo”, explica. El jefe de la Unidad de Adicciones de Sant Joan de Déu apunta directamente a las empresas tecnológicas: “Entre todos tenemos que obligarles a que tengan criterios éticos. Deberían desactivar todos estos algoritmos, sobre todo el algoritmo personalizado y el scroll infinito. Si quitamos eso, vamos bien”.
Un ex de Meta responsabiliza a las tecnológicas
Arturo Béjar fue jefe de Ingeniería de Facebook entre 2009 y 2015 (actualmente se engloba dentro de la compañía Meta junto a Instagram). Se encargaba de diseñar las herramientas para que la red social fuera segura. Dejó de trabajar para ellos por razones personales, pero decidió volver alentado por su hija de 14 años, que le confesaba que había recibido mensajes de acoso sexual a través de Instagram.
“En 2021 la compañía hizo un estudio bajo mi supervisión acerca de los daños, las cosas que le pasan a los adolescentes en Instagram. Los resultados fueron terribles. Pero no hicieron nada”, explica Béjar. Desde entonces se ha convertido en activista.
En noviembre de 2023 compareció en el Senado de EE.UU. denunciando que las redes sociales dañan la salud mental de nuestros adolescentes. Y cree que los cambios que están defendiendo compañías como Meta para hacer que su red social sea más segura, no están protegiendo realmente a los adolescentes. “Mientras no cambien el contenido que se les recomienda a los menores, la edad mínima debería subir; a día de hoy no es un ámbito seguro”, nos cuenta Béjar.
Meta responde
“Entendemos perfectamente que es muy difícil ser padre en la era digital, porque los niños tienen acceso a muchas herramientas distintas. A través de la supervisión parental y de la cuenta para adolescentes, ahora se activan automáticamente una serie de funciones”, nos cuenta la directora de Asuntos Públicos de Meta en el Sur de Europa, Laura Bononcini, que viajó a Madrid para conceder esta entrevista en exclusiva.
Reconoce, no obstante, que las herramientas que están impulsando no garantizan la protección total porque la tecnología está en constante evolución. Sentencia que su responsabilidad como compañía es grande, pero cree que hay que trabajar todos los estamentos de la sociedad unidos.
Tiktok no participa
Después de varias conversaciones, finalmente TikTok rechaza aparecer en el documental. Sin duda es la red social que más utilizan los menores de 16 años. En el instituto de Paula y Noa, el Dolors Mallafrè i Ros de Vilanova, charlan sobre el uso que hacen de Tiktok. “¿Alguno de vosotros ha mentido con la edad para registrarse en una red social?”. Todos responden al unísono que sí. “Lo que hago es poner el año de mi hermano y mi fecha de cumpleaños. Yo en teoría para TikTok tengo 22 años”, confiesa Paula.
En esta clase de segundo de bachillerato son mayoría de mujeres. Creen que TikTok podría mejorar muchos aspectos de la aplicación y no les sorprende que la tecnológica haya declinado participar en el documental: “Yo creo que piensan que hay gente que puede opinar mal, y que es mejor no participar”, dice Paula.
Propuestas para desconectar
Los expertos creen que no solo los jóvenes deben mejorar su gestión con las pantallas, sino también los adultos porque son referentes. Y apuestan por un plan familiar: “No móviles en las habitaciones, porque el descanso es fundamental para el bienestar emocional y el aprendizaje. No pantallas 60 minutos antes de ir a dormir. Comida sin pantallas y priorizar actividades al aire libre”. Es la clave, dicen, para promover un buen uso de las pantallas e impedir que dañen nuestra salud mental y la de nuestros menores.