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Entrevista | COP29

Valvanera Ulargui, negociadora española: "La financiación climática no se puede cubrir solo con fondos públicos"

  • Ulargui, directora de la Oficina de Cambio Climático, pide más avances en reducción de emisiones en esta cumbre
  • "No estamos mirando a otro lado", responde a los países en desarrollo críticos con la falta de cifras por parte de Europa

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Valvanera Ulargui, negociadora española en la COP29: "La financiación climática no se puede cubrir solo con fondos públicos"

La cumbre del clima de Bakú entra en su recta final, y el trabajo de los negociadores para lograr un acuerdo a la altura del reto del cambio climático —y sobre todo, su descomunal coste económico— se intensifica. Al frente de la delegación española en esta COP29 está Valvanera Ulargui, directora de la Oficina de Cambio Climático, organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.

Ulargui (1973) está curtida en estas negociaciones, ya que ha participado en la mayoría de ellas en estas últimas dos décadas. Esta abogada de formación no esconde sus críticas hacia el último borrador del acuerdo, publicado a primera hora de la mañana de este jueves, y que mantiene abiertas todas las opciones en materia de financiación —tema central de esta cumbre— pero también de mitigación —la reducción de emisiones, aspecto en el que pone el foco Europa—.

"Nuestros temores se han visto reflejados. El texto de mitigación para nosotros es un texto vacío", asegura en una entrevista a RTVE.es. "Es un texto donde se recuerda algo que pasó el año pasado", señala, en relación con el acuerdo de la pasada cumbre en Dubái, en el que se pedía por primera vez dejar atrás los combustibles fósiles. "Se recuerda algo, no se recuerda todo y no están las señales más importantes", como esta mención al petróleo, gas y carbón, lamenta.

"No nos podemos quedar en lo que acordamos en Dubái"

Los países de la UE, entre ellos España, negocian con una posición común, que este año está muy centrada en los avances en la reducción de emisiones. Para Ulargui, que la cumbre sea un éxito dependerá de dos aspectos. "El primero, conseguir salir de esta cumbre diciendo que el 1,5 sigue vivo", es decir, limitar el aumento de temperatura a 1,5 °C sobre los niveles preindustriales, como pedía el Acuerdo de París.

"Los científicos nos dicen que todavía existen posibilidades, pero necesitamos una buena decisión en términos de mitigación. Es decir, no nos podemos quedar en lo que acordamos en Dubái", asegura. "Necesitamos una señal política clara de que la siguiente ronda de compromisos nacionales que hay que presentar el año que viene incluyan la transición hacia energías renovables, hacia la eficiencia energética y dejen atrás los combustibles fósiles", reclama, es decir, que "integren" los compromisos de la COP28.

En segundo lugar, para lograr una COP exitosa será necesario "un buen acuerdo en financiación, que es el elemento político más importante de esta cumbre", una aportación económica "para facilitar a los países en desarrollo que puedan alcanzar esas transiciones".

"Para poder poner una cifra ambiciosa necesitamos otros elementos"

La postura europea en esta cumbre ha recibido duras críticas por parte de muchos países en desarrollo, que han mostrado su frustración y "preocupación" por el hecho de que hasta ahora no haya una cantidad de dinero concreta sobre la mesa, como ha expuesto este martes Zambia. Uganda, en nombre del grupo negociador de países en desarrollo G77+China, ha advertido de que no pueden dejar Bakú "sin una cifra".

La negociadora española pide a estos Estados que "vean a España y a la Unión Europea como unos socios estables, unos países comprometidos" que ya en el Acuerdo de París mostraron su voluntad de "seguir financiando con dinero público la transición de estos países".

Pero puntualiza: "Para poder poner una cifra encima de la mesa que sea ambiciosa, que sea útil, necesitamos tener otros elementos, otros prerrequisitos asegurados". Entre ellos, que los países en desarrollo "puedan tener un acceso al capital fácil" y "que las crisis de deuda, que muchas veces bloquean las financiaciones, se resuelvan". También resalta otro de los aspectos principales de debate de esta COP: quién pone el dinero. Los países occidentales vienen reclamando que a la base de donantes se una China, que hasta ahora no estaba incluida.

"Cuantas más países financien ese objetivo global de financiación mayor podrá ser el número, con lo cual estamos dispuestos a poner un buen número encima de la mesa", defiende.

A los países en desarrollo: "No estamos mirando hacia otro lado"

"Es muy importante que entiendan que no estamos mirando hacia otro lado", lanza a los países en desarrollo críticos con las propuestas europeas, "sino que necesitamos unas bases para poder crear esa, esa cifra: cómo se va a definir el objetivo, quién va a participar en él y cuáles son esos elementos cualitativos, adaptación, acceso y ayuda a rebajar la crisis de deuda".

Otra de las principales demandas de los países que reciben la financiación es que esta sea pública en su mayor parte. Del objetivo global de 1,3 billones de dólares al año que reclaman, piden que al menos la mitad de esta cifra sea en fondos públicos, —aunque varía según el país que lo propone— y en ayudas directas para que tengan ese acceso asegurado y que no genere deuda.

"Creo que la parte de financiación pública tiene que ser sustantiva, y hay que entenderla también como la que moviliza financiación privada", explica la diplomática española. "La dimensión del reto que tenemos por delante para descarbonizar economías y que sean resilientes frente al cambio climático en todo el mundo es ingente", y "no se puede cubrir solamente con financiación pública".

Esta, sin embargo, "tiene que representar una buena parte y, sobre todo, tiene que ser una financiación útil para detonar el resto de fuentes que tenemos que movilizar en los próximos años".